Capítulo 17.

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Esa noche Kihyun no podía dormir, todavía le daba vueltas al asunto de Hyungwon, estaba preocupado por su amigo, antes le encantaba la idea de que a Hyungwon le gustara un chico, pero después de conocer cómo realmente era, no deseaba que su amigo saliera lastimado.

Hyungwon le dijo que Hoseok le contó lo del beso, pero no quería decir que estuviera conforme, Hoseok no le daba buena espina, sabía que ocultaba algo, no entendía como una persona así podía tener a Hyungwon de esa manera.

—¿Qué puedo hacer? Hyungwon no va a escucharme, y sé que no me incumbe, pero no puedo dejar las cosas así.

Un ruido en casa lo hizo ponerse en alerta y escuchar con atención. Un nuevo ruido, esta vez más fuerte, Kihyun se levantó rápidamente y se puso al lado de la puerta, alguien andaba dentro de su casa.

Hacía unas semanas que se encontraba solo. Su madre había viajado para visitar a una hermana enferma, su padre estaba fuera del pueblo por negocios y no regresaría dentro de tres días. Estaba completamente solo.

Escuchó pisadas acercándose, tomó un florero, tiró su contenido y esperó. Salió de su habitación cuando sintió las pisadas cerca de su puerta. Apuntó al intruso, pero justo al dar el golpe se detuvo. Era su padre.

—¿Pero qué haces?, ¿Intentas matarme?—le dijo el hombre mirándolo con sorpresa. Kihyun bajó el florero poniéndolo en un mueble cerca de unos portarretratos familiares.

—Lo siento, pensé que se había metido un ladrón.—no le gustaba estar con su padre a solas. Su relación nunca fue buena, y después de saber que la chica aquella, la vecina de Hyungwon, se le insinuaba cada dos por tres y su papá no le ponía un alto, no lo toleraba.—Regresas temprano.

—Las negociaciones terminaron antes de lo esperado. Todo está en marcha, ahora que firmé el contrato con mis socios podremos mudarnos a la ciudad.—Kihyun se sorprendió por la noticia, él siempre quiso mudarse, la única razón por la que no se había vuelto loco en el pueblo durante todos esos años era por sus amigos. Pero ahora… no estaba seguro si irse era lo que quería.

—¿Hablas en serio?, ¿mudarnos?

—No hay razón para quedarse, aquí no hay nada. Tu mamá seguramente se alegrará. La ciudad es otro mundo, Kihyun .

—Claro, se te murió tu puta, en la ciudad hay millones más.—Kihyun detuvo el golpe de su padre tomándolo de la muñeca.—Ni se te ocurra ponerme una mano encima, o juro que te la regreso.

—No entiendo por qué tienes que sacar el tema, te has creado ideas erróneas.—dijo su padre molesto.

—No soy idiota, sé que te metías con ella, igual que el padre de Hyungwon, ese viejo que se cree la gran mierda.—Kihyun pasó al lado de su padre con rumbo a la salida.—No me voy a ir del pueblo.

Salió de la casa, estaba enojado, con ganas de llorar, pero no le daría el gusto a su padre de verlo vulnerable. Kihyun sabía muchas cosas de su papá, sus engaños; también en una ocasión había visto al padre de Hyungwon con aquella chica. Tal vez era un insensible, pero cuando murió le dio gusto, Hyungwon estuvo cegado por esa mujer que, aparte de meterse con medio pueblo, se acostaba con su papá, el gran señor Chae, el recto, el religioso. Una mierda.

Caminó por las calles, había algunas personas todavía despiertas. Kihyun siguió hasta detenerse en el burdel donde se veía con Hyunwoo, necesitaba hablar con alguien y él era bueno para escuchar sin juzgarlo.

—No entres ahí.—escuchó una voz a su espalda.

—Hyunwoo.—dijo Kihyun al darse la vuelta. Hyunwoo se acercó a él detectando su enojo, pero sabía que no era dirigido a él.

That boy is a monster.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora