Capítulo XXVIII

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Wollythen, reino de ángeles.

Estoy rodeada de cuerpos sin vida, en un campo lleno de sangre, con mis venas brillando al igual que mis ojos.

Cambia la imagen.

La reina de Wollythen fue advertida por sus antiguos guardianes, el cuerpo de su marido fue lanzado como basura frente a sus ojos... Pero ella no hizo nada.

No lloro, ni siquiera se lamento en silencio. Sus pensamientos solo decían las mismas cuatro palabras, una y otra vez.

"El reino es mio"

Pero a pesar de que sus sentimientos decían una cosa, su deber como reina pura la obligaban hacer otra. Manda a sus guerreros para aparentar, los convence con lagrimas falsas y una muy buena actuación de rabia. Y entonces aquí estamos. Esperando a sus guerreros.

Termino la visión. El blanco de mis ojos desaparece.

El sonido de los arboles se escucha por todo el lugar. Estamos frente al palacio esperando que mis guardianes salgan. Pelear con las brigadas de Wollythen no es algo que quisiera. La guerra a decisión de la reina de este podrido reino no sería justa, pues no hay lealtad.

Así que tomo decisión de solo hacerlos pasar por la purificación, este reino es muy confiado, sería muy fácil, además la única guerra que me interesa aún no está ni cerca de llegar.

- ¿Qué viste?

- Declaro un guerra mediocre - Volteo hacia Went - No le importa más que la corona.

- Entonces solo purificaras- Confirma, no pregunta.

- Igual iba hacerlo.

Las puertas del palacio se abren, mis guardianes salen despreocupadamente, la reina detrás de ellos con su mirada afligida y falsas lágrimas acumulándose en sus ojos. Me es fácil indagar en su mente, y no me sorprende encontrar pensamientos de beneficencia hacia ella. Tampoco lo hace el confirmar que ella también ingeria runix, pero la adicción no era grande.

Mis guardianes regresan a su posición, la reina se queda frente a mi ejército conmigo al frente. Me evalúa de arriba abajo, sus ojos se quedan quietos en mi corona, segundos después me mira a los ojos, que detalla aún más.

Entonces, con el propósito de hacerla volver a lo principal le hago ver la muerte de Viktor.

Sus ojos se oscurecen, de su boca sale un jadeo y finalmente las lágrimas que estaba guardando salen.

- Lamento su perdida.

La reina toma respiraciones entrecortadas. Le toma unos minutos regresar a su compostura, ya cuando lo hace no deja de llorar.

- ¿C-cómo pudiste? - Pregunta mediante un sollozo.

La miro con fijeza, esperando a que termine el teatro

- Sus lágrimas no regresarán a su marido. La falsedad nunca recibe nada. - Digo entonces. - Vera, Viktor lo merecía, son cosas que pasan, crímenes que se pagan.

- Él nunca cometió un crimen ¡Era el rey! - Su cara se torna un poco roja. Si no supiera sus verdaderas intenciones me creería cada uno de sus lamentos.

- Tú querido rey decreto que todo ser viviente sea asesinado si estaba a unos metros cerca de la barrera - La reina frunce su ceño - Además estaba aleado con Celsline y eso es mucho peor.

- No... Eran asesinados los criminales que venían a ensuciar nuestro reino. Nunca matamos a inocentes...Nuestro pueblo...

- Su pueblo no es sagrado, si eso quería decir - Doy un paso hacia ella - Durante años la sangre inocente a sido derramada en estas tierras, y lo escondían diciendo que eran rebeldes cuando en realidad eran personas en busca de oportunidades.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2019 ⏰

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