XX. BROOKE CON B.

16 0 0
                                    

Tres meses habían transcurrido ya desde que había regresado a Guatemala. Tenía alrededor de tres semanas sin saber nada de Martín, supuse que estaba demasiado ocupado con la empresa, que estaba teniendo tiempo de calidad con Brooke... o simplemente que ya no le afectaba más mi partida.

Le pedí a Ana que me acompañara a recoger mi título universitario, ya que cinco meses atrás tenía que haberlo solicitado, pero no me encontraba en Guatemala. Tomé las llaves del carro y me despedí de Josué a lo lejos, ya que vivía justo al lado mío desde que teníamos nueve años.

-¿A dónde vas?-. Preguntó Josué mientras se acercaba, se encontraba todavía con el pijama puesto.

-Ana me va a acompañar a recoger mi título universitario, ¿Quieres ir?-. Lo observé de pies a cabeza, entre risas.

-NO-. Rió. –Quiero relajarme y tener tiempo de calidad para mí.

-¿Cómo siempre?-. Respondí con sarcasmo y risas.

Dos meses atrás les había comentado acerca de Martín y su capacidad de enamorarme, la que nadie más había logrado después de la muerte de Abdi. Pero Josué era hombre, no le interesaba ese tipo de charlas, por lo que hablábamos de ese tema cada vez que había luna llena.

--------------------------------

Llamé al teléfono de Ana, pero no contestaba la llamada. <<Estoy frente a tu casa, sal>>, le envié por mensaje de texto, esperando que saliera al segundo de haber enviado el mensaje, debía estar en la Universidad antes de las doce del mediodía. Si no llegaba a tiempo al Departamento de Dirección General tenía que esperar a que las secretarias regresaran de su hora de almuerzo, y no quería esperar.

Por fortuna, observé que Ana salía de su casa como si estuviera en una carrera, en una mano tenía su bolsa y en la otra su suéter a punto de caer al suelo junto con su jugo en cajita, asumí que no había desayunado, apenas eran las diez de la mañana. Aunque para mí era tarde, para mis amigos y todas las personas que me rodeaban era de madrugada.

-Hola, hola-. Saludó agitada mientras subía al carro.

-Al fiiiiin-. Contesté entre risas.

--------------------------------

Llegamos a la Universidad cuando faltaban quince minutos para ser las doce, hubo un accidente y no había paso por el bulevar principal. Tuvimos que tomar un atajo que ninguna de las dos habíamos tomado con anterioridad. Parqueé el carro como pude, no fue el mejor ejemplo de cómo se debe parquear, pero era un momento de emergencia. Salí corriendo mientras Ana corría detrás de mí con su bebida en la mano, tomamos las escaleras porque había unos diez estudiantes esperando a tomar el ascensor. Corrí, corrí y corrí como si el mundo se estuviera acabando... hasta que llegué a la ventanilla correspondiente justo minutos antes que la cerraran.

Luego de la larga maratón que me dio como premio mi título universitario, fuimos a comer a la cafetería de la Universidad para dejar pasar un poco el tráfico y despejarnos de la fatiga ocasionada por el atraso. Mi teléfono sonó, tenía un mensaje sin leer, pero no puse atención a la notificación, ya que en ese momento me ganaba más el hambre que las ganas de saber quién estaba detrás de dicha notificación.

-¿Has hablado con Martín?-. Ana tomó asiento en una de las mesas de la cafetería.

-No, tengo mucho tiempo sin hablarle, ni siquiera por trabajo-. Me noté un poco desinterasada.

Donde me sientas, estaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora