Sin Querer - Onho ver.

Quince

Jonghyun y Kibum iban en el carro del menor. Habían ido a un pueblo lejano a visitar un orfanato que tenía la familia de Kibum. Aunque al principio Jonghyun se negaba a acompañarlo, termino accediendo a la petición del rubio. Ya eran altas horas de la noche y apenas iban camino al pueblo del mayor.

- Gracias Jonghyun. Por acompañarme hoy. – dijo sincero el rubio.

- No te preocupes, me gustó mucho ir – sonrió Jonghyun – ayudar a esos niños, me hizo sentir bien. Claro, que no los ayude directamente, pero por lo menos pude jugar con ellos y ver sus caritas felices al recibir regalos. –

Kibum sonrió de lado al escuchar como Jonghyun platicaba.

- Lo sé –

- Supongo que ya estás acostumbrado a eso –

Kibum negó un poco y giro a la derecha para ya tomar el camino que los llevaría al pueblo.

- No es necesario que vayas a dejarme Kibum, no es tu obligación – dijo rápido Jonghyun, sorprendiéndose por el camino que Kibum había tomado.

- Claro que lo es – respondió el rubio. – me has acompañado y tampoco era tu obligación. –

Jonghyun dejo salir una pequeña risilla y negó.

- Es diferente, yo lo hice porque quise –

- Yo también – contraataco el rubio. Haciéndolos reír.

El silencio volvió a reinar dentro del auto, hasta que Jonghyun volvió a hablar.

- Pero ya es noche Kibum, no quiero que regreses solo hasta la ciudad. –

Kibum rio. – No te preocupes por eso, sé el camino de regreso. –

- Pero ya es muy tarde – repitió Jong. – Pide que alguien venga por ti, o yo voy a dejarte a casa y pudo regresarme en autobús. –

Kibum sonrió con ternura y si hubiera podido, hubiera abrazado al mayor, pero solo le dio una pequeña mirada para volver a ponerla sobre la carretera.

- ¿Tanto te preocupa? –

Jonghyun asintió de inmediato, casi indignado que Kibum dudara de su preocupación. – Por supuesto –

- Entonces... - Kibum dudo en decirlo, pero aun así lo hizo. – Puedo pasar la noche en el pueblo e irme mañana temprano. –

Jonghyun abrió los ojos de golpe con sorpresa y sintió como el rubor subía hasta sus mejillas, se acomodó mejor en el asiento para ver al frente y carraspeo su garganta. Definitivamente no se esperaba eso del menor.

- Cla...claro – contesto nervioso haciendo que Kibum tuviera que aguantarse la risa.

- Bien, entonces ya no hay de qué preocuparse –

Jonghyun asintió y de no ser porque el teléfono de Kibum comenzó a sonar, seguramente se estuviera muriendo ahí mismo. Contesto poniendo la llamada en la radio del auto, mostrándose el nombre de MinHo en la pantalla.

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TaeMin entro a su casa y aventó su bolso, agradecía que su madre aun no hubiera llegado, se sentó en el suelo para quitarse los zapatos cuando unos golpes desesperados sonaron en la puerta, rodo los ojos y se colocó de nuevo el zapato que estuvo a punto de quitarse. Abrió la puerta y vio a Jonghyun demasiado preocupado, sintió como lo tomo del brazo y lo jalo hacia un auto. Mejor dicho, el auto de Kibum.