Capítulo 4

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–¿Eres sospechoso por tu altura? ¡Es ridículo!– reclamó Baekhyun indignado. 

Ambos habían dado su testimonio de lo que había pasado esa noche, pero Chanyeol no había sido descartado como sospechoso por tener una altura similar a la del hombre que aparecía en el video, la única pista confirmada del caso. 

–¿Qué puedo hacer? Al parecer luzco como el asesino y no es divertido. Tengo una coartada y mi abogado me dice que no tengo nada de qué preocuparme, pero no puedo dejar de pensar que hay gente que sospecha que maté a esa chica. ¿Y si quieren cerrar el caso y me usan como carnada? ¿Y si me encarcelan?– el gigante se ve sumamente preocupado y su amigo niega con la cabeza. 

–No digas tonterías. Tenemos fotografías y videos con hora y fecha que prueban que estabas conmigo. Hay muchos testigos y, lo más importante de todo: no hiciste nada. Yo estuve contigo toda la noche y sé que es físicamente imposible que estés en dos lugares al mismo tiempo. Es cuestión de tiempo para que los abogados usen las pruebas para demostrar que eres inocente. 

–Sé que no lo hice, Baek. Jamás he hecho daño a nadie– Chanyeol se quedó callado por un instante. –Aún así estoy asustado. 

–Tranquilo, es normal. Estos trámites tienen su burocracia, pero todo va a estar bien. 

–¿Chanyeol?– una voz se escuchó al entrar en el cuarto de interrogatorios. 

–¿Kyungsoo?– respondió el alto muchacho poniéndose de pie. –¿Qué haces aquí?

Do Kyungsoo había reconocido el nombre de su antiguo amigo de la infancia y buscó en los expedientes de los sospechoso. Sabía que era imposible que Chanyeol le hiciera daño a nadie y era un pena que su altura coincidiera con el culpable. Después de revisar todos los documentos y la coartada, confirmó que el chico no tenía nada que ver y se tranquilizó. Descartarlo también significaba recortar la lista de sospechosos y acercarse más al asesino. 

–Debes estar contrariado, pero no debes preocuparte demasiado– dijo el detective intentando calmarlo. 

–¡Yo no lo hice!– exclamó el gigante. –¿Trabajas aquí? Yo no lo hice, estuve con mis amigos esa noche y lo único malo que he cometido es crecer, lo juro. 

La desesperación del chico conmovió  a Kyungsoo. Con calma, tranquilizó a su amigo y le explicó que el proceso legal debía cumplirse, pero que podía confiar en la justicia, ya que era inocente. El altísimo muchacho agradeció con lágrimas en los ojos, era una escena fraternal y tierna que hubiera enternecido a cualquiera. Pero Kim Jongin no era cualquiera. 

Era un detective, pero también era joven, ingenuo, enamoradizo y un poco torpe. Sabía que lo lógico era ser profesional y no mezclar sus sentimientos en el caso y evitar dejarse llevar por impulsos, pero eso no evitó que interviniera en el reencuentro de los amigos de la infancia. Era una tontería de su parte, porque al un involucrado lo había visto en un interrogatorio una vez y al otro lo conocía de pocos días, así fuera su compañero. 

–Detective Do, acompáñeme por favor– le pidió de manera cordial, pero sin evitar verse molesto. Kyungsoo enseguida se disculpó y fue detrás de Jongin. 

–Justo quería hablar contigo, creo que podemos reducir la lista de sospechosos principales, porque la coartada está comprobada y además...

–No deberías mostrar interés personal por los sospechosos, especialmente si todos tienen una coartada. Uno de ellos es el asesino y no descartaremos a nadie por ahora. Puedes meterte en problemas. 

–Tienes razón– admitió Kyungsoo. –Sé que esto no prueba nada, pero conozco a Chanyeol, no mataría ni a una mosca. Ese día estuvo con sus amigos y tienen fotografías y videos. Además, jamás estuvo en el baño. Si hubiera salido en los videos, lo hubiera reconocido.  

Crime Scene (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora