d o s.

612 50 9
                                    


Con el pasar de los días, Kyle iba bajando su meta de calorías diarias.

Anotaba cada semana la fecha, su peso y cuántas calorías había estado consumiendo.

Y le estaba resultando; los abdominales diarios y las pocas calorías lo mantenían mareado, adolorido y pálido, pero había bajado ya dos kilos y medio.

Stan estaba preocupado al no ver comer a su mejor amigo. ¿En qué momento dejó de hacerlo? ¿Cómo es que no se dio cuenta antes de cómo él estaba disminuyendo sus porciones de comida?

Miraba el techo pensando en estas cosas, el hecho de que Kyle no se alimentara lo estaba inquietando mucho.

Le escribió un mensaje a Kenny:

"Hey, ¿sabes qué le picó a Kyle?

Ya no come nada, ¿te diste cuenta de eso?".

McCormick leyó el mensaje desde su casa. Razonó la situación y escribió su respuesta para Stan:

"Sí, ha estado raro... ¿Crees que le pase algo grave?"

"Sinceramente, creo que está enfermo".

Y en verdad su mejor amigo creía eso.

Mientras los chicos hablaban sobre su amigo en WhatsApp, él se miraba al espejo, tocando su cuerpo.

Lo hallaba horrible.

Su pancita, sus piernas, sus brazos, su cara, su cabello.

¿Es que no podía tener nada bueno?

💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫

Stan esperaba a Kenny sentado junto al lago.

Habían acordado verse y hablar sobre lo que harían con la situación del pelirrojo.

-¿Y si lo invitamos a salir? -sugirió Kenny-, me refiero a ahora ya.

-¿Crees que funcione?

-Nada perdemos intentando.

Marsh no podía discutir eso. No parecía mala idea.

Llamaron por teléfono a Kyle.

-Hey, Stan...

-¡Hey, amigo! Kenny y yo vamos a ver la película de Terrance y Phillip en mi casa, ¿vienes?

-En verdad no me siento muy bien como para salir, ¿sabes? Lo siento...

-Tranquilo, entendemos. Será otro día.

-Lo siento, en serio -la voz del judío se escuchaba débil.

-No importa, Kyle, entendemos, en serio.

Cortaron la llamada y Stan miró a Kenny con angustia.

-¿Qué hacemos ahora?

-Vamos a tu casa.

No hizo preguntas, sólo obedeció al rubio. Estaba entrando en desesperación.

-Trae el DVD de Terrance y Phillip.

-¡¿En serio piensas ver la película después de escuchar así a Kyle?!

-¡Cállate y haz lo que digo!

Mientras Stan buscaba el disco, Kenny buscó en la cocina unas palomitas para microondas.

Encontró dos paquetes y cuando vio a su amigo listo para proceder, dio la siguiente instrucción:

-Vámonos.

-¿Qué? ¿Dónde?

-A casa de Kyle, idiota.

Ahí fue cuando todo tuvo más sentido.

Si Kyle no podía ir con ellos, ellos irían a Kyle.

Brillante.

Caminaron hasta el lugar y Ike abrió la puerta.

-Hola, Ike.

-¿Qué hongo, chaviza? -dijo el pequeño en forma de saludo- Está en su cuarto, suban.

Les dio espacio para entrar y cerró la puerta.

Hicieron las palomitas antes de subir y tocar la puerta del chico, que dio permiso para que entraran a la habitación.

Se sorprendió enormemente al ver a sus amigos ahí. Se sintió feliz.

Estaba acostado en su cama, con pijama puesto. Se veía pálido y decaído.

Llevaba tres días sin comer.

Los chicos pusieron la película y se acostaron junto a él, abrazándolo.

Stan lo abrazaba con fuerza y Kenny le daba palomitas.

-Son un trío de maricas -se escuchó la voz de Cartman riendo en la puerta.

-¡No me llames marica, marica! -dijo Kenny y empezó a discutir con Eric.

Stan reía y vio a Kyle durmiendo en sus brazos. Se quedó ahí toda la tarde con los chicos, como antes.

Vieron la película y rieron mientras Kyle dormía, como antes.

Todo parecía más fácil antes.

Cuando las cosas no estaban mal.

W r o n g.  ✨kyle broflovski✨Where stories live. Discover now