Capítulo XXI

13 0 0
                                    

Suelto a Lex y prosigo a alejarme poco a poco, negando una y otra vez lo que mis ojos están viendo. Me abrazo a mi misma y me pellizco para despertar porque estoy muy segura de que aun sigo durmiendo. Pero no es así, él está frente a mí, con su piel pálida, un poco más alto de lo que era, sus ojos vacíos de cierta forma y su cabello blanco como la nieve.

Me miró con súplica unos segundos para después cambiar su aspecto y mirarme con seriedad. Sus ojos se profundizan o eso es lo que pienso. Su mandíbula se aprieta o eso es lo que me parece ver, sus labios sonríen, es lo que quisiera negar. Ya no luce como el Harrick que me había entregado su corazón, yo no se ve como el chico que me suplicó para quedarme con él. No hay ninguna señal que me diga que él sigue allí.

"Te mintió..."

Lo ha hecho

"Siempre te estuvo mintiendo..."

¿Como fui tan estupida?

"El siempre te mintió..."

Si... Siempre lo hizo...

Sin fijarme en los demás, salí corriendo de ahí sujetando con mis manos la parte baja del vestido para agarrar velocidad. Alexandrei grito mi nombre unas cuantas veces, pero no me detuve. No me dispuse a subir, pase el gran salón y salí al campo de entrenamiento, pase los arcos, las paredes de concreto para destruir que habían hecho especialmente para mí, salté los muros que dividían las secciones y corrí. Corri y corri alejándome de todo aquello, necesito despejarme, necesito tomar aire que no esté combinado con la respiración del cuerpo que alguna vez fue de Harrick, de mí Harrick.

Llegue finalmente a la entrada del bosque, zigzaguee por algunos árboles y solo me detuve cuando mis piernas cayeron por sí solas sobre la tierra húmeda. Mi respiración comenzó a salir de manera entrecortada, fue cuando me di cuenta de las lagrimas que caian por mi mejilla, los sollozos no tardaron en llegar. Mi pecho se comprime con cada sonido que sale de mi boca. Mi cuerpo entero tiembla, comienzo a sentir frío, muchísimo más de lo que esta noche debería dar, ni siquiera se que hora es exactamente pero el sol ya casi no se ve por las montañas.

Mis manos se cierran en puño estrujando la tierra bajo ellas, más sollozo, mi cuerpo cae hacia adelante, un sollozo más, entonces termino acostada en la tierra y mi cuerpo se encoge con miedo.

Yo... Había jurado que con Harrick lejos de mí para él las cosas estarían bien, pero me equivoque demasiado. Él está implicado en todo esto y yo como una idiota lo quise alejar, jugo conmigo, me engaño a cada minuto y me dejo ir solo porque sabía que debía hacerlo, porque estoy segura de que todo fue un juego para él.

Y ahora mi pecho duele al recordar cada momento a su lado, que me haya intentado robar no fue una coincidencia, él así lo quería, que estuviera conmigo solo fue un pasatiempo para él todo este tiempo y no algo preciado como él siempre decía, las sonrisas, las lágrimas, los abrazos, lamentos, quejas, todo, absolutamente todo, fue un engaño.

Cuando le conté mi historia, recuerdo muy bien que él me dijo que ya no estaba sola, y de verdad lo pensé así. Después de la muerte de mis padres en mis planes no estaba llegar a querer y preocuparme por alguien, pero como nunca deje de ser una niña blanda ahí estaba yo, llevándolo a mi casa, dándole de comer, dejándolo amarme... Eso me dolía más.

Esta era la prueba que necesitaba para saber que si nací sola, sola me quedare, que todo lo que uno ama siempre se va o termina lastimandote, que lo bueno no te hace merecer cosas buenas, en cambio te da dolor, sufrimiento, lagrimas, muertes, odio y muchas otras cosas de mierda. La vida siempre querrá hacer surgir a aquellos que lastiman, porque le parece muy aburrido ver a cada instante a las personas sonreir.

KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora