Capítulo 13: Dolor

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Alec hizo aparecer a Tony en una de las celdas bajo tierra, en la base, como el capitán le había pedido. Odiaba tener que seguir sus órdenes pero Bucky también se lo había pedido y no podía decirle que no por mucho que le pesara. El soldado seguía siendo una persona importante para él pese al pasado que había compartido con Rogers. Ya nada era lo mismo, pero debían permanecer unidos si querían vencer a ese enemigo común que se aproximaba para arrasar la tierra.

Le quitaron el traje de vibranium y solo le dejaron su ropa térmica de color oscuro con el logo de una águila minimalista. El símbolo de SHIELD.

—Dejadme con él a solas un momento —dijo Steve, con voz grave—. Cuando termine podrás entrar, Bucky.

—De acuerdo —asintió Bucky conforme mientras se cruzaba de brazos y el capitán cerraba tras el la puerta blindada de la celda. Alec, Bucky, Mat y el dios nórdico se quedaron en el pasillo expectantes.

Dentro de la estancia, Tony Stark, ya liberado de su petrificación, se encontraba sentado sobre un banco de metal, con la cabeza gacha, los hombros hacia delante y la espalda contra la pared. No quería mirar a los ojos a Steve y se le notara abatido. El capitán no lo presionó.

Se quedó estático unos momentos cerca de la puerta. Esperó y finalmente se adentró para situarse frente al genio y sentarse sobre el suelo, apoyando la espalda en la pared. Extrajo de su atuendo un rollo de vendas y comenzó a ocultar sus heridas tras el agradable tejido de algodón de sus vendajes.

—Sé que no quieres hablar conmigo, de modo que no te incomodaré durante mucho tiempo. Sólo quiero decirte qué pasa y por qué te he llamado aquí.

—No hace falta que me digas nada. No me harás cambiar de opinión con respecto a tu muerte —replicó Tony evitando sus tristes ojos azules—. Vas a morir en mis manos, vas a sufrir lo que tú me hiciste y no creo que te puedas librar tan fácilmente.

—Tony...

—Si no te mato ahora es porque no tengo mi traje y tú eres claramente superior. Pero en cuanto lo recupere y le cante las cuarenta a mi sobrino por pasarse a tu bando, te mataré —amenazó fijando sus ojos, esa vez sí, sobre los del capitán, llenos de rabia—. Has destrozado tantas vidas, Steve, que no sé siquiera como puedes levantarte todos los días y ser un ser humano funcional sin que la culpa y el sufrimiento te devoren las entrañas.

—Lo hacen —respondió Steve y eso hizo callar a Tony unos instantes—. Y son más dolorosas cuando fue algo que mal interpreté.

Tony arqueó una ceja.

—No sé de qué hablas.

—Intenté matarte porque pensé que eras Hydra.

—¿Mataste a Sam Wilson porque creías que era Hydra también? —repuso Tony con desprecio. Steve calló y se mordió el labio inferior apesadumbrado—. De nuevo, sigues intentando justificar tus actos. En eso no has cambiado nada.

—Tony...

—¿Vas a intentar darme ahora una lección moral sobre el bien, el mal, su banalidad, o algo por el estilo? En ese caso, ahórratelo. Yo he podido ver el monstruo que eres realmente. Que tú te pensaras algo y trates ahora de justificar lo que hiciste, demuestra que eres incapaz de ver el mal que haces en los demás —dijo Tony exhalando un largo y doloroso suspiro—. No hay vuelta atrás, Steve. Ahora te has convertido en lo que juraste destruir. Desde un principio tu fuiste Hydra, mi padre me lo contó. Traicionaste a tus soldados en Caen, a todo un ejército que confiaba en ti. Eras el peón de un ser despreciable, pero fue tu decisión serlo. Lo mismo que ahora es tu decisión de someter a la humanidad con el miedo de muerte y destrucción.

Phantom (Stucky) (Stony) HiatusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora