Color de rosa

764 37 29
                                    

Esperanza, es ese primer rayo de sol que aparece tras la tormenta rociando la hierba húmeda con su calidez para que las flores emerjan en la primavera y el día malo quede relegado a un efímero ayer. El amor que se profesa cuando estas enamorado es la declaración más poderosa que un ser humano puede hacer en su juventud. Muchos dicen que amar es una tontería de necios y otros que es el secreto mejor guardado de los sabios, yo pienso que el amor es vida, te rejuvenece y te alienta a ser mejor.

Cuando mis padres se separaron fue el limbo para mi hermano y para mí, las tinieblas desolaron nuestro hogar y entre el vacío quedamos atrapados. Mi hermano sintió el paraíso por primera vez con Meredith y como entro también fue echado con las mentiras y los secretos. Por eso creía que enamorarse era peligroso y cuando Tyler por primera vez me rompió el corazón lo verifique, decidiéndome a nunca volver a ser débil por amor, pero el destino tiene un particular modo de ver las cosas. Cuando menos lo vi venir aquí estaba yo, otra vez con el corazón a mil por el mejor amigo de mi hermano, suspirando por ver el arcoíris en sus ojos.

Me vuelvo a verlo en de reojo, está sentado junto a mi persona compartiendo el mesón de trabajo. Tiene el ceño levemente fruncido mientras piensa una y otra vez un ejercicio de la clase, intento ocultar una sonrisa que se quiere colar por mis labios a la vez que el cosquilleo que me genera que estemos bien. Es como si un centenar de fuegos artificiales estallaran en mis adentros al mismo tiempo tiñéndome de todos los colores más preciosos y brillantes, y... simplemente me gusta. No tengo una explicación muy precisa, pero me gusta que estemos bien, Tyler Mitchell es no solo mi novio, siento que podría desaparecer de la faz de la tierra y aun así él sería el único capaz de hallarme porque me entiende, me hace sentir segura, me hace sentir que estoy en el lugar y con la persona que debería estar. Las murallas ya no existen, al menos no todas, estamos en nuestro mejor momento que tras largas horas discutiéndolo llegamos a la conclusión de decirle toda la verdad a mi hermano. No sé cómo lo tomará, más ya es momento que un secreto tan maravilloso como este salga a la luz, ahora Alex ya no será más un fantasma entre nuestro mundo. ¡Al fin un monstruo menos que enfrentar! Tan solo nos queda la prueba de fuego; la universidad, algo que nadie se ha atrevido a tocar en todo este tiempo.

—¿Todo entendido, señorita Wright? —la tosca voz de la bruja Jones, atesta mis oídos sacándome de mi burbuja. Me vuelvo a ver hacia el frente súbitamente, ella me mira en gran molesta que estoy segura de que me dará un pase directo a detención para todo el resto de semana. Silenciosamente, asiento— ¿Segura? —vuelvo asentir, intentando que mi rostro no se desfigure a una expresión de nerviosismo— Es que me dio la sensación de que su atención está en otra persona. —murmura, echándole una mirada corta a Tyler.

Me quedo sin habla mientras un murmullo general se levanta entre todo el salón sembrando la discordia, cruzándome de brazos me quedo quieta mirando a la señorita Jones, ella ni se inmuta ante mi fulminante mirada tras hacerme quedar como una completa tonta frente a toda la clase. Apretujo mis labios realizando un mal ceño, Tyler me mira con expresión un tanto burlesca, pero no se atreve a reírse.

Gruño por lo bajo, pero toda la atención que estaba centrada hace unos segundos en mí se disipa cuando la campana suena avisando el fin de la clase y dando inicio al almuerzo. En un dos por tres todos los estudiantes nos colocamos en pie y antes de que la señorita Jones pueda darme una boleta de detención guardo mis cosas y jalando a Tyler de un brazo, salimos del salón y al parecer no soy la única ansiosa por salir de clase, pues de sopetón me choco con Drake Marcus el cual ni se digna a mirarme, con todas sus cosas en las manos. Su rostro se ve cansado como si no hubiese descansado lo suficiente este fin de semana. Lo miro confundida a la vez que me doy un paso hacia atrás para que pase, él se vuelve a mirarme por el hombro y su gélida mirada me deja petrificada. Pero, me percato que no es para mí sino para Tyler, ambos se miran de la misma manera, distante, peligrosa y hasta terrorífica. La verdad es que no me acuerdo de muchas cosas de la fiesta, más según Tyler él intento propasarse conmigo, no lo recuerdo y no creo que sea capaz de tanto, no obstante, si recuerdo haberlo empujado. Tal vez ellos hablaron un par de cosas y conociendo a Tyler y su orgullo herido tuvo que haberlo amenazado con no volverse acercárseme.

Nuestro Secreto {Secretos #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora