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Las paredes con acabados barrocos a los lados, un blanco intenso, con estatuas de los caídos del reino, Taehyung se veía más reluciente ante tal blanco.

Pues el opacaba todo.

Los ojos de los demás reinos estaban puestos en el, en el siguiente monarca que gobernaría no solo a ellos, pues si se casaba con Andrómeda se expandirían muchísimo mas, los planes de su padre eran claros.

Taehyung caminaba recto, sin titubear y con una sonrisa asomándose por sus labios, miraba hacia el frente.

Taehyung tenía un plan mejor.

El era mirada de todos los monarcas y príncipes de otros reinos, a pesar de saber que la princesa Andrómeda estaba ahí no bajaban la cabeza, sus hijos se casarían con el futuro monarca para el bien de sus reinos.

Y así sería.

Las grandes alas blancas de Taehyung se arrastraban por todo el corredor, su traje blanco con detalles de diamante reflejaban su pureza como celestial, la larga capa blanca que arrastraba símbolo de su miedo.

Hyung Sik miraba de reojo a todos los invitados, Regnum Coeli siempre y únicamente invitaba a aquellos que fueran a asociarse con el futuro monarca, la confusión poco a poco subía de nivel.

Jungkook un futuro monarca, Yoongi actual gobernante de su reino, al igual que Namjoon y Seokjin estaban presentes.

En ningún momento fueron queridos en el reino celestial sin embargo, ahí estaban, sentados con una sonrisa de lado a lado, viendo a su amo y príncipe Taehyung, completamente atónitos.

Hyung Sik resopló sin ser notado.

Taehyung cada vez se acercaba más a sus padres que lo veían con orgullo, a lado de su hermano Jimin, que no parecía moverse, y al igual que todos fijando su mirada en Taehyung, sus deseos incestuosos se arremolinaban en su cabeza, haciendo eco en todo su cuerpo.

Jimin intuía que podría manipular a su querido hermanito como años atrás una vez que se convirtiera en monarca; ya no era lo mismo.

Finalmente llegó, Taehyung a los pies de sus padres se inclinó haciendo una reverencia.

—Padres—. Dijo mientras miraba fijamente hacia el frente, deteniéndose sólo un poco para mirar a su hermano con cara de pocos amigos.

El silencio reinó unos segundos antes de que el rey se levantara, Seojoon tomó la mano de su esposa y ambos sonrieron con ella frente en alto.

—Sean todos bienvenidos a la proclamación y coronación de el príncipe Taehyung—. Los ojos de todos ahora estaban enfocados en los Reyes, el odioso hermano de Taehyung por fin no sería un problema para el reino celestial, a pesar de que Taehyung apenas era conocido ya hacía eco en todos los rincones del mundo.

Todos hablando de él, del futuro heredero que traería orgullo y paz a su reino y al de los demás.

Era cierto, todos intuían de ser fácil de manipular debido a su inocencia, estar años encerrado hacía a la gente dependiente.

Pero Taehyung jamás se asimiló con esa palabra, a excepción de su hermano al que le tenía mucho cariño, Taehyung tenía sus secretos que al no haber tenido alguien a quien contárselos, decidió guardarlos para el mismo, sabía que él era una espada de doble filo, y se aprovecharía de esto.

Seojoon carraspeó.—Es más que un honor estar dirigiéndome hacia ustedes en esta ocasión, Regnum Coeli ha decidido nombrar a un nuevo Rey, que prometerá abundancia orgullo, riquezas y paz.

Jungkook sonrió, en ningún momento el reino celestial se compadeció de ellos, en sus momentos más lúgubres ellos le habían dado la espalda.

Pero no podía pensar lo mismo de Taehyung, irradiaba algo más.

¿Seguridad? ¿Confianza? ¿Afecto y cariño hacía su querido príncipe? No no, no podía ser eso, su reino tenía otra meta y no era precisamente el amor de él hacia Taehyung pero si el de Taehyung hacía Jungkook con el fin de realizar tratados entre ambos reinos.

Taehyung avanzó un poco más tomando con ambas manos el cetro y el reloj del tiempo que hacían poderoso a su reino, y así repitió las palabras de juramento que le otorgarían el poder de controlar aquellos tesoros de su reino y concluir así con su coronación.

Testor ego per omnia di deaeque dent, ut adimpleretur in mensura meae fortitudinem  et secundum hoc juramento et criteria ad commitment.

Las palabras estaban dichas, dos luces se iluminaron señalando así a Seojoon y Taehyung, pasando así, conocimiento y poder.

Las alas de Taehyung se abrieron completamente batiéndose una y otra vez, cualquiera que hubiera visto, habría quedado embelesado por tal imagen, la pureza en su mejor definición, la esperanza empezando a florecer en los corazones de los demás cegados de traición, belleza y poder.

Nadie hubiera profesado lo que vendría después, éste era el momento, la calma antes de la tormenta.

La luz fue poco a poco desvaneciéndose, la coronación había concluido, Taehyung ahora era monarca de Regnum Coeli y no había marcha atrás.

De todas maneras Taehyung podía controlar el tiempo, algo que aún no utilizaría.

Ego satus deinde insignis articulus similiter.

Los aplausos y el vitoreo no se hicieron esperar, miles de flores siendo regadas alrededor de él mientras sus alas se batían más y más alzándose sobre todos, y mirando a todos con desdén.

Yo comenzaré una nueva era, dijo para sus adentros.


No me acuerdo cómo iba la historia.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2021 ⏰

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