•°• CIRCLE •°•

V

No reacciono, simplemente estoy estática ante la situación, observando en cámara lenta; procesando la información que mi cerebro se niega a aceptar. Aceptar el echo de que Tae me desplazó de su mapa y que ahora no significo nada.
Lo que decora la perfecta escena: Esa mujer sube a la tarima y carga a mi niña en sus brazos para luego besar a TaeHyung en la boca frente a los presentes.

—Muchas gracias a todos, espero que sea de su agrado, disfruten. Oh lo olvidaba, también hay una línea especial para los más pequeños.—dirigió sus ojos a mi pequeña.— Inspirado en mi hija.

¿Mi Hija? ¿¡Mi Hija?! ¡Aurora es MI hija! ¡Yo la di a luz! ¡Yo soy su madre! Y ella una impostora, serpiente trepadora que está ocupando mi lugar.
No podía hacer nada, no porque las ganas me faltaran si no porque Hwasa me observaba atenta a cualquier movimiento.
¡Qué rabia! Y yo como estúpida pensando en él y en todo lo que estaría sufriendo.

—Señora Jeon, es hora de irnos.

—Esta bien.— respondí aún aturdida.

No fui a la farmacia, estaba tan dolida y enojada al mismo tiempo que lo único que deseaba era llegar a casa y ahogarme en mi misma. Hwasa pareció entender lo que me pasaba, pues no pregunto nada y sólo se limitó a conducir en silencio.
Al llegar el vehículo del demonio ya estaba aparcado. Tomé aire y me preparé para sus gritos y escenas histéricas cuando puse un pie adentro.

—¿Por qué tardaron? Sabes que me gusta que estés en casa cuando llegue ¿o no?.—Dijo bajando las escaleras.—¡Contesta!

—Sí, es qu..

—Entonces, ¿¡Por qué mierda te empeñas en hacer lo contrario!?

—¿Puedes calmarte?, no tengo ganas de disc..

—Qué lástima.—chasqueó siníco.—Mirame cuando te hablo.—Tomó con fuerza ni barbilla obligándome a mirarle. No se que cara tendría porque sus facciones se suavizaron.— Escucha, no quiero lastimarte. No me gusta hacerlo y luego ver moratones en tu cuerpo, pero si no me dejas otra opción tendré que castigarte.—Suspiró.—Te lo preguntaré una vez más, ¿Por qué demoraron en llegar?

"Vi a TaeHyung y quise soltar todo pero me entero que fui reemplazada, cosa que me duele bastante ya que lo amo demasiado como para olvidarle".

Si le decía algo como eso firmaba mi muerte y de paso la de Kim y Aurora.
¿Qué podía decir? , no se me ocurría nada y entonces,

—Señor.—Dijo Hwasa entrando.— Fue mi culpa. Tomé una ruta demasiado transitada y nos agarró el tráfico, le pido que me disculpe. —Pobrecita, si las miradas mataran ella lo estaría por la afilada, oscura y dañina mirada de Jeon.

—Que sea ma última vez que haces una estupidez como esa. Para la próxima te despido. —Arrogante.—Lárgate. En cuanto a ti, quiero que te arregles para esta noche.

—¿Qué?

—Unos de los socios de mi padre firmó conmigo está mañana y nos invitó a la fiesta de compromiso de su hija mayor.

[...]

—...Si te preguntan como nos conocimos diles que en un vuelo. Perdiste el avión y viniste a la administración para ver que podías hacer.—Puso en marcha el auto tras la luz verde.—Otra cosa, no quiero que te separes de mi ni un solo instante ¿De acuerdo?—Asentí.—Bien.

Al llegar al lugar bajó primero y luego extendió su mano para ayudarme a salir; mentiría si dijera que JungKook no se veía guapo, porque Joder, aquel esmoquin lo hacía ver demasiado atractivo. Lástima que sólo sea una apariencia.

—¡Joven Jeon!

—Señor Kang, le presento a mi esposa, Fowart Lucy.

—Buenas noches.—dije tratando soñar natural.

—Un gusto señorita Lucy. JungKook, tu esposa es encantadora... Le has enseñado bien.

—Lo sé, ya sabe... La disciplina es indiscutible.

Entramos al salón y mucha gente se nos acerco a saludar; nos sentamos en una mesa y espere a que las horas pasarán. No conocía a nadie y realmente me estaba aburriendo con el pasar de los minutos.

—JungKook, tengo que ir al baño.—Hizó un ademán para que me acercará y entonces, susurró en mi oído.

—Tienes 10 minutos para volver. Si te demoras iré a buscarte personalmente y ruega a Dios que no te pille con alguien.

—No...

Bajo su atenta mirada de Halcón me moví entre la gente que disfrutaba de la fiesta.
Subí por las escaleras y me adentré por el pasillo semi iluminado por las lámparas incandescentes. No había nadie, al menos eso creía hasta que vi una cabellera entrar por una de las tantas puertas; por inercia lo seguí con cautela (creyendo que tal vez podría brindarme ayuda) y tras girar el pomo,

Lo vi.

Ahí estaba de espaldas observando la noche, jugando con algo entre sus dedos. Mi corazón comenzó a latir desenfrenado, como si hubiese estado mucho tiempo inerte, golpeando con ferocidad. Arrugué parte del vestido con mis manos tratando de calmar los nervios pero era en vano, su sola presencia era demasiado para mi. Me armé de valor cuando recordé la imagen de aquella mujer besándolo y lo llame.

—Kim TaeHyung.—Él lentamente se giró y me quedo mirando como quien ve a un fantasma. Su mirada se encontró con la mía y tras relamerse los labios hablo.

—Ki...—Se detuvo y negó con una amarga sonrisa que se esfumó en una mueca seria.—Fowarth Lucy.