12

1.4K 167 6
                                    

Lo necesitaban, realmente lo hacían, no era parte de su egoísmo, pero su reino estaba asfixiándose en su propia crueldad.

Namjoon, el rey de la tierra ya no podía sostener más a su reino que a partir de envidia y rencor se destruyó a sí mismo sin sí quiera darse cuenta, necesitaba ayuda.

Y sus ojos solo brillaron al ver quién le podría brindar esa ayuda, su corazón se conmovió al ver al desconocido príncipe salvar a un esclavo cuyo destino era la muerte, tembló al ver esos ojos, esa pureza celestial que sobresalía de los demás, como ley de atracción vió la solución a uno de los problemas más grandes a los que se ha enfrentado en su corta vida.

—Necesitamos hacer una audiencia con los celestiales—. En la cabeza de la gran mesa Namjoon estaba situado, mientras que sus consejeros y su clero yacían a los lados.

—Los celestiales no accederán, demasiado arrogantes como para siquiera pensar en nosotros—. Taemin tenía bastantes recuerdos acerca de ellos.

—¿Sugieres algo mejor Taemin? No nos escucharán de otra manera—. Samuel intervino, si querían hacer un acuerdo formal necesitaban una audiencia con los celestiales, pero Seo Joon complicaba las cosas, siendo demasiado quisquilloso ignorando las peticiones de los demás reinos.

—Si, lo hago—. Contestó Taemin, miró a Namjoon y prosiguió hablando.—Alía los reinos, desposa al príncipe Taehyung—.

—No hablas enserio, ¿cierto?—. Samuel, y los demás se quedaron callados, era arriesgado y lo más probable era que no funcionará, no sabían nada del nuevo heredero.

—Pronto habrá una reunión entre las casas reales, aprovecharemos la situación, necesitamos que conozcas más al príncipe, establece lazos Namjoon, ante esta situación ¿qué es mejor?, piénsenlo y tú más Namjoon, eres nuestro rey y nuestra esperanza, confiamos en ti—. Taemin, suspiró levantándose de su asiento y caminando hasta la puerta de salida.

—Avísame si te has decidido, no tardes—. Y con esto abrió la puerta y se marchó.

Namjoon tenía en cuenta lo que pasaba con su reino, sabía que pronto se destruiría, todos la estaban pasando mal y cualquier oportunidad levantaba esperanzas en los demás, no ignoró la miradas de ilusión al pensar que desposaría a uno de los celestiales o al menos tener una audiencia con ellos.

Mierda lo necesitaban, pero el sacrificio era mucho más grande, no conocía al príncipe celestial, ¿cómo debería tratar a alguien que ha estado oculto toda su vida?

Namjoon quería proteger a su mundo, pero tampoco quería que cambiara, se encontraba confundido.

Pero por más que diera lo pensara estaba llegando a la conclusión de que la idea de Taemin no era mala idea.

El, Namjoon Rey de la tierra desposaría a Taehyung, Rey de los cielos, crearía lazos y salvaría a su reino.

                                      •

—Taehyung—. Se dirigió informalmente a Taehyung, sabiendo que al príncipe le molestaban las formalidades entre ellos.

—¿Qué pasa?—.Taehyung bebía algún tipo de té extraño para su paladar, su piel tersa era acaricida levemente por la brisa y su cabello se movía en compás con el sonido del viento.

—Debes saber el protocolo, ¿no?—. Ambos estaban frente a un inmenso mural en la parte baja del castillo.

—Lo sé, sigue mi coronación—. No perdía ningún detalle, cada una de las figuras retratadas, las facciones y expresiones causaron curiosidad en el príncipe.

—Así es, tiene que hacer una carta para las demás—. Hyung Sik, se permitió observar al príncipe, sabía que no debía involucrarse tanto con él, pero en este punto eso ya era irreversible.

—¿Quién es?—.

—¿Disculpa?—. Hyung Sik retrocedió un poco, avergonzado de haber sido descubierto, pero no fue así.

—¿Quién es él?—. Taehyung señaló con la mirada hacia aquella figura que tapaba su cara, dejando al descubierto sus ojos dónde todas las emociones eran expresadas y daban contexto a lo demás.

—Algo mundano, no lo entendería—.

—¿Mundano?—. Preguntó y Hyung Sik asintió con una sonrisa, le encantaba, que el príncipe fuera curioso y que confiara algunos de sus intereses con él, se sentía especial.

—El reino de la tierra es similar al de nosotros, pero sin él mismo poder, ellos son aún más débiles y mortales, egoístas, matándose unos a los otros para la supervivencia, es el peor de los reinos pero el más curioso, sus habilidades han sido ocultas y reducidas por los pecados que han cometido, es el peor de los reinos—. Respondió Hyung Sik, el recibía todas las cartas que eran enviadas al castillo y al príncipe personalmente.

Y por su puesto vió la carta que pedía una audiencia con Taehyung, por parte del rey Namjoon.

No quería comenzar la curiosidad en el príncipe, cortar lazos con aquel reino definitivamente sería la mejor opción.

Pero Taehyung era demasiado impredecible.—Solicita una audiencia con su rey—. Pidió sin quitar la vista del mural.

—No estoy apto para aceptar su petición—. Respondió Hyung Sik.

—Entonces lo haré yo—. Respondió dándose la vuelta, caminando con calma.

—Hyung Sik—. Vió cómo Taehyung desaparecía de su vista a la vez que Jimin salía de un pasillo.

Por la expresión en su cara supo que había escuchado todo.

—No lo permitas—. Habló Jimin, con la respiración aún más pesada que de costumbre.

—Sólo sigo órdenes de él joven Príncipe Taehyung y de su padre, perdóneme—. Hyung Sik se inclinó ante el para después retirarse por otro de los tantos pasillos en aquel castillo.

Caelum|VharemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora