Kaminari de repente se empezó a comportar extraño. Ninguno de sus amigos sabía la razón, ni él quería contar por que. Ya casi no se juntaba con el bakusquad, no veía a las chicas con la misma forma de antes y hasta ignoraba los cometarios de Mineta...
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- ¡BAJAME PELOS DE MIERDA!
- No - abrió la puerta de la habitación de su amigo pelinegro y dejó las dos pequeñas mochilas con ropa al lado de la puerta. Todos los presentes miraban con una sonrisa burlona como Bakugou pataleaba y se removia fuertemente en el hombro de Kirishima ordenando que lo bajara. El pelirrojo lo ignoraba completamente mientras avanzaba al centro del cuarto y se sentaba de piernas cruzadas con el cenizo aún en su hombro — lo logré — y el domador de rubias lo hizo otra vez.
Cómo hoy era viernes, el bakusquad planeó una pijamada para descansar un poco del colegio y divertirse. Obviamente Katsuki dijo un rotundo no cuando le preguntaron si quería ir, así que tuvieron que usar su plan B: Kirishima, el domador de rubias explosivas. Al de dientes de tiburón le costó un poco más que las otras veces en convencerlo, aunque al final no fue como si aceptara completamente. Antes de que el rubio de ojos rojos reclamara otra vez, y con una explosión, pasó rápidamente su brazo el la cintura del antes mencionado y lo subió a su hombro llevándolo así hasta la habitación de Sero. En cuánto a la ropa del rubio, se la alistó cuando su amigo ya se encontraba pataleando en su hombro (se le hizo demasiado difícil pero al final lo logró).
Los chicos y la chica rieron ante la mirada asesina del rubio directa a Kirishima. Este endureció su cuerpo para no ser dañado por las explosiones que le empezaron a lanzar. Después de un rato de conversar el de pupilas rojas se calmó y sólo de vez en cuanto soltaba uno que otro gruñido.
- ¡Si si Jajajaja! Por cierto, Kirishima — la pelirrosa lo miro de manera pervertida y susurro — esa manita... — El pelirrojo rápidamente puso su dedo indice en sus labios y le guiño el ojo; el rubio eléctrico y Sero intentaban reprimir una carcajada. Eijirou tenía su mano en el muslo de Bakugou para sostenerlo, pero la tenía demasiado cerca de su trasero, y mientras Mina le decía eso sutilmente la subió un poco más.
— Pelos de mierda — hablo entre dientes y con tono molesto.
— ¿Si blasty? ¿Qué pasa?
— Quita tu puta mano de ahí
— ¿De donde? ¿De aquí? — apretó la nalga del rubio, el cual, se sonrojo hasta las orejas y le exploto la cara al pelirrojo.
— ¡¡¡¡¡¡TE VOY A MATAR MALDITO GUSANO PELOS DE MENSTRUACIÓN HIJO DE TU MADRE ESTÚPIDO DESEREBRADO TE BORRARE DE LA FAZ DE LA TIERRA!!!!!!
— ¡¡OH SANTA MIERDA!! — Kirishima tuvo que saltar de su aciento y correr hasta la puerta. A como pudo la abrió y salió corriendo como alma que lleva al diablo, es más, hasta el diablo saldría corriendo si viera a Bakugou en estos momentos. Por todo el edificio se escucharon explosiones, gritos, y muchas cosas romperse, definitivamente Kirishima no saldría para nada ileso de esta. Y precisamente, cuando volvieron a la habitación, el pelirrojo llegó todo magullado y con ceniza por todos lados - valió la pena...~ - fue lo último que pudo decir antes de caer desmayado en la cama de Sero. Nadie sabía y reír, preocuparse por el pelirrojo o enojarse con Bakugou.
Al final Eijirou medio revivió y se unió a sus amigos a ver películas y comer palomitas. Pasadas las dos de la mañana los chicos ya estaban que se morían del sueño y decidieron que ya era hora de dormir. Cómo Kirishima ya desde hace mucho se encontraba en la cama dormirás ahí junto con Bakugou, pues cuando este iba a tomar el saco de dormir Mina se lo arrebató y se acurruco en este en una esquina, por esto obligado tendría que dormir junto al pelirrojo. Tampoco podía ir a la hamaca de Sero porque Kaminari y el antes mencionado ya se habían subido y arropado. Con cara de molestia se metió entre las sábanas dandole la espalda al de pelo rojo, el cual tímidamente posó una mano en la cintura del rubio y lo abrazó por atrás; sorprendentemente Katsuki no se movió en lo más mínimo. Al parecer el consejo de Mina de lanzarse un poco y sin vergüenza estaba teniendo sus resultados.
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Pánico. Pánico. Denki.exe ha dejado de funcionar, por favor reinicie el equipo. Alerta roja wiu wiu wiu wiu.
El chico con el mechón negro se congeló. Abrió los ojos tímidamente y miro la cara tranquila de Hanta con su respiración igualmente tranquila. Su corazón pálpito más de lo que ya lo hacía. Se había despertado en medio de la madrugada por una extraña sensación de presión en su cadera y pecho. Abrió los ojos y los cerró inmediatamente.
Sero...Sero lo estaba abrazando.
No iba a desperdiciar la oportunidad, de por si estaba dormido, no se daría cuenta. Lo abrazo igualmente posicionando cómodamente su cabeza en el pecho del contrario. Respiro su olor lentamente, disfrutando de la calidad cercanía con las mejillas ardiendo a diez mil. Después de un rato en la cómoda posición se volvió a dormir.
Pero~ por otra parte~ en realidad Hanta no estaba durmiendo.
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