El fiscal Song regresó a la oficina después de haber encontrado una gran pista. No podía disimular lo increíblemente feliz que estaba. Después de la idea de Kyungsoo de hablar con el proveedor de drogas, las cosas parecían empezar a solucionarse.
–Está limpio– anunció el jefe al llegar y sus tres detectives lo miraron curiosos. –ZiTao no tiene rastros de drogas en su sistema. Le hicimos otras pruebas también, una cuando los atraparon en la discoteca y cuando eliminamos a los otros sospechosos. Siempre limpio.
–¿Y eso es bueno?– quiso saber Luhan.
–Claro que es bueno. Do y Kim encontraron un video de él comprando drogas. Pronto encontraré al maldito que las vende y podremos hacer el trato. Si nos dice las veces que ha comprado, fechas, frecuencia y cosas por el estilo, podremos demostrar que compra las drogas para matar, pero no para consumir. ¡Porque está limpio!
–¡Eso debería bastar!– exclamó Jongin entusiasmado
–No, no mientras no probemos para qué las usaba. Puede decir que también las vende, eso le daría una pena menor. Necesitamos que esto sea clave para el caso y darle la importancia que se merece– explicó el fiscal.–¿Han encontrado algo extra, que sea significativo?
–Yo sí– anunció Luhan. –Al parecer faltaba con mucha frecuencia a sus clases en la universidad. No tiene una asistencia muy frecuente, se presenta para ciertas cosas importantes, pero es intermitente para las clases normales. Su falta de rutina es un dolor de cabeza para mí, pero encontré que llamó la atención y se trata de alguien que frecuenta.
–¿Qué cosa?– quiso saber el jefe.
–Kim Junmyeon.
–El otro mocoso millonario– masculló el fiscal.
–Al parecer, ZiTao es como su protegido y se han salvado mutuamente de más de un problema.
–¿A qué te refieres con eso?
–Nuestro sospechoso estudia artes marciales. Es lo único que hace con constancia. Al parecer, es como un especie matón o guardaespaldas de Junmyeon. Tiene varios, pero ZiTao se ha ido ganando prestigio por su familia y su dinero. De todas formas, voy a ver si puedo averiguar más cosas sobre esto.
–¿Cómo conseguiste esta información?– preguntó sorprendido Kyungsoo.
–Me hice pasar por estudiante en la universidad e hice preguntas por aquí y por acá. Son chismes, pero los lugares que visité me confirmaron su compañía.
–Que esa cara de ángel sirva para algo– se burló el fiscal. –Muy bien equipo. Deberíamos seguir así. Mientras más rápido obtengamos la información, más pronto estará ese loco bastardo en la cárcel.
Jongin se acercó a la oreja de Kyungsoo y susurró algo. El mayor apenas esbozó una sonrisa, mientras el menor dejaba salir una risita culpable. Estaban en la oficina,con el jefe, Luhan y un par de personas más que organizan papeles o se encargaban de trámites.
El fiscal no les quitó la mirada de encima. Desde el primer día, se hicieron increíblemente cercanos. Incluso en su improvisada fiesta de cumpleaños, aceptaron que habían conseguido un departamento juntos, que compartían gastos y demás. Pero, a pesar de la seriedad de Kyungsoo y la timidez de Jongin, había algo en esos dos que le creaba una incomodidad que no podía explicar. No le molestaba para nada su buena relación, era una de las principales razones por las que trabajaban tan bien, incluso si Kyungsoo perdía la paciencia con frecuencia y golpeaba a Jongin así este se quejara como niño.
No le molestaba que estuvieran preocupados por el otro, que se trajeran comida o que se preocuparan por el bienestar entre compañeros. No le molestaba la total falta de conciencia que tenía Jongin cuando miraba con adoración a su hyung explicar cosas. No le molestaba que no pudieran estar separados mucho tiempo sin buscar cualquier excusa para acercarse. No le molestaba. Sólo tenía la sensación de haber tenido esta corazonada antes.
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Crime Scene (Kaisoo)
FanficUn asesinato en Seúl. La prensa busca en escandaloso hecho mientras fiscales y detectives intentan hacer su trabajo bajo más de una presión. Es así como el detective Do, un novato recién llegado, y el detective Kim, un desafortunado nuevo ingreso, t...