Capitulo VIII

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Hazell Rousell

Horas antes...

Siento mi cuerpo pesado. Mi cerebro manda sin parar órdenes para que yo abra mis ojos y me levanté de donde sea que esté, pero nada sucede.

Me oriento allí mismo en mi subconsciente. Estaba en la casa de mi abuelo luego de tener el ataque del oso, Harrick se fue con los secretos, llegaron los cuervos, conseguí el tercer secreto y luego...

Me dispararon.

Justo en el pecho, en todo mi corazón, ¿Cómo es que respiro aun? ¿Qué más sucedió?

Un ligero toque se siente en mi rostro. De pronto una corriente me invade. Claro, bebí el líquido del tercer secreto ¿Y eso que ocasionó en mí?

La respuesta no llega, en cambio un dolor invade el lado izquierdo de mi rostro. Eso logra que mis ojos se abran y mi cuerpo se incline hacia un lado apoyándome de mi antebrazo.

Mi garganta retiene un grito ahogado. Mi mano se posiciona en el lugar que pica por la cachetada que recibí y se mantiene ahí hasta que siento que el dolor cesó un poco. Una punzada atraviesa mi abdomen y me obligo a regresar a la posición en la que estaba.

Mi cabeza cae en lo parece ser una almohada, siento todo mi cuerpo sudado y mi respiración sale entrecortada. Me dispongo a observar donde me encuentro y mi ceño se frunce al notar que no hay mucho que ver. El color gris envuelve toda la habitación en la que estoy, una lámpara circular que yace pegada al techo ilumina el lugar, no veo ventilación o ventana en alguna de las paredes. Lo único que hay dentro, es una puerta justo al lado de otra, más grande, metálica. Una debe ser la salida, por lo que me apoyo en mis codos y hago el indicio de levantarme.

– Está sellada...

La suave voz me hace detener mis movimientos. Giro mi cabeza con dificultad y observo a la mujer sentada con las manos en sus rodillas. Su vestido gris envuelve su cuerpo y cae suavemente hacia sus pies, sus hombros están descubiertos pero tienen una especie de polvo que los hacen brillar delicadamente. Finalmente mis ojos se quedan en su rostro, el azul de sus ojos tienen un brillo divertido y su boca está curvada de manera burlona. Alza el mentón de forma desafiante, dándome a entender que debo permanecer quieta.

¿Y cómo no hacerlo? Si a mi lado tengo a la maldita reina.

Por instinto de protección intento encogerme en mi sitio. No lo logro, ya que estoy acostada, por lo que me levanto con dificultad y termino por recostarme al espaldar de la cama. Suelto un suspiro tembloroso, mi garganta duele, por lo que trago saliva y carraspeo un poco antes de hablar.

– Su majestad... –Digo con la voz enronquecida.

Hago una mueca cuando mi abdomen se contrae, intento buscar una posición que me parezca tolerable.

– Estas que das asco linda – La reina Griggaro se levanta y alza su mano para tomar uno de mis rizos, no hago movimiento alguno, no tengo ni la fuerza, ni los ánimos – Que belleza tan peculiar – Su mirada me da un brillo extraño.

Frunzo mi ceño, y como puedo, hago que mi cabello se deslice de sus dedos.

– Más de lo mismo – Murmuro mirando hacia mi torso.

Mis alarmas se activan cuando noto que mi tronco está descubierto, mis pechos están envueltos con una venda, y de la misma, una mancha roja sobresale un poco. Mi vista baja más y noto los hematomas que se asoman sobre la piel de mi abdomen. No evito pasar la yema de mis dedos con suavidad sobre las mismas. No siento dolor alguno.

– Se puede decir que tienes garras – La mujer que parece estar atenta a mis movimientos chasquea su lengua – ¿Sabías que vi tu formulario para ser una colibrí? – Su risa retumba en mis oídos – Créeme cuando te digo que te vi más como una especie de reina, no me malinterpretes... – Su voz se tiñe de ironía – Mi puesto no puede ser reemplazado, es imposible – Vuelve a reír – Pero tu linda... – Su tono de voz baja de manera que casi susurra. Se acerca más a mí, y de un segundo a otro su mano sostiene mi mentón, ejerciendo la fuerza suficiente para no voltear mi mirada – Tienes ese brillo en tus ojos... Que me dan a entender que tomas las decisiones correctas – Ladea su boca – Veo la ira y la impotencia que tienes en ellos...

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