Crime Scene (Kaisoo)

Capítulo 2

–¡Todos tienen una maldita coartada!– exclamó Luhan y se revolvió el cabello. 

Eran la dos de la mañana y los tres investigadores seguían atrapados en la oficina. Se habían pasado todo el día revisando archivos, entrevistando testigos y sospechosos, archivando papeles que ya no tenían validez para la investigación y comiendo ramen instantáneo. Su lugar de trabajo era un caos de carpetas, papeles y alimentos a medio terminar. 

Sus rostros se veían cansados, sus cuerpos se sentían adoloridos y sudorosos. Eran nada más que tres hombres agotados, encerrados en un lugar pequeño e incómodo mientras intentaban resolver un caso que parecía no tener salida. 

–He llegado a pensar que tal vez sí fue una sobredosis o un suicidio y que estamos aquí perdiendo nuestro tiempo– especuló el muchacho rubio, dejando a un lado los papeles que caen desordenadamente sobre su escritorio. Se sentó en su silla de ruedas que, con el peso muerto, se fue hacia atrás. 

–No se debería descartar esa posibilidad– intervino Jongin, mientras organizaba carpetas. –Es físicamente imposible que uno de ellos estuviera al mismo tiempo el lugares distintos– los papeles debían tener un orden lógico para no pasar por alto detalles importantes. Con todo y su metodología, no habían encontrado nada que los ayudara. 

–Yo no lo creo posible– comentó Kyungsoo. –La víctima no tiene antecedentes de consumo o abuso de ningún tipo de sustancia. Las personas que estuvieron con ella aseguran que ni siquiera bebió mucho. Es poco probable que una joven de su edad alquile una habitación por media hora para drogarse hasta causarse una sobredosis o para suicidarse– el novato mueve la cabeza. –Los suicidas cumplen con cierto perfil y las personas no se provocan voluntariamente una sobredosis con drogas ilegales cuando quieren morir. La cosa cambiara si fueran antidepresivos o si se hubiera herido. 

–Bueno, pues sus amigos pudieron mentir. Tal vez estaba muy ebria– contradijo Luhan. –Sólo piénsalo de esta manera: si es una persona con poca resistencia al alcohol, pudo cometer una imprudencia al intentar probar algo nuevo. 

–Eso es más improbable aún– explicó Kyungsoo. –Si es una persona que no bebe alcohol con frecuencia, ¿cómo va a experimentar con una sustancia tan adictiva, peligrosa y difícil de conseguir? Si además es inexperta, necesita ayuda para "experimentar". Si fuera una sobredosis causada, igual tenemos que atrapar a un criminal que le consigue drogas a una muchacha y que encima es un negligente al momento de administrarlas, causándole la muerte en su primer intento. 

–¿Y si le pidió a esa persona una dosis para poder morir?– supuso Jongin. 

–Pues eso sería muy tonto de parte de los dos. Es fácil conseguir cosas en farmacias y supermercados que te maten sin tanto conflicto. Y, todos esos productos, dejan rastros igual. Pero nosotros tenemos una chica con una sobredosis de drogas ilegales, en una habitación pagada por horas con un hombre que entra con ella, pero que no deja ADN en ninguna parte. Esto no es un suicidio, a esta chica la mataron.  

Los tres detectives siguieron con su discusión mientras daban sus argumentos ayudados de los vídeos, papeles, evidencias y documentos a su alcance. Estaba exhaustos, pero su interés por el caso los mantuvo despiertos y concentrados, buscando una solución a su gran misterio. Su ambiente se vio interrumpido por el fiscal. 

–No, no y no– dijo el hombre, sorprendiéndolos. 

Los muchachos no supieron en qué momento su jefe se materializó frente a ellos. Fastidiado, se acercó a la computadora y retrocedió el video para ponerlo en curso en el momento exacto.

–Quiero que piensen en todo. Esta es nuestra víctima– dijo señalando a la muchacha en la pantalla. –Miren como camina. Esa persona no tiene "dos" copas encima. Sus amigos mienten, para protegerla porque saben que hay alguien detrás de esto. El problema es que realmente no saben de quién se trata y nosotros tampoco. Por ahora.