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Disfrutaba de la cálida brisa, el sol daba hacia mi cara, el atardecer era rojizo y anaranjado, destellos rosas y azules, el olor a mar llegaba a mis fosas nasales, me encontraba con mis otros amigos.

Todos pertenecíamos al reino del agua, a mi parecer el mejor reino de todos, pero por jerarquías el del cielo era el más importante.

Yo era el príncipe del agua, los demás que ahora me acompañaban eran hijos de sirvientes y ayudantes de mi padre, pero eso no los hacía menos.

Los trataba a todos por igual, de vez en cuando olvidando mis modales siendo reprendido constantemente, era un hijo rebelde y el primogénito, las habilidades que caracterizaban a un heredero se estaban transformando en mi.

Podía controlar el agua, podría abrir un mar, o secarlo, inundarlo si quisiese, pero había reglas, había límites.

Si cometiera alguno de estos catástrofes, los demás reinos llegarían inmediatamente, estábamos en un tratado de paz.

—Hey Jungkook, deja de pensar demasiado—. Bogum, salpicó un poco de agua, pero daba igual.

—Deja de mirar arriba, ¿acaso quieres que te tachen de acosador?—. Yugyeom habló, estruendoso como siempre.

—De todas maneras no podrás ver a los príncipes, y mucho menos al menor de ellos—. Dijo Bogum, apreciando una estrella de mar que yacía debajo de su aleta.

—¿Quién mencionó a los príncipes del cielo?, de todas maneras nadie está seguro de qué hay un menor—. Hablé con indiferencia, odiábamos de cierta forma a los celestiales por ser egoístas, alardeaban acerca de sus alas, argumentando que tener alas era mejor que tener una aleta.

Y como no odiarlos, el primogénito que era el único que se tenía conocimiento, pues jamás se ha visto al otro dichoso príncipe, era un patán, su nombre era Jimin.

—Escuche a tu padre hablar de ellos, dicen que vendrán los dos junto con el rey—. Hablo Lisa, nadaba hacía nosotros mientras se acomodaba en una roca.

Ella era mi mejor amiga, casi como una hermana, pero podía jurar que estaba enamorada de mí, por una confesión que oí hace tiempo.

—Lo único que le gusta a los celestiales es llamar la atención, Jimin es muy apuesto pero es muy estúpido, y dudo que tenga un hermano, nadie lo ha visto—. Yugyeom se movía ágilmente con los delfines que pasaban.

—Dicen que es muy bello—. Hablo Lisa, continuando así con la platica que se llevaba a cabo.

Alcé una ceja, si el dichoso príncipe era tan bello entonces ¿a qué le temía?

—¿Cuando llegarán?—. Pregunté, la curiosidad desbordando de mis ojos con un gran brillo.

—Mañana, al atardecer—. Dijo Lisa acomodando su cabello.—¿Tienes curiosidad Jungkookie?—. Se notaban los celos en sus voz, pero decidí no tomarle importancia.

—Mi padre nunca me cuenta nada, solo quería informarme—. Alcé mi mano, a la vez que el agua subía, la estaba controlando.

—No juegues tanto—. Bogum agarró un pedazo de alga y la colocó en su cabeza, haciendo reír a todos.

El reino del agua me gustaba mucho, diría que era el mejor de todos, ya que el ambiente siempre era muy cómodo, raramente peleábamos.

Aún tenía curiosidad sobre los príncipes.

Caelum|VharemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora