Valentina Carvajal (Pausada)

7.

Valentina POV.

—¿Qué tal durmieron? —pregunta Eva al vernos llegar al comedor.

—De maravilla —responde Juliana sonriendo cortésmente.

—Me alegro —mi hermana le sonríe de vuelta —¿Y esa bufanda, Val? ¿No tienes calor?

—No, para nada, sólo siento que se ve cool —miento. La neta si me estoy muriendo de calor.

Nos sentamos en las sillas alrededor de la mesa, miro de reojo a Juliana y veo como muerde su labio inferior tratando de ocultar su risa, le doy un golpesito en la pierna por debajo de la pierna y me dedica una mirada de rendición. Esperamos a que Chivis nos sirva la comida.

...

Luego del desayuno Alirio se encargó de llevar a Juliana hasta la puerta de su casa. Juro que con la presencia de Juls hasta el dolor de cabeza que trae consigo la resaca se me había olvidado, pero ahora me ha regresado y mucho más fuerte que nada.

—Chivis, te encargo una pastilla para el dolor de cabeza y un jugo de naranja, por favor —le digo a Silvina y hago mi trayecto hasta la piscina de la casa.

Me siento en el borde de la alberca y solamente hundo mis pies en el agua.

—Val —aparece Guillermo —¿Disfrutaste de tu fiesta?

—Sí, estuvo padrísimo —digo recordando la noche anterior con una enorme sonrisa en el rostro.

—¿Y Juliana también se divirtió?

—Sí, supongo que sí —digo extrañada por su pregunta —¿Por qué preguntas?

—No, nomás —dice encogiéndose de hombros y mirando a otro lado. Este wey se trae algo más, lo conozco perfectamente.

—A ver, ¿Qué quieres saber? Tú nunca preguntas por los invitados.

—¿Qué hay entre tú y Juliana? —suelta de los más casual. Mis ojos se abren como platos.

¿Qué hay entre nosotras? No estaría mintiendo si dijera que nada, además yo sigo en una relación con Lucho, la cual debería terminar lo antes posible. Sin embargo, mentiría al decir que los besos y caricias de Juls no significan nada para mí cuando en realidad significan todo.

—Nada, sólo somos amigas —respondo tratando de sonar lo más tranquila que se pueda.

—¿Segura? —me dirige una mirada interrogativa y eleva una ceja. Asiento con la cabeza varias veces —Bueno, entonces ¿Este es un beso de amigas?

Guillermo me muestra la pantalla de celular, en la cual se observa una fotografía de la fiesta de ayer en donde aparecemos Juls y yo besándonos en la terraza. No voy a negar que nos vemos geniales.

—¡Guille! Tú qué andas fotografiando eso —le quito el celular de las manos y mi hermano estalla en carcajadas.

—¿Me vas a decir que sólo son amigas?

—Sí, porque es la verdad —suspiro —Yo sigo estando con Lucho.

—¿Pero te gusta Juliana?

—No —sonrío y le guiño un ojo.

—Ya dime en serio, ese guiño me confunde —ahora es mi turno de reír.

—No sé, Guille, quizá un poco.

—¿Sólo un poco?

—Oh bueno, ¿Eres detective o qué onda?

Ambos nos echamos a reír. Guille es el único de la familia con el que mejor me llevo, siempre estamos bromeando entre nosotros y riéndonos de las tonterías que hacemos. Casi casi es como un mejor amigo para mí.