That boy is a monster.

Capítulo 15.

¿Qué? Hyungwon parpadeó varias veces, esperando alguna sonrisa de Kihyun que le indicara que todo era una broma, pero no, seguía mirándolo con determinación, estaba bastante serio, no podía ser una simple broma. ¿Besarlo?, por la personalidad de Hoseok, era posible.

¿Cuándo lo besó? Supuso que anoche, cuando fueron a buscar a Kihyun a aquel sitio; sí, ¿pero por qué lo hizo?, ¿besaba así a todos? Agachó la mirada, no podía seguírsela sosteniendo a Kihyun. Buscándole una explicación lógica, recordó las palabras de Hoseok.

“Le hice creer que andaba por ahí buscando algún revolcón con alguien. Lo siento, hyungwon, tuve que usar a tu amigo para eso”.

Sintió que le volvía el alma al cuerpo, quizá por eso lo hizo, en ese momento no lo entendió, pero debía tratarse del beso que le dio a Kihyun. Intentó convencerse de ello, no podía juzgar a Hoseok sin antes hablar con él. No le gustaba el hecho de que besó a Kihyun, pero era un momento de emergencia.

—No lo conoces Kihyun, él es un tanto diferente…

—Ni quiero conocerlo, ese chico es un busca faldas, y también se me insinuó. ¿Cómo te puede gustar? Que vulgar, ni se te ocurra verte con ese.—Hyungwon suspiró, no podía contarle nada a su amigo de lo que Hoseok era, pero tampoco podía permitir que se viera con ese tipo, que según el íncubo, era un demonio.

—Escucha Kihyun, Hoseok me dijo que te besó, él…—rayos, no le gustaba mentir, pero era por una buena causa, necesitaba alejar a Kihyun de ese demonio.—Él me dijo que te vio con ese chico, Hoseok lo conoce, dice que no es alguien de confianza. Te besó para que ese otro no tenga interés en ti.

—Ese otro se llama Hyunwoo, y no es nada de eso. Es una persona muy amable y agradable. Me pidió salir con él, de una vez te lo digo.—Hyungwon se sorprendió.

—¿Qué? Kihyun, no lo hagas, él…
—Sé cuidarme solo, pero no puedo decir lo mismo de ti, eres tan inocente. Monja, me preocupo por ti, ¿acaso no lo ves?

Kihyun lo envolvió en un cálido abrazo. Se sintió mal por él, no sabía cómo ayudarlo, su amigo no quería dejar de verse con ese chico.

—Algo me dice que no me harás caso esta vez.—mencionó Kihyun sin cortar el abrazo.—Si ese idiota te hace algo, voy a matarlo.

Los dos se separaron. Hyungwon le sonrió.

—Y yo haré lo mismo con ese tal Hyunwoo si se atreve a dañarte.

—Tú no matas ni a una mosca, Hyungwon. Pero no te preocupes, sé que Hyunwoo es misterioso, parece esconder muchos secretos, pero yo no suelo equivocarme, él no es mala persona.—Hyungwon asintió esperando que tuviera razón, ¿pero qué tipo de demonio podía ser bueno? Ninguno.—Tengo que irme, venía sólo a decirte esto.

Kihyun le dio la espalda caminando unos cuantos pasos. Hyungwon agradeció que no siguiera insistiendo, tal vez el hecho de decir que Hoseok le mencionó ese beso, lo dejó más tranquilo.

—¡Ni se te ocurra tener sexo, eso sería un pecado para ti!—le gritó en plena calle. Hyungwon se puso de mil colores antes de cerrar la puerta con rapidez, rezando porque su madre no hubiera escuchado eso.

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Hoseok se levantó. Había permanecido escondido un rato. No podía permitir que el pastor lo viera a esas horas en la iglesia, no podía hacerse invisible, no podía convertirse en íncubo en un lugar sagrado; por el contrario, Jinhwan se mantuvo así, nadie se percataba de su presencia, podía caminar a su antojo por todo el lugar.

Por la noche no pudo dormir bien, estaba intentando buscar una manera para que Daios no descubriera a Hyungwon, pero no se le ocurría nada. No quería dejar de verlo porque sabía que no podría aguantar mucho sin estar lejos de él, se estaba enamorando y no podía evitarlo, no quería ser precisamente él la perdición para Hyungwon.