QUATRE

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I N E F A B L E

|ᴄ ʀ ᴇ s ɪ ᴇ|

(ʰᵒʸ ˡᵉˢ ᵃᵈᵉˡᵃⁿᵗᵒ ᵘⁿ ᶜᵃᵖᵉˡ ˡᵘⁿᵉˢ ⁿᵒ ᵛᵒʸ ᵃ ᵖᵒᵈᵉʳ)


Había demasiada gente en los pasillos como un mercado de domingo. Cresie trataba de evitar a las personas, pero terminaba chocando con más de una. Su objetivo era llegar hasta el otro extremo del campus para ir al aula de lengua francesa antes que los demás y meterse a escondidas para cambiar la carta que había escrito. Desde que la entregó se preguntaba una y otra vez por qué había escrito semejante estupidez. Era absurdo e incluso se estaba ridiculizando, pero el momento o el sentimiento le habían ganó y olvidó que lo más seguro era que el chico leyera su carta en voz alta. Lo bueno era que estaba en español, tanto él como la maestra y sus compañeros no entenderían nada.
     Las estudiantes se empujaban para conseguir llegar al buzón qué contenía las cartas. En la anterior escuela de Cresie también había un “buzón del amor”, pero los carteros iban directamente al salón de la persona con el horario de su grupo y entregaban la carta personalmente. De no ser así habría sido un caos, como en ese momento.
     No había conseguido llegar. La maestra ya estaba dentro y los primeros alumnos iban entrando. Se maldijo a sí misma y entró al salón. Se sentó en un rincón alejada de todos y más porque no quería hablar con ese chico.
     —Aujourd'hui, je vais distribuer les cartes de la Saint-Valentin —dijo la maestra sosteniendo una bolsa llena de cartas, sacó un sobre rosa y leyó con atención el nombre—. Martin, lis à la classe.
     «Tal como había pensado, vamos a leerla en frente de todos», pensó Cresie aterrorizada.
     Un chico rubio pasó a leer su carta que decía cosas simples como que la otra persona esperaba ser su amiga. Y como si fuera una maldición, la maestra sacó la carta que escribió Cresie. Ella buscó desesperada a Joshua y lo encontró unas filas más adelante mirándola.
     —Joshua, sil vous plaît lis.
     Cresie negó con la cabeza.
     —NI SE TE OCURRA —dijo en voz baja moviendo exageradamente la boca para que él entendiera.
     Joshua pasó por la carta con todas las miradas sobre él que se preguntaban que se habían escrito, miró el sobre dudando si abrirlo o no, pero después se encogió de hombros y se dirigió a la maestra.
     —Lo siento, pero creo que prefiero leerla en privado.
     Hubo muchas ovaciones y la maestra se extrañó un poco, pero lo dejó ir. Por unos momentos Cresie sintió que las cosas regresarían a su curso natural cuando vio que su compañero sentarse sin intenciones de abrir la carta, hasta que cambió de ángulo y vio que movía sus manos detenidamente para no moverse tanto.

     La estaba abriendo.
     Sacó la carta y la leyó sin entender qué decía.
     «¡Bingo! No sabe español», pensó Cresie con una sonrisa que se desvaneció al instante cuando vio que Joshua sacaba su celular y transcribía el mensaje en el traductor. Leyó detenidamente una y otra vez. Al terminar él volteó a verla, Cresie sintió que su rostro enrojecía y para evitar que él la viera volteó su cara al pizarrón y no se movió por el resto de la clase.
      Cuando fue su turno de recojer la carta hizo lo mismo que Joshua y nuevamente la maestra la dejó irse, pero con más curiosidad por saber qué se habían dicho esos niños.
 

   El timbre sonó, timbre que Cresie odiaba mucho. En su anterior escuela no existía tal cosa ni el tan querido lunch. En su escuela uno debía saber a qué hora empezaba y terminaba la clase y comía donde podía y cuando pudiera. El sistema del timbre y el lunch le recordaban mucho a su secundaria y a los pubertos idiotas de doce años.
     Cresie fue la última en salir y tal como había pensado, Joshua la estaba esperando afuera con la carta en sus manos. Se detuvo delante de él con ganas de empujarlo, pero se contuvo, solo era una carta.
     —Te dije que no la leyeras. Yo no leí la tuya —carraspeó.
     —Sino fueras tan misteriosa creo que te habría hecho caso —contestó con media sonrisa y le dio la carta—. Además, no tiene nada de malo.
     Tenía mucho de malo, aunque sólo eran unas cuantas líneas que tenían un gran significado para Cresie:

¿Pᴏʀ ϙᴜé sɪɢᴜᴇs ᴀϙᴜí?
Nᴏ ʟᴏ sé, ʜᴏʏ ᴍᴇ ʜᴇ ᴅᴇsᴘᴇʀᴛᴀᴅᴏ
ʏ ᴘᴇɴsé:
Hᴏʏ ϙᴜɪᴇʀᴏ ᴠɪᴠɪʀ.

     Debajo de ella había un recorte de hoja. La misma dónde había rayado la clase anterior y decía:

ᏆΝᎬҒᎪᏴᏞᎬ

      Cresie leyó con atención y le volvió a dar la carta. No quería volver a verla. Tampoco quería leer la de Joshua así que también se la regresó. Posiblemente él no entendió el mensaje y si lo había entendido lo mejor era mantenerse alejado de él para evitar preguntas incómodas. Y sabía la manera de conseguir un perfil bajo.
     —Cresie —dijo.
     —¿Cómo?
     —Mi nombre es Cresie.


ʙᴏɴᴊᴏᴜʀ ! ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴘᴏʀ ʟᴇᴇʀ ᴇʟ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ, ᴀɢʀᴀᴅᴇᴄᴇʀíᴀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴅɪᴇʀᴀs ᴜɴ ᴠᴏᴛᴏ ʏ ᴜɴ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏ ᴘᴀʀᴀ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴏ sᴀʟɢᴀ ᴀ ғʟᴏᴛᴇ ʏ ᴛᴇɴɢᴀ ɢᴀɴᴀs ᴅᴇ sᴇɢᴜɪʀ ᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ 💕

Eyes Like The Sea (Joshua Shea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora