CAPITULO 4. ME DA UNA ORDEN DE VIDRIOS ROTOS

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CAPITULO 4. ME DA UNA ORDEN DE VIDRIOS ROTOS

Hay una frase que dice “la suerte es una flecha lanzada que hace blanco en el que menos la espera”, en mi caso esa flecha atraviesa todo mi cuerpo hasta seguir su camino alejándose de mí. Por otro lado se dice que “La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”, pero para mí los grandes golpes que me da la vida se convierten en pequeñas cosas llamadas moretones, y eso sí que ocurre todos los días.

A lo que me refiero es que desde que salve a Natalia flores alias la “chica rara” o “el demonio de bufanda roja”, se ha complicado mi existencia y por lo tanto mi vida (si de por si no era muy buena). Y para empeorar las cosas me han emparejado con ella, para que trabajemos juntos en la clase de artes durante todo lo que resta del año escolar. Lo peor es que para la próxima semana tenemos que entregar un proyecto para esa clase, en donde demostremos nuestras habilidades artísticas. Si el trabajo fuera individual no habría tanto problema ya que bien podría elegir una de las canciones que tengo en mi cuaderno de composición y la presentaría ante la clase, sería un 10 demasiado fácil (es en la única materia que me va bien) pero para mí desgracia el monstruo de bufanda roja tiene que entregar el trabajo junto conmigo. Será un completo desastre que talento podría tener esa chica tan extraña; leer un libro al revés, por favor, en mi opinión eso de la historieta japonesa que se lee de derecha a izquierda es solo una excusa para no aceptar que la estafaron, aunque para ser una mentira actuó muy bien, tal vez su talento sea ese, mentir.

En fin lo único que me queda es tratar de trabajar con ella y ponernos de acuerdo antes de que acaben las clases ya que mañana es sábado.

-Oye, tu chica rara que es lo que se te ocurre que podamos hacer para la clase de artes…………..oye que no me escuchaste. Le dije.

En ese momento voltee a observar que estaba haciendo, y simplemente seguía leyendo su libro raro.

-Todavía sigues con eso, no es momento para que estés leyendo tu libro raro, no ves que aún tenemos que planear nuestro proyecto para la clase de artes.

-Sí, si claro el proyecto, es muy importante hacerlo, claro. Lo decía mientras estaba distraída leyendo.

-Vamos tómalo un poco más enserio, ya faltan 5 min para que se acaben las clases, será mejor que nos pongamos de acuerdo, para ver que haremos de proyecto.

-Espera, espera ya casi lo termino, solo dame un poco más de tiempo. Lo decía sin quitar la mirada del libro y haciendo un movimiento con su mano derecha.

-Si tiempo es lo que no tenemos, ya casi se van a acabar las clases (cuando de repente suena la campana que marcaba el fin del horario escolar), lo ves ya se acabaron las clases, no nos queda más que reunirnos en algún lado mañana.

-Sí, si mañana en mi casa a las 3, color verde frente al jardín del centro, ya deja de molestar.

-Bueno entonces nos vemos mañana, y será mejor que te des prisa o cerraran la escuela junto contigo.

                        ……………..Después de dos horas, siendo la única en el salón……….

………………………..Que donde están todos, que me dijo ese vago greñudo, a malditos mangas y animes se apoderan del tiempo y el espacio, esperen que es ese ruido………. Demonios están cerrando la puerta de la escuela.

Ese mismo día después de la escuela me tocaba ir hacia mi empleo. Trabajo de una a dos veces por semana en un pequeño restaurante que está a dos cuadras de donde vivo, claro no soy ni el cocinero o el que lleva las cuentas, ya que en ambas cosas o quemaría todo el lugar o bien lo dejaría en banca rota. En lugar de eso, soy el ayudante general de todos (la forma elegante de decir todólogo), ósea soy el que asiste a todos en cualquier cosa que se les ofrezca, sé que no es el mejor trabajo del mundo pero me he esforzado lo suficiente para no hacer nada mal, de hecho me divierte ir a trabajar, y más en estos momentos ya que el monstruo de bufanda roja no me molestara ahí.

Al llegar al lugar comencé auxiliando al cocinero o mejor dicho a la cocinera. Esa cocinera se llama Abril y es la hija del dueño y jefe del lugar; y a pesar de que solo cuenta con 15 años de edad los platillos que prepara son los que mantienen a la clientela del lugar. Además de que tiene una extensa lista de pretendientes que van al restaurante con la esperanza de verla, entre estos pretendientes se encuentran personas mucho más grandes que ella, no por el hecho de que sea un mujer muy dedicada a su corta edad, sino que en sus grandes cualidades se encuentran ser muy linda y encantadora. Como nadie se podría enamorar de una chica con grandes pestañas chinas, ojos verdes, piel clara y con un cuerpo muy bien formado (claro a pesar de que solo tiene 15 años). De una y otra forma aunque sea muy linda no estoy interesado en ella ni en lo más mínimo (claro, después de haber hablado tan bien de ella y de todas las cualidades que tiene).

-Oye leo te ves más estresado que de costumbre, que es lo que te pasa. Me dijo.

-No es nada, solo que últimamente una persona me ha causado muchos problemas. Le dije.

-Pues en la forma que me lo cuentas no creo que se trate de algo tan sencillo.

-Bueno es que hace algunos días conocí a una chica que……….

-Enserio, una chica eso es raro en ti, vaya parece que has empezado a entrar en la pubertad. Lo dijo con una pequeña sonrisa.

-Que tú también con eso (aunque viniendo de ella no se escucha tan mal), no claro que no es eso, sino que solo me ha causado tantos problemas y cada vez que intento alejarme de ella por azares de mi mala suerte termino encontrándomela.

-Ya veo, eso sí que es un problema.

De pronto alguien entro a la cocina; era el hermano de Abril y también el bajista del grupo ya desde hace 2 años. Su nombre era Roberto y gracias a el obtuve el trabajo y termine de formar la banda. Aunque parezca muy joven su forma de pensar es demasiado madura, y es muy franco así que sus comentarios son un poco duros para los demás, eso era más que perfecto para alguien que estaba estudiando leyes en la universidad.

-Hey pervertido deja de hablar y mirar a mi hermana y ven para acá, que no te basta con la chica que tenías en el sofá de donde ensayamos el otro día.

-Ya voy, y ya te dije a ti y al resto de la banda que esa chica no tiene nada que ver conmigo.

-Si como tú digas (sarcasmo), de todos modos a lo que venia, felicidades te promovieron, uno de los meseros no llego y tenemos casa llena.

-Que!!!!! Acaso quieres que sea mesero, pero si yo nunca he hecho algo parecido.

-Es muy sencillo, además solo es por esta vez así que apresúrate y cámbiate

(Vaya frialdad con que maneja las cosas ese tipo) …………..2 minutos después………………

-Bien ahora que ya te cambiaste, atiende a esa chica que acaba de llegar esta en la mesa de hasta el fondo.

-Sí, si como digas (maldita sea no sé cómo hacer este tipo de trabajo)

-Buen día señorita, puedo tomar su orden (eso estuvo más que perfecto para empezar). Le dije.

Cuando de pronto la persona que está sentada en la mesa baja el menú y se alcanza a ver su rostro, y una bufanda roja que se enreda en su cuello.

 -Sí, claro que la puedes tomar, quiero una limonada, un chesecake y a otro mesero que no sea un vago de cabello largo por favor.

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ME ENAMORE DE UNA OTAKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora