A un mes del día en su amado griego abrió por fin los ojos, le dieron el alta y pudo volver a su casa. Caminaba pero con muletas, se negó un millón de veces a usar una silla se ruedas y tuvo que quedarse dos semanas más en el hospital para recibir las terapias correspondientes.
Estaba bastante feliz de tenerlo consigo de nuevo, aunque tenia que soportar los berrinches de Milo por las "cosas del demonio" berrinches que lo hacian reír y mucho. Era bastante raro escuchar a su esposo rabiar con algo que lo debía ayudar.
Una vez en su casa Milo se tiro al sillón de golpe, ya no quería nada con las muletas las termino tirando lejos. Vio con adoración como Camus se acomodaba a su lado con su linda pancita de seis meses. Se perdio gran parte del crecimiento de su hija, trataría de disfrutar al maximo los ultimo tres meses de gestación antes de conocerla. Coloco su mano sobre el abultado vientre esperando sentir algo.
- Milo, es temprano no suele moverse mucho en la mañana, por suerte.
- Ay, vamos pequeña Darielita hermosa, no quiero despertarte tan temprano pero quiero sentirte.
Una pequeña patada a su mano fue su respuesta, los ojos le brillaron y tomando por sorpresa a amado pelirrojo le robo un beso, demostrando su felicidad y cuando había deseado besar sus labios esos largos meses que estuvo en coma, por culpa de gente que se hacían llamar sus amigos pero se notaba que no les tembló la mano a la hora de atacar.
- No sabes cuanta falta me hiciste.- Camus apoyo su cabeza en su hombre, mientras que él lo rodeaba con uno de sus brazos.
- Supongo que la misma falta que me hiciste tú a mi.- beso su frente - pero ¿Sabes? Me alegro de que ese día se desquitaran conmigo y no contigo, sino puede que esta linda pancita no existiera.
No se atrevía a contarle aún que una vez estuvo a punto de abortar por culpa de las mismas personas que lo apuñalaron, mejor se callaba no quería arruinarle la felicidad. Zaphiri los veía desde la puerta de la sala, noto el cambio en la actitud de Camus, él también fue madre, también le oculto cosas a Krest cuando esperaba a Milo pero no algo tan grande como lo que a su "segundo" hijo le habia pasado. La presencia de Dégel a su lado lo hizo mirarlo, el adolecente se notaba más pálido de lo normal y sabia que desde el día anterior no andaba bien.
- Ven conmigo enano.
Justo en ese momento tocaron la puerta, iba a devolverse pero la voz de Milo lo detuvo. Se llevo a Dégel a una de las habitaciones en el segundo piso. Una voz con un claro asentó sueco se escucho por toda la casa, dejaría a su hijo rabiar un rato.
- A ver, voy a ser directo contigo pequeño, desde antes de ayer que te noto raro, dime ¿Que tienes?
- No sé, solo me siento mal.
- ¿Mal, pero que sientes?- le tocaba el rostro buscando sientomas de fiebre o algo parecido.
- Como ganas de vomitar, culpo algo que comi tal vez alguno de los antojos raros de mi tío.
Tenia sus ligeras sospechas de que le estaba mintiendo.
- Dégel te he visto muy cercano a mi sobrino, sé que tiene una relación dime, ¿Lo han hecho?- Los colores se le subieron al rostro, eso habia sido demasiado directo, sabia que Zaphiri era de andar sin rodeos pero no pensó que tanto.- Vamos enano contestame. Fui madre sé reconocer los síntomas de un embarazo y los tuyos se parecen, yo no te diré nada malo, solo respondeme.
Asintio despacio. No creía estar embarazado usaron protección, pero sabia que nada era cien por ciento seguro.
- Bien, si esto sigue dos semanas más me avisas y hacemos una prueba ¿de acuerdo? Y no te preocupes, Kardia lo que más quiere es una familia. No te dejara solo, te lo aseguro sino yo mismo lo dejo sin aguijon. ahora bajemos, que Milo tiene que estar rabiando con Afrodita.
~•~
C
uando abrió la puerta Afrodita, DeathMask y Shura entrado, mostrando una evidente alegria por verlo bien. Pero el de cabellos celestes no habia dejado de hablar del viaje que habia hecho con el italiano a Suecia para que conociera a sus familiares. Ahora se encontraba con Camus dejando en su regazo un montón de regalos para su futura sobrina.
- Le compre los trajecitos más lindos que encontré para la niña, y un monton de peluches. ¡Ah! Y mi mamá hizo un vestidito especialmente para ella.
- Gracias Dita, no tenias que molestarte.
Camus trataba de acomodar las cosas que su amigo dejaba en sus piernas, con solo tocarlas se notaba que eran telas delicadas y bonitas, desde ya se daba cuenta que su niña seria muy consentida por el sueco.
- No es molestia, todo para la primera niña que habrá entre nosotros, ¡Pido ser el padrino!
No podía verlo pero estaba seguro que Afrodita sonreía a lo grande, recordaba que lo hacia y mucho cuando se emocionaba con algo. Por su parte Milo molestaba a Death.
- Así que conociste a tus suegros.
- Creeme amigo que estuve en el cielo, ya vi de donde saco la belleza mi rosa. Su mamá no aparenta para nada 55 años. Si tenemos hijos tendrá buenos génes.
Siguieron conversando entre bromas, Shura como siempre conversaba poco y solo respondía cuando debía, pero esta vez estaba mucha más callado de lo normal. Milo lo miraba de reojo nunca le dio buena espina ese hombre solo lo toleraba por ser amigo de su bello pelirrojo. Cuando el español decidió irse, estuvo más tranquilo.
- Oye bicho, ¿Como va... tú ya sabes qué?- miro a Afrodita seguir contándole cuanta cosa se le ocurria al francés- Si aún falta podemos aportar más, Dita esta emocionado de que su amigo vuelva a ver.
- No se preocupen tengo la cantidad exacta, esos desgraciados ese día no lo encontraron y no lo harán.
- Pues me alegro, te esforzasre mucho para tenerlo como para que lleguen otros a robarlo. Pero ya sabes cuenta con nosotros si es que necesitas más...
Algo rompiéndose en el segundo piso llamo la atención de todos, Death se levanto de golpe y siguió a Zaphiri para ver que pasaba. El mayor de los dos se encontró con un panorama para nada bueno. Quien sea que haya entrado había estado muy cerca de donde su hijo guardaba su tesoro.
🔹🔹🔹
Hola!
Que creen, ¿Dégel estará embarazado de verdad o son solo dolores de estomago por comer de los antojos raros de Camus?
¿Descubrirán quién casi encuentra el tesoro?
¿Milo dejara de odiar las muletas?
¿Dita conseguirá ser el padrino de Dariela?
¡No se lo pierdan en el proximo capitulo!
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