Capitulo III

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El caos se desato.

Antes de que yo reaccionara ya Harrick estaba tirando de mí hacia algún callejón que encontráramos.

Grandes cajas negras con especies de ruedas inmensas llegaron al pueblo. Esas cosas ocupaban casi toda la avenida. Si no mal recuerdo mi papá en un momento tuvo una de esas cosas, más pequeña, él le decía nave, otros les decían camión o camioneta, yo solo decía que era una monstruosidad.

De ella comenzaron a bajar cuervos, uno tras otro, encapuchados y ocultos, vestidos como la oscuridad misma como siempre, sus armas a un costado, posicionados en dos columnas esperando alguna orden.

Su voz retumba en mis odios.

- ¡Buena gente de Leston!

Lexandrei Griggaro se encontraba a treinta pasos de mí, después de tres años yo volvía a verlo y un sabor amargo abordo mi boca. Harrick apretó mi brazo como si supiera mis intenciones.

–Hemos recibido órdenes para ustedes – Habla Lexandrei animadamente – Se ha considerado la situación de los pueblos bajos y el rey ha decidido que cada mes se escoja una familia que contara con un gran cambio en su vida...

Mi ceño se frunce.

Ellos no podían venir y decir eso, eran Cuervos, asesinos, sicarios, no tenían otro trabajo más que matar a quienes les ordenen. Para nada esto me parece bien...

– ¡Una oportunidad única! ¿No?

Las personas alrededor se comenzaron acercar poco a poco, curiosidad brillando en sus ojos. Quise acercarme pero otro tirón de parte del rubio me dejo oculta en mi sitio.

– La familia escogida hoy tendrá el privilegio de tener un nuevo comienzo, ¡despertaran con el pie derecho! – Los cuervos siguen sin moverse.

De verdad, de verdad... Esto no me gusta. Como dije, ellos no podían hacer esto, esté trabajo era de las doncellas, ellas daban esta clases de noticias no ellos.

– Como primer movimiento para su nueva vida el rey les dará un millón de Gregs, lo suficiente para comprar su primera casa en una de las ciudades y además sobra para los suministro...

De ahí en adelante comenzaron los murmullos, los pueblerinos se encontraban animados, tanto como nunca los había visto.

– ¡Busquemos a los afortunados! – Lexandrei dio un paso, con sus manos detrás como de costumbre - ¿Dónde está la familia Jones?,

Solté un jadeo

Los murmullos aumentaron y de un momento a otro vi como una de las señoras de los puestos salía corriendo, todos hablaban entre sí. Momentos después, de manera apresurada regreso la mujer con Thiago tomado de su mano.

– No...

– ¡Hazell! – Grita Harrick de manera baja sosteniéndome con más fuerza.

El niño veía temeroso a la persona frente a él, se intentaba alejar lo más posible del cuervo que lo intimidaba solo con su presencia, llego al punto de chocar con el cuerpo de la señora que lo trajo y se obligó a quedarse quieto.

– Él es el niño de la familia – Hablo la mujer con emoción.

Aguante las ganas de salir corriendo hacia esa mujer y estampar mi palma en su cara.

– Hola pequeño – Griggaro se arrodillo - ¿Dónde está tu mamá?

–Cuida de mi hermana...

Thiago pronuncia bajo con su mirada gacha, la voz le sale temblorosa pero aun así intenta no moverse para que vean su miedo.

– ¿Por qué no la llamas? – Pregunta y la repulsión llega a mi cuando su voz se escucha de manera tierna, suave y tranquila – Anda, dile que venga con nosotros, dile que la realeza le dará una casa y que aquí esta una carta que lo confirma – El cuervo alza su mano hacia atrás y uno de sus hombres coloca en ella un papel. El pasa a entregárselo al niño. – Ve, corre...

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