Caelum|Vharem

17

—Perdón Hyung Sik pero no se puede esperar más, me sirves de consejero pero creo que es lo óptimo—. El rey Seojoon caminando junto a Hyung Sik y otro sirviente mientras estos acataban indicaciones.

Hyung Sik no hacía preguntas, pero su perfil se le hacía conocido.

—Majestad, de todas maneras, realizar evento de tal magnitud en dos días es un poco apresurado, los preparativos podrían tardar un poco—. Hyung Sik llevaba consigo una libreta anotando ciertos preparativos.

—Taehyung necesita alguien con quién gobernar, había propuesto a la princesa de Andrómeda, las relaciones estuvieron perfectas, pero han surgido ciertos herederos, necesito replantear mi decisión y conocerlos personalmente—. Seojoon paró su andar y volteó a verlos.

—Ésto jamás había pasado, incluso mi esposa se rehusaba a casarse conmigo—. Hyung Sik lo entendía, en ningún reinado hubo amor real, normalmente lo padres buscaban casar a sus hijos, pero esta vez los mismos herederos buscaban al príncipe.

Ambos sirvientes asintieron.

—Cierto, el es Chanyeol, te acordarás de él, Taehyung lo...salvó—. Su semblante se tornó un poco despectivo.

—A partir de ahora no serás el único sirviente de él, Chanyeol y tú acompañarán al príncipe en todo momento en que él lo necesite, espero se lleven bien—. Seojoon siguió su andar indicándoles a los sirvientes que se retirarán.

Hyung Sik abrió desmesuradamente sus ojos, tragó duro y sintió cierto malestar en el estómago, a diferencia de él Chanyeol no tenía alas, no era un celestial claramente.

No sé confiaba, pero no podía desobedecer a Seojoon.

—Un gusto Hyung Sik—. Hizo una corta reverencia.

—Chanyeol—. Correspondió.

—No sé cuánto tiempo lleves en esto, trata de no acercarte mucho al joven heredero, no está acostumbrado a gente...nueva—. Hyung Sik tampoco quería decir diferente, pero le sonó no tan irrespetuoso, creía ver segundas intenciones por parte del chico.

—Desconfías de mi Hyung Sik, el príncipe es muy guapo, lo sé, no soy tan tonto como para ir a confesarle mi amor, pero también salvo mi vida, si a alguien quiero servirle es a él, piensa lo que quieras, sé que también gustas de él—. Chanyeol con cierto toque de arrogancia relamió sus labios y sonrió, le recordaba a Jimin.

Hyung Sik parpadeó varias veces viéndose un poco 'descubierto'.

Sin embargo Chanyeol no se equivocaba, era verdad.

—No lo niegues—. Dijo Chanyeol.

—¿En un momento lo hice? Dejemos de hablar de esto, te presentaré ante el príncipe, no lo asustes—. Chanyeol asintió y juntos empezaron su andar por el castillo hasta la habitación del príncipe.