CAPITULO 9. INTENTO DE ESCAPISTA PARA UN LUNES DE MALA SUERTE

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CAPITULO 9. INTENTO DE ESCAPISTA PARA UN LUNES DE MALA SUERTE

Ay diferentes personas a las que les desagradan diferentes cosas, unas más especiales que otras, es decir que suelen ser irritadas por cualquier cosa. Como en un caso en donde había un tipo que odiaba las paradas de autobús en zonas donde no pasaba la ruta con mucha frecuencia, o en palabras de él “las paradas de autobuses que no servían para nada”, a lo que viene esto es que ese sujeto comenzó a destruir por las madrugadas cual parada de autobús que le pareciera inútil. También había otro caso similar en donde una persona que odiaba las señales de alto que se encontraban en distintos puntos de la ciudad, ya que él decía que no servían para nada, entonces comenzó a robárselas; cuando la policía se dio cuenta de sus actos ilícitos lo arrestaron y descubrieron que en su casa tenía más de 50 señales de alto escondidas en su patio. En mi caso yo no soy una persona quem e irrite con tanta facilidad, en realidad solo existen dos cosas en el mundo que lo hacen y son la censura y que hoy sea lunes y haya clases. Así que me tuve que levantar temprano para ir a la escuela, y además me levante demasiado cansado y ojeroso, para después dirigirme a la escuela y comenzar con un magnifico día de aprendizaje y…… «A quien engaño es México para los maestros es más que suficiente, que sus alumnos digan presente en sus clases, en lugar de que aprendan», bueno digamos que solo me levante temprano y me dirigí a la escuela.

Para cuando llegue todavía era muy temprano así que solo me senté en mi butaca y espere hasta que empezaran las clases, por suerte el monstruo de la bufanda roja aún no había llegado, así que podría descansar un poco ya que el día de ayer fui a la competencia de Lucy, donde por cierto quedo en segundo lugar, y todo porque se lastimo el tobillo estando ya en la última etapa, pero que se le va hacer. Bueno por el momento tal vez me duerma un poco hasta que comiencen las clases.

                                                    ……………..5 minutos después………..

—Despierta ya no es hora de dormir, además la clase ya comenzó. Me dijo el monstruo de bufanda roja.

—Ah—medio dormido— que, cuando, donde, quien?

—No sabes que a la escuela se viene a aprender y no a dormir.

—Que —aun medio dormido— porque me despertaste.

—Sera, porque ya estamos en clase, y si la maestra te ve durmiendo te sacara de la clase, todavía te hago el favor de despertarte y aun así te enojas.

—Ah—bostezando— si claro la clase.

—Por cierto—sacando algo de la mochila—mira lo que traje, es toda la serie de cybercat kurochan.

—Enserio—despertándose repentinamente—toda la serie completa.

—Si—presumiendo—te dije que la tenía en alguna parte, así que ten te la prestare por unos cuantos días, pero cuídala con tu vida.

—Claro—emocionado— vaya pensé que eras una persona que solo traía problemas pero viéndolo bien no eres tan mala después de todo.

En ese momento se escuchó la voz e la maestra diciendo.

—Natalia y Leonardo —molesta— fuera de mi clase, y la próxima vez que traigan ese tipo de cosas y hagan un escándalo por ello se irán de mi clase por una semana completa.

«Creo que hable demasiado pronto, hablar con ella es como si pasara debajo de una escalera o rompiera un espejo en mil pedazos»

Después de que fuimos sacados de dos clases y llegáramos tarde a una por culpa de ese monstruo de bufanda roja, seguimos con el horario escolar, aunque a pesar de que ya no nos sacaran de la clase nos llamaban mucho la atención, ya que ella comenzaba a hablar demasiado fuerte y no se callaba.

Y así se acabaron las clases con regaños por parte de todos los maestros «y yo que pensé que ya no me iba a meter en problemas por culpa de esa tipa rara». De pronto ella me dijo.

—Oye vagabundo trajiste tu guitarra para ir a practicar a mi casa, para lo del proyecto de mañana.

—Maldita sea «se me había olvidado por completo lo del proyecto de artes», no es que se me hizo un poco tarde y la deje en mi casa por apurarme en llegar.

—Que «pero si tu llegaste más temprano que yo», pues tendrás que ir por ella y luego regresar.

