Apresurada, busco una fruta en la nevera para llevármela e ir comiéndola en el camino. Sin embargo, estoy tan estresada porque voy tarde que me hago un ocho para elegir cualquiera. De repente mi madre aparece en la cocina, ella está igual o peor agitada que yo, pero, la diferencia es que Maia Wright está despampanante. Deteniéndome, le echo una mirada apreciativa de pies a cabeza, tiene una falda de lápiz que le llega dos dedos debajo de la rodilla color negro junto a una blusa de cuello alto y varios volantes de tono crema que va muy a juego con su chaqueta roja. Se nota que se esmeró en su maquillaje y peinado porque hoy usa más sombras de lo normal, y si nos fijamos solo en la pequeña sonrisita que intenta reprimir entre sus comisuras, todo esto ha sido planificado.
—Guao, mami —suspiro con una pequeña risita— ¿Qué compromisos tienes hoy? —le pregunto enarcando mis cejas.
Ella se vuelve a verme sorprendida, de seguro no contaba con que seguiría a esta hora en la casa ya que hace quince minutos Alex y Tyler se fueron como de costumbre juntos, sin embargo, con esto de ser la semana del partido no hay nadie quien los soporte hablando de deportes y todas esas cosas así que es preferible caminar a que subirme a la tortura rodante.
—¿Cuál es la ocasión? —le pregunto a la vez que saco una manzana y le doy un mordisco profundo.
Mamá me mira con los ojos en blanco a la vez que intenta elegir de las miles ideas que le están atropellando los adentros, cual es la más creíble y que le garantice mi silencio absoluto. Intento reprimir una risita socarrona mientras que pienso que lo más probable es que Maia Wright vaya a tener una cita con algún chico y tal vez, solo tal vez, esto ya es una corazonada absurda de que si no nos ha dicho nada es o bien porque no quiere hacernos sentir menos a mi hermano y a mí ya que desde la separación mamá desbordo toda su atención en nosotros, intentando cubrir el vacío de papá. O la segunda opción es que conocemos al susodicho.
—Tengo una reunión con unos nuevos inversionistas... —susurra, intentando encubrir su voz temblorosa.
Suelto una risita.
—¿Y es guapo tu inversionista? —mamá se sonroja encogiéndose de hombros. "¡Pero, si es un chico!", pensé con euforia.
No sé por Alex, más a mi si me gusta mucho que mamá quiera rehacer su vida con alguien que la haga feliz porque ella se lo merece, es la mejor madre, una mujer cariñosa, responsable y en todos estos años ella siempre se ha dedicado en cuerpo y alma a nosotros, ella merece ser feliz y al parecer alguien está logrando captar su atención tras papá.
—¿Necesitas que te lleve? —me pregunta, cambiando de tema. Ella toma dos lonjas de jamón, tomate y queso, para en un dos por tres armarme un sándwich y empacármelo para llevar. Sonrió, agradecida entonces veo que sus ojos brillan aguardando a la idea de que mi respuesta sea un expreso no. Sin embargo, aunque lo desee mucho sé que si le respondo con una afirmativa hará a un lado sus deseos y me pondrá a mi primero. Meneando la cabeza de forma negativa, la alcanzo a ver suspirar— ¿Segura? Porque el colegio no está taaaan lejos de...
—No, mami. —la tranquilizo, dándole un beso en la mejilla. Tomo el sándwich y lo guardo dentro de mi mochila—quedé de encontrarme en el camino con Ed —le miento para que no se preocupe.
De todos mis amigos, el de mejor reputación es Ed, así que el solo oír de su nombre ya le es un alivio. Despidiéndome, ella me encarga darle sus saludos y agradecimientos a Ed por ser tan atento. Así que, saliendo de casa, el viento de la mañana azota con rudeza mi piel, el sol brilla con esplendor y no hay ninguna amenaza de que vaya a llover, sin duda será un maravilloso día. Camino lentamente por la acera, aunque voy tarde, no es como que me falten cuarenta mil cuadras para llegar al Cristóbal Colón, estoy como a ocho así que no hay nada de qué preocuparse. Subo el cierre de la chaqueta institucional pues las corrientes de aire son valerosas a la vez que meto mis manos entre los bolsillos para evitar que se me entumezcan los dedos. De repente el sonido de la bocina de un auto ocasiona que me vuelva a mirar hacia atrás y en un pequeño auto rojo veo a los Hendricks en él. Elevando mi mano, les doy un corto saludo, ellos se detienen junto a mi persona y Jessie es la primera en sonreírme.
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Nuestro Secreto {Secretos #1}
Novela Juvenil"Tu primer amor es algo que nunca se olvida..." eso es lo que pensaba Alexa, pero a decir verdad es mucho más difícil si tu primer amor se trata del inolvidable y prohibido mejor amigo de tu hermano. Pero... ¿Qué tan dispuesto estas a arder por amo...