ZOMBIES; J.M

Capitulo 2 🚛

Comenzó a caminar rápidamente, intentando encontrar algún refugio pronto.
El sol ya había desaparecido parcialmente y las simples sombras de los edificios le causaban pavor.

Necesitaba un lugar para quedarse que fuese seguro, donde los zombies no pudieran encontrarla. Puede que fuera inmune, pero eso no significaba que esos bichos no pudieran arrancarte un brazo y comérselo.
Tenía miedo.

Vio un gran camión a lo lejos, aparcado en la sombra de un edificio que alguna vez fue una empresa telefónica.
Pensó que sería buena idea subir arriba del camión para que ningún zombie pudiera atraparla. Los zombies no escalan. ¿Verdad?

Cogió una vara de metal que encontró en el suelo y con ella trepó a la parte más alta del camión.
Se sentó allí observando el entorno y con los brazos agarrando sus rodillas y acercándolas a su pecho. No tenía pensado dormir. No cuando sabía que Zombies podrían venir en cualquier momento.

Dejó la barra a su lado por si acaso y apoyo la cabeza en sus rodillas, intentando descansar un rato.
Hasta que se quedó dormida.

(...)

El sonido del viento y algunos ruidos constantes hicieron que Hope se levantara de golpe.
Miró a los lados y pudo darse cuenta de que una horda de Zombies rodeaba el camión moviéndolo de un lado a otro.

Hope comenzó a hiperventilar con rapidez y se puso de pie justo en medio del camión, con la vara de metal en su mano derecha.
Miraba a todos lados aterrorizada por las caras descuartizadas de los zombies.

Empujaban el camión con fuerza y éste se movía con brusquedad hacia los lados.
La peor pesadilla de Hope se hizo realidad. Los zombies si que sabían escalar.

Su primer instinto fue golpearlos con la vara y así hizo.
Incluso atravesó a alguno que llegó demasiado lejos para su gusto.
Sudaba demasiado y se sentía muy fatigada.

El camión comenzó a rodar cuesta abajo y los zombies desaparecieron de su vista.
Comenzó a gritar desesperadamente mientras se agarraba de la vara, la cuál estaba clavada en el techo del camión.

El vehículo se desplazaba a gran velocidad y en su trayectoria de encontraba un edificio enorme.
Si no había muerto por los zombies, esa era su nueva posibilidad.

Pero justo antes de que el camión chocara, algo o alguien la empujó al suelo tirándola del vehículo.

Cerró los ojos al sentir el impacto contra el suelo y gimió de dolor.

- ¿¡Estás loca?! - le regañó una voz masculina - Regla uno novata. ¡Nunca te duermas si no estás en un lugar seguro!

Hope se tapó los oídos ante aquel grito y levantó la mirada.

El chico era moreno, ojos azul verdoso, pelo castaño oscuro y facciones marcadas. Su mandíbula estaba apretaba de furia. Llevaba una sudadera roja gastada con una chaqueta militar encima. Sus pantalones eran negros, al igual que sus zapatos. Tenía una mochila azul marino en sus hombros y una pistola atada a su cintura.

- ¡No te quedes parada! - gruñó de nuevo - ¡Los zombies volverán en cualquier momento!

Hope se levantó de un salto y el chico comenzó a andar con paso firme hacia algún lugar.
Ella le seguía confusa. Ni siquiera se había presentado, pero le había salvado la vida por lo que no dudó mucho en seguirla.

Pensó en el hecho de que le había llamado novata. ¿Él había estado fuera mucho más tiempo?

- ¡Segunda regla! - gritó de repente asustando a Hope - Los zombies odian el fuego.

Sacó una cerilla de su bolsillo y la encendido.
Agarró a Hope del brazo y la metió dentro de una especie de círculo enorme rodeado de hierba seca.

Tiró la cerilla al círculo que les rodeaba y pronto la hierba comenzó a arder a su alrededor.

Se sentó en medio como si nada y sacó de su mochila algo de agua.

A Hope le estaba entrando sed viendo como el bebía el líquido transparente.
¿De dónde lo había sacado?

El chico captó su mirada y le tiró la botella si ningún cuidado, para después tumbarse en el suelo y cerrar los ojos.

El círculo de fuego era grande y parecía controlado para que no se extendiera hacia dentro.

Hope miró la botella vacilante observando al chico de reojo, pero después de segundos bebió una buena cantidad de agua saciando su sed.

Dejó la botella al lado del chico y solo se sentó allí mirando al cielo.
No había estrellas, casi todas habían desaparecido al empezar la catástrofe. Pero sabía que en algún lugar de la tierra se podían ver.

Suspiró cansada y al final se recostó en el suelo. No iba a dormir. No quería que pasara de nuevo lo de momentos antes, aún sabiendo que estaba protegida.

¿Ese chico la ayudaría? ¿O solo lo había hecho por impulso?
¿Qué futuro le depararía mañana?

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Lo admito, soy débil, pero ya no más.
Me manipulais demasiado bien. 😑