W r o n g. ✨kyle broflovski✨

n u e v e.

El baño de hombres se llenó con el sonido de horribles arcadas, de esas que escuchas en películas de terror.

Un chico entró al baño y el evidente olor a vómito invadió su nariz.

Se veían unas peculiares botas asomándose por la puerta del baño. El rubio las reconoció al instante, ya que su constante nerviosismo no afectaba su brillante memoria fotográfica.

Sus niveles de ansiedad estaban por los cielos.

-¡Oh, por Dios!, ¡Kyle!, ¡hombre! ¡¿Qué ocurre?!

El pelirrojo se congeló por un momento. Mierda, Tweek acababa de descubrirlo. Retiró los dedos que atacaban su garganta y tosió al intentar responder.

-¿Kyle? Abre la puerta. Abre, por favor.

Se levantó del suelo débilmente y tiró la cadena del inodoro con la mano limpia. Con esta misma abrió la puerta del reducido espacio en el que se encontraba arrodillado hace unos momentos.

-Oh, Jesucristo. ¿Estás bien? Ven aquí.

Tweek guió a Kyle a los lavamanos cuidadosamente. Le quitó la chaqueta para poder lavarlo y vio sus brazos con asombro.

-¡¿KYLE?! ¡TUS BRAZOS! ¡¿QUÉ ES ESTO?!

Él aún no hablaba. Tweek tocó una de sus muñecas, podía rodearla juntando sus dedos índice y pulgar y sobraba espacio.

Ayudó al judío a lavar su boca y, posteriormente, sus manos. Se encontraba concentradísimo en esta última tarea, hasta que escuchó un sollozo. Se giró hacia su compañero, que después del primer sollozo, no dejó de emitir más. Las lágrimas corrían por sus mejillas incansablemente. Cerró sus ojos, esperando más regaños y gritos, pero recibió un abrazo.

El rubio entendía por completo lo que ocurría. Después de todo, hace unos años atrás, pasó por lo mismo, y de no ser por Wendy y Craig... Dios, quizás ni estaría presente para contarlo.

-¿Stan sabe de esto? -lo miró fijo, tomándolo por los hombros. Kyle negó- ¿Necesitas algo?

-Estoy bien, Tweek, yo...

-No me mientas, Kyle. Tienes algo mal, y no es tu aspecto.