" - Ven, con confianza. No pienso soltarte.
Con algo de miedo entro al agua, sujetado fuertemente las manos de su pareja. Hace mucho tiempo que no iba a una cabaña frente a una laguna y no estaba seguro si recordaba como nadar.
- Ves, no fue tan complicado.
- No vayas a soltarme.
- Jamas.
Entre caricias siguieron nadando en la oscuridad de la noche. Milo dejaba besos en el labio inferior del pelirrojo, bajando lentamente por su cuello, haciendo suspirar a su pareja. Camus no se quedaría quieto, sus manos volvían a reconocer la anatomia de su esposo.
- Aquí no Camie, no quiero que te enfermes.
- No me importa el lugar, si estoy contigo sé que estaré bien.
Volvieron a unirse en un beso que llevaba todo su amor y cariño, Camus se abrazo al cuello de Milo uniendolos más si era posible. Entre caricias el griego logro llevarlo dentro de la cabaña, una vez en la sala lo dejo con cuidado en el sillón y otra ronda de besos más rudos y pasionales comenzo. Sabia perfectamente que su amante al no poseer el sentido de la vista era mucho más sensible a las sensaciones de su cuerpo y lo ocuparía a su favor.
Comenzó a dejar suaves toques con sus labios por su pecho, subiendo y bajando, sus manos bajaban de una forma lenta el short mojado, cuando logro sacarlo lo lanzo lejos sin importarle donde cayera, solo le importaba su Camus nada más. Un suspiro escapo de sus labios al sentir las manos de Milo recorrer sus piernas, él por su parte apretaba con ligera fuerza las rubias hebras entre sus dedos.
-Hoy te haré sentir algo que nunca antes has experimentado.
Siguio descendiendo con sus labios hasta llegar a la entrada de su adoracion. Ni siquiera lo pensó hundió su lengua en lo más profundo de su intimidad, mientras sus dedos recorrían la figura de su amante. Los gemidos no paraban de escaparse de su boca, era una sensación algo incómoda pero a la vez placentera. Los dedos se unieron a su lengua. Cuando lo sintio listo volvio a subir hasta su boca.
- ¿Estas listo Cam?
- de... dejame conocerte de nuevo.
Milo sonrió, dejo que las manos de su pareja volvieran a conocer su cuerpo, sus blancas manos recorrian la piel morena, delineado cada músculo, el largo de sus cabellos, el perfil de su rostro.
- Realmente eres hermoso, Milo.
- No más que tú.
Unió sus labios con los ajenos al mismo tiempo que comenzaba a entrar en él de una forma lenta, no era la primera vez que lo hacían pero eso no significaba que no seria cuidadoso con su amado pelirrojo. Un vaivén lento comenzo. Camus podía sentir como sus paredes internas eran rosadas formando un pequeño placer que iba en aumento. Milo subió sus piernas a sus hombros para llegar más profundo en él, los gemidos no se hicieron esperar las embestidas eran directo en su punto dulce. El rubio estaba fascinado con la imagen que su amado le daba, su rostro completamente sonrojado, la saliva que bajaba por su mentón, su boca pidiendo por más, sus manos recorriendo tanto su cuerpo como el propio, por ultimo pero no menos importante, sus ojitos ciegos mostrando un claro placer.
Lo unico en lo que ambos podían pensar que esa noche nunca acabara, que fuera eterna. Ademas esa ocasion fue especial, por ella el día de hoy una personita crecía en el vientre del francés. "
- La presencia de Milo se extraña demasiado en el canal, los actores, animadores, bueno todos preguntan por él.
Saga, Kanon y Aioria había podido al fin librarse de su trabajo para visitar a Camus, sin Milo al equipo creativo se le habían multiplicado el trabajo, por ello no habían podido apoyar a uno de sus mejores y más queriados amigos antes. A un mes de la tragedia a Camus le costaba creer en su historia y preocupación, sobretodo por que ellos tres eran parte de la lista de sospechosos de la que solo Kardia y él tenían conocimiento. Aun le costaba creer que posiblemente entre ellos se encontraba el culpable de todo esta situación, sus amigos, mejores amigos se podía decir que casi eran como su segunda familia y que todo se estuviera cayendo a pedazos por su culpa, le daban ganas de llorar, gritar y matar a golpes a quién fuera.
- Deben tener sospechosos ¿no?- Kanon miro a su gemelo como diciendo que se callara no habían venido para estresar más al pobre francés con ese tema.
- Saga, callate. No venimos para hablar de eso. - el mayor se gano un buen golpe en la cabeza.
- No me pegues desgraciado, era solo una pregunta.
- No te preocupes Kanon, no pasa nada- para sorpresa de los tres Camus se mantenia tranquilo ante la situación- Y si, hay sospechosos, varios de hecho, pero no puedo decirles quienes son.
- ¿Porqué?
- Por que eso es confidencial.- la voz de Kardia hizo saltar a más de uno. Aunque tenia la misma edad de los gemelos debían admitir que los intimidaba y bastante.
Los sospechosos no podían ser divulgados a la ligera, por el simple hecho de que la mayoría de sus conocidos se encontraban en esa lista, no querían que por un descuido los responsable se pusiera alertas y desidieran atacar. Ademas que la información que traía no era para nada buena.
- Ahora caballeros debo pedirles que se retiren, tengo asuntos importantes que atender con el francesito y no quiero metiches.
Una vez que los tres invitados se fueron, Kardia se sentó frente a Camus aun pensado si contarle su descubrimiento o no, sabia que se pondría mal y puede que incluso no le creyera pero no tenían opción, a él mismo le dolió cuando al revisar por fin las cámaras de seguridad de la calle encontró algo para nada agradable, para ninguno de los dos.
- ¿Que pasa Kardia?
- Hay un nuevo sospechoso en la lista...- vio como su cuerpo se tenso. Esa maldita lista en vez de disminuir aumentaba.- y no te va a gustar.
🔹🔹🔹
Hola!
Un nuevo sospechoso aparece ¿Quién creen que sea?
Mis amores no tengo excusa valida por desaparecer, asi que mínimo se merecen dos capítulos esta semana ¡Ya estoy trabajando en el proximo!
ScorpioNoMilo 😅
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Testigo.
FanfictionUn terrible crimen y un único testigo, la pareja de la victima, un joven ciego.