ME ENAMORE DE UNA OTAKU

CAPITULO 12. EL PROTECTOR DE CABELLO ALBOROTADO

CAPITULO 12. EL PROTECTOR DE CABELLO ALBOROTADO

Si ponemos un poco de atención las cosas que percibimos están en constante cambio, desde pequeños detalles que no son muy relevantes y por lo mismo nunca nos damos cuenta de ellos, hasta lo que son cambios a gran escala. Todo es cuestión en la que uno ve y percibe todo esto. De igual manera la forma en la que vemos a las personas o sentimos algo hacia ellas puede cambiar de forma radical, ya sea para bien o para mal. Al igual que las suposiciones a futuro sobre el desempeño, habilidades o forma de ser sobre las diferentes personas que se nos presentan en el transcurso de nuestra vida, ósea la expectativa que tenemos hacia ellas.

Y todo esto va a que la forma en la que veo a la chica de la bufanda roja ha cambiado, no sé si un poco o de manera radical, y eso en algún punto me molesta un poco. Así que solo el tiempo dirá si ella es una persona de mi interés o solo es algo momentáneo. Por el momento solo queda ir a su casa a practicar más. Ya que después de que terminara la clase, la maestra se entusiasmó tanto con la presentación que tuvimos, y nos apuntó directamente en el festival cultural de la preparatoria. El cual se lleva a cabo cada año, y cada uno de los  estudiantes puede participar mostrando alguna habilidad artística, ya sea en dibujo, música, teatro o cualquier otra cosa.

Yo siempre toco con mi grupo en ese evento, pero por que nos gusta hacerlo, pero en este caso la maestra ni siquiera nos preguntó si queríamos hacerlo. Y yo que quería ir a mi casa a descansar un poco y ahora por su culpa tengo que ir a la cueva del monstruo a practicar de nuevo y para variar la maestra dijo que quería una melodía e historia diferente, no sé en qué cabeza cabe eso, como ella no es la que tiene que trabajar se le hace fácil solo mandar.

Así que ahora solo me queda seguir caminando junto a la chica rara para dirigirnos a su casa y comenzar a trabajar de nuevo porque solo falta una semana para el festival cultural. «Porque me pasa todo esto a mí».

—Ahh—suspiro— porque la maestra nos obliga a hacer esto, y más cuando mañana tenemos una excursión a otra ciudad para visitar el museo de antropología.

—Vamos deja de quejarte que no eres el único que también tiene que trabajar, además yo soy la que se lleva el trabajo más difícil, tu solo te pones a tocar tu guitarra y ya. Me dijo.

—Que—enojado— tu solo te pones a hablar y hablar que hay de difícil con eso, además las melodías que toco son muy complicadas.

—Si claro —sarcasmo— como si fuera tan complicado presionar cuerdas de nilón.

—Es mas difícil de lo que parece, además de que hoy no podré ir a ensayar por ir a tu tenebrosa cueva de monstruo a la que le llamas casa. «Vaya que estamos tan cansados que por eso estamos  tan de mal humor»

—Eso—gritando— lo dices para que no piense que estas demasiado alegre para ir a ver a mi hermana, maldito pervertido.

—Y a que va todo eso de repente, a mi lo que me preocupa es que no iré a ensayar, no que iré a ver a tu hermana «a decir verdad no he ido a ensayar desde hace una semana».

—Si como no. Mientras comenzó a correr de la nada.

—Oye espera, porque corres, que no ves que ya estoy cansado de estar haciendo eso desde que me perseguía la policía.

—Mira—señalando la rama de un árbol— es el mismo gato que rescate la otra vez.

—Fue—cansado— porque corriste tan repentinamente.

—Iré a rescatarlo de nuevo—mientras se remangaba la sudadera— debe de estar asustado.

—Espera que acaso estás loca, está muy alto y recuerda que la última vez te lastimaste mucho «además de que me causaste muchos problemas, no estás tan ligera como lo piensas»