"El hecho de ser honestos es lo que hace que las relaciones perduren".
«Lauryn Hill».
Elliot sujeta su muñeca y la atrae hacia él antes de que pueda caer por las escaleras. Andrómeda cae inconsciente sobre su pecho.
—Andrómeda… Amor, despierta —palmea suavemente su rostro. Su pecho se oprime al no tener respuesta—. ¡Joseph!
El hombre no tarda en subir las escaleras y ayudarlo a bajarla. Mientras que Elliot la mete en el auto, el chofer llama al hospital, apresurado. Por más que intenta despertarla, Andrómeda llega al hospital inconsciente.
Cómo era de esperarse, la asistieron de inmediato al ver que se trataba de la doctora Allister. Elliot apenas puede respirar.
«No van a quitármelo de nuevo».
Un dolor punzante atraviesa su pecho cuando las puertas del quirófano se cierran frente a su cara. Uno de los médicos toca su hombro.
—Será un parto prematuro. La doctora Allister es una mujer fuerte. Confíe en que todo saldrá bien.
No responde. Toma asiento en la sala de espera y restriega su rostro. Estruja su mano cerca de su pecho y contiene el llanto.
¿Acaso volverá a perder a su hijo y a su esposa?
En su vida anterior todo había sido su culpa, si tan solo hubiera llegado a tiempo…
¿Estaba condenado a hacerlos sufrir?
Serena se detiene de golpe frente a él después de correr por el pasillo. Se sienta a su lado y toma sus manos, con los ojos enrojecidos por el llanto.
—¿Qué ocurrió?— él no responde—. Hablé con ella esta mañana. Estaba enojada, pero la noté tranquila. ¿Por qué de pronto…?— su voz se corta.
—Debes entrar y decirme cómo está... Por favor…
Serena asiente, temblorosa. No cree poder ser capaz de entrar al quirófano y oír malas noticias, pero la preocupación por su mejor amiga es mucho más grande. Se pone de pie y habla con una de las enfermeras para entrar y preguntar por la condición de Andrómeda.
Elliot también se levanta de la silla. Empieza a caminar de un lado a otro. De vez en cuando, se asoma por la pequeña ventana circular. Serena comienza a tardar y la ansiedad y el terror comienzan a consumirlo.
Mientras espera, no deja de contradecirse con sus propios pensamientos. Por momentos le implora a quien sea que tenga el poder de velar por Andrómeda y su hijo, pero cuando el tiempo transcurre y no tiene noticia alguna, maldice.
¿Por qué se los había devuelto si iba a arrebatárselos nuevamente?
¿Querían castigarlo por todo lo que había hecho?
¿Por qué con ellos?
¿Por qué no él?
El silencio y la incertidumbre comienzan a volverlo loco.
Tapa su boca para contener el llanto, pero le es inevitable y se derrumba en la sala de espera. El recuerdo de Charlotte ensangrentada y la imagen de Andrómeda inconsciente entre sus brazos es un martirio insoportable.
—Elliot… —Una mano acaricia su cabeza. Alza la mirada, encontrándose con la mirada afligida de su madre. Ella, su abuela y Elisabeth habían sido traídas por Joseph cuando este volvió a la mansión y le contó de lo ocurrido—. Todo va a estar bien, cariño. Estamos aquí contigo.
Elisabeth se acerca, llorosa. Se sienta sobre sus piernas y lo abraza para consolarse mutuamente. Elliot cierra sus ojos y corresponde su abrazo, sin dejar de llorar.
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DULCE ATADURA (EL AMOR DE MIS VIDAS#1)
RomanceElliot Cárter está acostumbrado a ser obedecido y complacido en cada aspecto de su vida. Déspota, egoísta, arrogante y poderoso, no nota el momento en el que su vida se ve de pronto, inexplicable y extrañamente, ligada a la de una mujer que reúne to...