—Está bien «en realidad si se me había olvidado por completo, además que ni siquiera sé que pieza tengo que tocar».

—Pues apúrate —enojada— por el momento yo me quedare en la escuela y si te tardas demasiado me iré para mi casa.

De repente el egocéntrico compulsivo comenzó a lanzar comentarios absurdos hacia mí y el monstruo.

—Vaya, sí que ustedes no pierden el tiempo, se conocieron hace poco y ya se nota quien lleva los pantalones de esa relación en proceso, y tu Leonardo me sorprende que te gusten ese tipo de mujeres tan escandalosas.

—Largo de aquí —enojados— y deja de estar molestando.

—Wow —alejándose— y ya hasta completan la frase el uno del otro.

—Ah—suspiro— sí que es molesto ese tipo, lo bueno es que ya se fue, en fin, estas segura de que quieres esperarme aquí en la escuela no sería mejor que fueras a tu casa y nos encontráramos ahí.

—Y, que te encuentres a mi hermana de nuevo para que intentes arrebatármela estás loco, así que ve y será mejor que te apures.

—Bueno, como quieras «no puedo creer que piense que quiero robarle a su hermana, bueno aunque es muy linda» en ese caso ahora vuelvo.

Luego de ese trago amargo con el ególatra de la escuela al tratar de emparejarme con ese demonio prejuiciosos y después de dejar al descubierto mi irresponsabilidad respecto a lo del proyecto de artes, me dirigí hacia mi casa a toda prisa para tomar mi guitarra y regresar a la escuela, «además tengo que pensar en alguna pieza de guitarra clásica para el proyecto».

Cuando por fin llegue a mi casa toque el timbre para que mi madre me abriera la puerta, pero desgraciadamente ella no estaba y para mi buena suerte me había dejado las llaves sobre el escritorio de mi habitación. Así que tuve que treparme por la pared de la fachada hasta que un oficial de policía me tomo de la camisa y me tiro hasta el piso, pensando que yo era un ladrón tratando de entrar y robar «enserio podría ser peor que piensen que trate de rentrar a robar a mi propia casa » después de que le trate de explicar que era mi casa y me había dejado las llaves dentro de ella, no me creyó y trato de llevarme a la estación de policía; entonces comencé a correr para evitar que me encarcelara injustamente «además de que mi madre no me perdonaría algo así», y así corrí por toda la ciudad durante más de una hora y media hasta que dieron las 6 de la tarde, hasta que por fin dejaron de perseguirme el oficial de policía y un compañero suyo.

En ese momento al final de la persecución pase por la escuela y recordé que tenía que regresar para hacer el proyecto de artes, y aunque ya era muy tarde y de seguro la chica rara ya se había ido quise checar un vistazo.

Así que camine por la acera agotado y fastidiado de jugar al escapista hasta que llegue al pórtico de la escuela, y no encontré a la chica rara «bueno en realidad no es algo sorprendente, ya que habían pasado más de dos horas después de que me fui de la escuela», después de eso seguí caminando cuando vi un pedazo de tela roja tirado en el suelo, nada raro es basura pensé, pero más adelante me di cuenta que el demonio prejuicioso estaba tirado a media calle con varios rasguños. Luego de eso trate de averiguar qué era lo que sucedía pero ella no recobraba la conciencia «exacto otra vez la misma historia», de pronto los oficiales de policía llegaron en el momento menos indicado «y yo que pensé que ya no me perseguirían», viendo la escena, pensaron que aparte de ladrón, había dejado inconsciente a una chica, y con más razón quisieron llevarme a la cárcel así que la tome y con la poca fuerza que me quedaba la cargue hasta mi casa «porque me pasa esto a mí», así que después de eso les puedo decir con toda seguridad que odio los lunes.

ESPERO Y LES HAYA GUSTADO EL CAPITULO DE HOY LA VERDAD NO SE SI MAÑANA PODRE SUBIR EL CAPITULO QUE SIGUE ASI QUE ESTEN PENDIENTES Y NO OLVIDEN COMENTAR Y VOTAR, SIENTO SI NO HE PODIDO CONTINUAR DE FORMA REGULAR COMO LO HE HECHO DESDE QUE EMPECE PERO ULTIMAMENTE HE ESTADO MUY OCUPADO.

ME ENAMORE DE UNA OTAKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora