Capítulo 5

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Sehun estaba cansado, sucio y  hambriento. Entre los testigos y sospechosos, el muchacho que más información le había dado, había terminado de probar su inocencia y logró marcharse. Si bien tenía muchas más personas a las que podía acercarse, iba a ser extraño que fuera uno por uno para sacarles información sobre el caso, como si se tratara de un interrogatorio. No podía ser atrapado o dejarían de confiar en él. 

Por eso, tenía que cambiar de táctica y esperar a que los sospechosos intentaran ellos entablar una conversación. De esa forma intentaría dar pistas falsas e información incorrecta para ver si con la confusión lograba sacar una confesión. 

–Oh Sehun, es tu turno– el detective Lu tenía muy mala cara, cuando le exigió que saliera del lugar donde los sospechosos esperaban. Los demás lo miraron con empatía, sabían lo odiosos que eran los interrogatorios. 

El falso sospechoso salió de la sala y, cinco segundos después de la que puerta se cerrara, lanzó un suspiro de cansancio y empezó a estirar su cuerpo mientras se quejaba de las condiciones en las que había estado. 

–No puedo dejar que te des una ducha sin hacer lo mismo por los otros, pero por lo menos te compré algo de comer. Los niños mimados ahí dentro tienen familias que los consienten aún estando bajo sospecha de asesinato– Luhan le entregó un paquete de comida rápida. –Es lo mejor que pude conseguir.

–¿Sigues molesto conmigo?– preguntó Sehun, sentándose a un lado para devorar la hamburguesa, las papas y la gaseosa.

–Por su puesto que sí, ¿qué esperabas?

–Nada en realidad. Sólo pienso que si no estuvieras molesto conmigo... seguramente tuviera un plato chino hecho en casa, una de tus especialidades, pero como soy un idiota tengo un McDonalds.

–Te lo tienes merecido.

–Lu, hay algo que en serio quiero que sepas– dijo el más joven de los dos, mirándolo directamente a los ojos. –Sé que te llevaste la peor parte del escándalo. Sé que mucha gente quiere verte como un depredador sexual y a mí como víctima. Sé que no es justo lo que pasa y que hasta ahora no sabemos cómo mejorar esto sin arruinar más las cosas, pero escuchaste a nuestro abogado, debemos esperar para que el tiempo haga que la gente se olvide de nosotros y podamos seguir con nuestras vidas en paz. 

–Sehun, yo ya superé todo, en serio– le aseguró el rubio. –Eso no es lo que me molesta. Parece que no entiendes lo que pasa. 

–¿Entonces qué pasa? ¿Por qué me evitas? ¿Por qué sigues molesto conmigo? ¿Es porque no te avisé? ¡No podía decírtelo! Fue como una misión, estoy infiltrado porque tengo la estatura, puedo ayudar a tu caso, tu jefe me lo pidió.

–En serio, ¿cómo pudo pedirte algo así sabiendo nuestra situación?– el muchacho parecía indignado. 

–No se lo digas, podemos estar en problemas los dos por esto. Song en serio quiere resolver este desastre de caso, porque su reputación como fiscal depende de esto y puedo entenderlo. Pensé que apoyarte en esto sería una forma agradable de colaborar y trabajar contigo sin que se arme otro escándalo. 

–Ay, Sehun– Luhan parecía tener dolor de cabeza, tenía demasiadas cosas en la mente. –A mí no me molesta que ayudes en el caso o que quieras disimular en el trabajo para no meternos en líos, yo hago lo mismo. El problema no es que no me des atención en este infierno, es que no lo hagas cuando estamos a solas. ¿Comprendes ahora?

–Luhan, por favor...

–Nada de por favor. ¡Eres tan egoísta! Estás tan centrado en ti mismo que le estás dando la espalda a la persona que más te quiere.

Crime Scene (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora