El nuevo amanecer

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Narra Tyler Mitchell.

Nada está sucediendo como lo pensé. Se supone que esta noche no bebería, se supone que estaría con Alexa y las cosas se solucionarían, en mi mente yo me veía bailando hasta morir de cansancio con ella y no aquí sentado en un peldaño de escalera embriagándome mientras intento no romperle la cara al estúpido de Drake Marcus. Ella está sentada con Ed y Jessie mientras se ríe de los chistes del odioso Drake. En verdad lo odio, desde que llego solo ha causado problemas, es un impertinente, fastidioso y simplemente no creo que sea bueno que pase tanto tiempo con Alexa, ella es una chica frágil y juro que si le hace daño yo mismo lo mataré con mis propias manos. Le doy un profundo sorbo a mi vaso de whisky a la vez que lidio con no mirarla, pero se ve tan hermosa que me exaspera que esta noche no este saliendo como se supuse que saldría.

Es decir, ¡Esta sería nuestra noche! Hoy por fin sería la noche en que se acabarían los secretos y no hablo de solo encarar a Alexander, sino que también me había preparado para decirle toda la verdad a Alexa. Durante toda la semana lo medite, después de nuestra discusión el martes y creí que este es el momento justo para decirle todo lo que siento, que la amo y que es una tontería decir que veo un futuro juntos, pero lo hago, es lo que siento. Doy otro largo sorbo al whisky sintiendo como el sabor ya es suave con mi seca garganta. "Yo debería ser quien está allá con ella haciéndola reír, no él.", pensé, sintiendo mis puños explotar de rabia.

—Así que —Mer indaga, a la vez que le da un corto sorbo a su vaso. Yo me vuelvo a verla con una cara de que no estoy de humor para sus comentarios pesados, ella solo suelta una risita descarada sobre mi cara— Joder, en serio estas celoso. —murmura haciéndome reír sarcásticamente.

Pero, esa sonrisa de labios torcidos se me esfuma en un dos por tres cuando veo a Drake pasarle un brazo por la cintura a mi chica. Un escalofrío arremete contra mí, y ese miedo de estarla perdiendo cada vez es más constante y penetrante. Los dientes me crujen a la vez que siento todo mi cuerpo entumecerse de colera por verlo tan cerca de ella. Okay, lo admito, estoy celoso, estoy a lo que sigue de celoso. Quiero colocarme en pie y de una buena vez alejarlo de Alexa, que le quede muy en claro que él no tiene ningún derecho sobre ella y que deje de tocarla. "Este es el momento perfecto para que aparezca Alex", pensé deseando que los viera y los alejará. Sin embargo, ese idiota solo aparece cuando yo estoy cerca de ella, pero cuando en verdad ella está en peligro no lo hace. Apretujo el vaso entre mi puño, a la vez que los sigo observando con detalle, Alexa le echa una mala mirada y se aleja tenuemente, más aun así siguen cerca. ¿Qué tal si ella termina eligiéndolo a él? Es decir, Drake Marcus no me llega a los tobillos, es un niñito sacado de los muñecos cabello de goma de los ochenta que coleccionaba mi abuelo, no hace ningún deporte y mucho menos es sobresaliente en las clases, pero admito que me causa cierta rabia el hecho de que mientras yo no puedo tomarla de la mano por el pasillo del Cristóbal Colón por el estúpido código de los mellizos Wrigth, él si puede. Yo tengo que robarle los besos como un pobre ladrón, él puede hacerlo sin miedo, yo no puedo defenderla abiertamente, él sí, todos mis limites, Drake Marcus los tiene disponibles.

Suelto un suspiro, dándole otro sorbo a mi vaso.

—Si tanto te molesta, ¿Por qué no vas y hablas con ella? —la pregunta de Mer me distrae por segundos de mi ofuscación. Me vuelvo a verla por unos segundos antes de volver a mirar a Alexa. Mi bonita esta sonriendo a carcajadas estrafalarias mientras tiene las mejillas sonrojadas de tantas piñas coladas.

—Ya hablamos y no salió nada bien —le comento, recordando nuestra discusión del martes. Alexa estaba furiosa porque fui a donde a la casa de Nadia cuando ella me llamo diciéndome que Meredith había sufrido un aparatoso accidente. Todo fue mentira, pero me preocupe. Mer y yo no somos los amantes casuales que todo el mundo cree que fuimos o somos, alguna vez si tuvimos nuestra propia historia más nos dimos cuenta a tiempo que lo nuestro se basa en un sincero apoyo mutuo, ¿Mejores amigos? No, creo que nos vemos como hermanos a lo mucho.

Nuestro Secreto {Secretos #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora