Valentina Carvajal (Pausada)

10.

Valentina POV.

Despierto cuando siento los primeros rayos de luz entrar por la ventana de la habitación de Juliana. Me estiro y abro los ojos tratando de adaptarlos a la repentina iluminación.

Volteo a ver a mi novia, está dormida y hecha bolita en el otro extremo de la cama, parece que le quité las sábanas en el transcurso de la noche. Se ve re linda.

Me acerco hasta donde ella y le doy un beso en la mejilla. Sus labios forman una pequeña sonrisa y comienza a removerse en su lugar.

—Buenos días, princesa —dejo un corto beso en sus labios.

—Más mañanas así, por favor —sonríe de esa forma que tanto me encanta.

—Contigo las que quieras, hermosa —digo dibujando una sonrisa pícara en mi rostro.

—Tan temprano y ya empezamos —suelto una risita.

—Así me amas —le guiño un ojo.

—Así te amo —responde Juliana y me quedo estática.

¡Joder! Dijo que me ama, por dios, no estaba preparada para recibirlo.

Al ver que no digo nada más Juliana cierra los ojos con fuerza y se adentra en un mar de disculpas casi interminables.

—Perdón Val, yo... —antes de que siga hablando la interrumpo sellando mis labios con los suyos —No tienes que decir nada —me mira seria una vez que nos separamos.

Si serás Valentina, si serás.

Nos quedamos mirando a puntos diferentes de la habitación, se siente un poco la tensión, de verdad que arruiné el momento. Juliana rompe el silencio reinando en nuestro alrededor.

—Bueno... Iré por algo para desayunar, ya vengo —se levanta de la cama y sale de la habitación cerrando la puerta tras de ella.

Juliana POV.

—¿Qué fue eso? —me digo a mi misma en voz baja y respiro profundo.

Quizá lo que dije fue muy apresurado, quizá Valentina no siente lo mismo.

Hago mi trayecto hasta la cocina y preparo unas cuantas rebanadas de pan tostado con mermelada de fresa y otras con Nutella, sirvo leche en dos vasos y coloco todo en una bandeja para llevármela a mi cuarto

—¿A dónde llevas tanta comida? —me pregunta mi mamá recién saliendo de su habitación.

—Pues a mi habitación, ¿A donde más? —Lupe me mira con una ceja alzada —¿Qué? Tengo mucha hambre —trato de sonar lo más convincente posible.

—A este paso, te vas a poner como un elefante —ruedo los ojos.

—Bueno, si me permites —paso por un lado de mi madre y me adentro en mi guarida.

Cierro la puerta con el pie y camino hasta la mesita de noche para dejar la bandeja.

—He vuelto.

Valentina POV.

Desayunamos en silencio, ninguna dice nada y solo un par de veces cruzamos miradas pero las desviamos inmediatamente.

—Juls —la llamo.

—¿Si? —responde dándole otro mordisco a su comida.

—Sobre lo que dijiste... —deja la comida de lado y me mira con atención.

—Val, no tienes que decir nada, entiendo si aún es demasiado pronto —dice restándole importancia al asunto. Puedo notar una pizca de tristeza en su mirar, cosa que no me gusta ni un poquito.