Phantom (Stucky) (Stony) Hiatus

Capítulo 4: confesión

Howard se entregó a las fuerzas rusas cuando tomaron Berlín. Antes de salir del edificio del parlamento alemán había escondido el cuerpo inconsciente de Steve Rogers con ayuda de aquel cristal azulado. Se teletransportó en el lugar donde las tropas rusas vejaban y humillada a las mujeres alemanas supervivientes y los soldados soviéticos lo  vieron y apresaron.

Una vez concluyó la guerra, Eisenhower negoció la puesta en libertad de su ahijado y los rusos y estos tuvieron que ceder ante la presión internacional. En 1946 salió libre de las dependencias rusas y Ike lo estrechó entre sus brazos, aliviado, una vez Howard volvió a América. Lo primero que hizo Stark fue preguntar cómo había ido la guerra y qué había pasado. Extrañado, su padrino le enseñó toda la información y los expedientes que habían ido recopilando los servicios de inteligencia americanos. Ni rastro de alguien llamado Peggy Carter ni tampoco de Natasha. De hecho, cuando había vuelto a la sala de la mujer dormida, tanto aquel niño desconocido como Nat habían desaparecido.

La realidad se había alterado por culpa del cubo. Hitler se había suicidado en un bunker cuando se vio demasiado acorralado como para contraatacar a las fuerzas aliadas. Los soldados habían muerto por matarse entre ellos y no porque una niebla asesina provocada por un letal hechizo hubiera sido la causa de millones de muertes en la vieja Europa. Aparentemente la realidad había tomado un cauce lógico cuando Bucky rompió el cubo en mil pedazos. Pero Howard seguía recordando y culpándose por la muerte de Peggy. Seguía rememorando todas las escenas dolorosas de la Segunda Guerra mundial, y lo peor era que un terrible sentimiento de culpa había comenzado a aparecer en su corazón cuando la figura de Bucky se colaba en sus pensamientos.

Años más tarde y pensándolo en frío, se dio cuenta de que había disparado contra la única posible persona inocente de toda aquella tragedia. Podría haber acabado con la vida de Steve cuando tuvo la oportunidad pero a él solo lo llevó al ártico y con el trozo de cubo lo congeló. Había matado a Bucky cuando no tenia pruebas contra él de su implicación en Hydra y de lo que había sucedido bajo el parlamento. Había matado a Bucky simplemente porque lo odiaba y porque no quería reconocer que él había sido mejor que él en todos los sentidos.

Durante los años cincuenta utilizó el cubo para diseñar una nueva tecnología que pudiera ser útil para la humanidad y, por supuesto, para su bolsillo. Se convirtió en el hombre más rico de América y en el soltero más cotizado pero Howard nunca se casó. Dedicaba su tiempo fuera del taller del piso que tenía en Nueva York a sumirse en sus lúgubres recuerdos de la guerra y en el pasado callejero que había dejado atrás. Estaba solo, a excepción de Ike. Pero su protector no podía considerarse como un amigo del alma.

Así que refundó SHIELD. El testimonio del matrimonio Rosenberg acerca de que Hydra todavía existía más allá del Atlántico, lo inquietó sobremanera. De modo que empezó otra batalla secreta contra ellos y decidió reclutar a espías especializados en diferentes habilidades. Su mejor espía, Gary Powers, había llegado a ser incluso un amigo.

Era un hombre con grandes y excepcionales talentos. Pilotaba los cazas como nadie, peleaba como un ninja y era capaz de acertar una diana con su revolver sin ni siquiera mirar hacia el objetivo. Le tenía un especial cariño a su aeronave, Ojo de Halcón. Había pasado y superado con ella toda suerte de adversidades de modo que era extraño que Gary hubiera tenido problemas y hubiera caído.

Un hombre sobre el avión. Esto era lo último que sabía Howard sobre la situación de su compañero de SHIELD. Alguien, con una capacidad sobrehumana, había aparecido sobre la parte delantera del avión y lo había derribado. No sabía si Powers seguía vivo o no.

De forma que tomó una decisión. Tendría que hablar con la KGB y solicitar información de lo que había sucedido. No podía permitirse perder a nadie más por sus meteduras de pata y su soberbia. Cogió el trozo de cristal azul y se lo guardo en uno de los bolsillos de su traje, después accionó una palanca oculta bajo su escritorio y la estantería repleta de libros que se encontraba en un lado del despacho se dividió para dar paso a una puerta de acero blindado.