Podía escuchar una voz lejana pero no era ninguna que conociera tal vez de la television o radio. Sentía su cuerpo pesado y que estaba acostado en ¿Una cama? Momento, ¿Donde demonios estaba metido? No recordaba haberse ido a acostar, solo haber recibió la noticia de que su primita necería esa tarde, haberle avisado a Hyoga y esperarlo para que lo fuera a dejar a la clínica, pareciendole demasiado extraño que lo hiciera comer primero, luego de eso un sueño extraño y pesado lo ataco.
Eso era lo ultimo que se venia a su cabeza, por más que trataba de acordarse de algo más nada llegaba a su memoria. Cuando por fin puedo abrir sus ojos se dio cuenta de que se encontraba acostado mirando el techo. Esa no era su habitación ni ninguna otra que él conociera, se desespero. Quiso salir corriendo de ahí pero su cuerpo aún entumecido y un pequeño sollozo como el de un bebé lo detuvieron.
Se giro en la cama como pudo solo para ver que un pequeño bebé recién nacido lo acompañaba. En su manita derecha aún estaba puesta la pulsera con su nombre.
- Dariela Metaxas Bellrose. ¿Que... Que haces aquí?
En ese momento supo que no podía quedarse en ese lugar ni él ni ella, alguien los habia alejado de su familia, podía imaginar lo triste y desesperado debia estar su tío buscando a su pequeña hija sumándole su propia desaparición. Reuniendo toda la fuerza que tenia trato de levantarse, pero todos sus esfuerzos fueron en vano cuando vio entrar a su mamá con una sonrisa que nunca antes había visto en su vida.
- Oh Dégel veo que ya despertaste.- se acerco a la cama tomando a la niña en brazos.
- ¿Que hace Dariela aquí?
Con el poco valor que tenia en ese momento se forzó a hablar, no era la primera vez que veía las cosas locas que hacia el rubio solo que esta vez se habia pasado y mucho.
- ¿Dariela? No sé quien es, este bebé es tú hermano, ¿Que no lo reconoces?- volteo a la bebé en su dirección para que pudiera verle bien el rostro- Mystoria por fin volvió con nosotros.
- ¿Que estas diciendo? ¡No es mi hermano es mi prima!- se levanto de la cama, encarando al mayor- ¡Es hija de mi tío Camus y mi tío Milo!
No recibió respuesta a eso solo una mirada de tristeza, como la que se le da a un loco o un pobre animal. Hyoga acariciaba su rostro con algo cercano al cariño como compadeciendose de él. Creyendolo tal vez un loco o que no alcanzaba a comprender que había cumplido su promesa.
- Te lo prometí cuando eras pequeño ¿No? Pude cumplirlo mi niño.
Dégel quedo congelado en su sitio, recordaba esa promesa.
"Desde la muerte de Mystoria había pasado muy poco tiempo, estaba triste porque su hermanito no logro nacer, ya no podría jugar con él o hacerle cosquillas como siempre quiso.
Aun siendo tan pequeño se daba cuenta de lo mucho que afecto a su mamá lo veía pasar el día entero en la habitación que seria para su hermano. Un día en su inocencia se atrevió a preguntarle si su hermanito algún día volvería con ellos, esa pregunta sin querer despertó el lado más oscuro de su madre. Hyoga le acaricio la cabecita con cariño.
- Claro cariño mío, te prometo que haré que vuelva algún día.
- ¿De verdad?- los ojitos le brillaron de solo imaginar que Mystoria jugaria con él.
- Por supuesto.- le sonrió.
Estaba feliz porque su mamá siempre le cumplía sus promesas."
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Testigo.
FanfictionUn terrible crimen y un único testigo, la pareja de la victima, un joven ciego.