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MARIAM

—¡Mariam! ¿¡Has visto mi zapato!?— chilló Bea recorriendo la habitación como loca, deje de verme en el espejo y mire a mi amiga— ¡Aja! ¡Te encontré!— fije mi vista de nuevo en mi reflejo, volví a pasar el rímel por mis pestañas.

—Te diste cuenta de que estás hablando con un zapato, ¿no?— dije ahora tomando el brillo labial rosa.

—No me importa, ¡hay que estar presentables!— si, así de loca estaba Bea— Ahora ¡vístete!— me ordenó y me deshice de mi bata de baño y busque el vestido verde esmeralda con escote y varios dedos sobre las rodillas.

—¿Que tal?— pregunte colocando mi sandalia plateada, a juego con mis aretes y collar con mi nombre escrito.

—¿Que tal?— pregunte colocando mi sandalia plateada, a juego con mis aretes y collar con mi nombre escrito

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Mi pelo estaba suelto, con ondas suaves, el vestido era algo atrevido pero era adecuado para mi edad. Bea traía un vestido con encaje y mangas largas de color morado oscuro, unos zapatos nude y unos aretes pequeños, su maquillaje sencillo y pelo suelto y lacio.

—Se ven hermosas— comentó Ryan mirando a ambas, lo mire de pies a cabeza.

—Lo mismo digo, hijo— Adam apareció detrás de Ryan— Pero hay que salir de aquí antes de sé haga tarde— comentó mirando su reloj.

—Ustedes también están guapos, parecen hermanos— dije guiñándole el ojo a ambos— Vamos familia— los cuatro salimos y llegamos a la limosina, adentro se encontraba mi madre, Abbey Acosta, y el padre de Bea, Trevor Jones.

Adam comentó que tuviéramos cuidado, ya que el licántropo que cumplía años era un mujeriego al igual que su Beta, por lo que Bea y yo estaríamos acompañadas toda la noche por él o por Ryan.

Llegamos a la lujosa mansión, con más razón era un mujeriego, al igual que en el mundo humano las mujeres lobo iban tras el dinero o poder, y él al ser un Alpha soltero y millonario le quedaba como anillo al dedo.

Después de que nos dejaran en la entrada y bajáramos de la limosina haciendo que todos voltearan a donde nos encontrábamos, típico en nuestros padres, los seis entramos a la mansión y muchos saludaron a los mayores. Abbey, Adam y Trevor se fueron a saludar a algunos amigos, mientras nosotros tres bebíamos bebida sin alcohol y hablamos de cosas sin importancia.

—Gracias por estar aquí, no saben la alegría que nos causan, bueno ahora que os salude el cumpleañero— dijo una señora no tan mayor.

—Gracias madre, y a ustedes por asistir a mi cumpleaños— su voz erizo cada vello de mi cuerpo— No creo que deba decir nada más, así que ¡empiece la fiesta!— con la mirada buscaba algo o alguien, «su Luna» pensé.

—No me digas que te gusta— murmuró Adam en mi oído, negué inmediatamente— Es todo un Don Juan, así que ten cuidado— dijo pasando su brazo por mi cintura, siendo más celoso de lo que ya era.

—Esa parte ya me quedo clara— dije como una niña siendo regañada.

—¡Eros!— gritó una mujer joven.

—Lo siento, lo siento— sonrió y por alguna razón me quedé viendo su sonrisa, desvíe la mirada— ¡Abbey!— se empezó a acercar a nosotros, por lo que me contó mi madre eran viejos amigos.

—Feliz cumpleaños, Eros— dijo abrazándolo, miraba a Ryan y Bea, de espaldas a mi madre y aquel hombre.

—¿Que pasa Bubbles?— dijo Ryan acercándose a mi, éramos como hermanos ya que mi tío Adam lo había adoptado.

—Es solo que...— no pude terminar la frase ya que fui empotrada contra una pared— Auch— me queje y me topé con unos ojos amarillos, solté el aíre nerviosa, era Eros.

—Mía— gruñó mirándome a los ojos, enterró su cabeza en mi cuello— Te encontré mi Luna— me quedé quieta y de no ser por sus manos en mi cintura me hubiese caído.

—¿Que...?— murmuré, estaba asustada, mire a mi madre exigiendo una respuesta.

—Eros... ella es Mariam mi hija— él salió de mi cuello y me miró seriamente.

—¿Con que una Acosta?— inquirió con una ceja alzada— Perfecta— junto nuestros labios, me quedé quieta, claro que había besado antes pero me tomó por sorpresa, sus labios se movían y yo correspondí el beso segundos después— Hablaremos después de la fiesta— dijo cerca de mis labios, se alejó de mí y de no ser por que retome el equilibrio me hubiese caído.

—Cariño, ¿estás bien?— mi madre pregunto examinando mi rostro, asentí insegura de si podría hablar.

—Necesito aire— susurre apoyándome de ella.

Salimos al exterior con Bea y Ryan siguiéndonos, respire profundamente, todo pasó muy rápido, mi madre me dejó con los chicos.

—Ya la perdimos— comentó Bea caminando de un lado a otro.

—No digas eso, seguirá siendo nuestra Bubbles, ¿cierto?— dijo tomándome del mentón, asentí sonriendo.

—Solo es mi mate, no nos van a separar— dije tomando las manos de Bea.

—No quiero que nos separen— dijo lanzándose a mis brazos.

—No lo harán— dije apretándola contra mi.

—¿Y yo?— dijo Ryan haciendo un puchero.

Ambas abrimos los brazos y nos fundimos en un abrazo grupal, jamás me alejaría de ellos, mis hermanos y mejores amigos.

—Quita las manos de mi Luna— dijo una voz seria.

—Y de mi mate también— dijo otra.

Los tres miramos a donde se oyeron las voces, estaba Eros y un chico de su misma edad pero diferentes físicamente. El chico, «no sé su nombre», se acercó a Bea y dijo "mía", Ryan y yo abrimos la boca mientras que Bea lo veía asombrada.

—Aléjate— el cavernícola, digo Eros, me alejo «otra vez» de Ryan— Vamos adentro, y no quiero que te acerques a ningún hombre— dijo serio, maldije al ser tan débil.

—No, suéltame— dije pero por obvias razones él tenía mayor fuerza— Es mi amigo y no puedes...— deje de hablar, yo no le debía explicaciones— No, no soy tuya y no te pertenezco, puedo acercarme a cualquier hombre que quiera— dije seria, no era un objeto, él me soltó y me miró atónito— Bien, con permiso— dije dándome la vuelta para ir con Ryan— ¡Bastardo! ¡Bájame!— me tomo en brazos y pare en su hombro, como si no pesará nada y creo que no me equivoco con eso.

—Eres liviana— dijo y mire a Ryan en busca de ayuda, pero solo alzó los hombros y me miró divertido ganándose que le sacara el dedo corazón.

—Idiotas— note como Ryan río, mientras que el cavernícola me lanzo una nalgada— Ahora si te pasaste— dije pataleando, me llevó por otra parte que no era pasando por la fiesta, lo único bueno que le veía a esto era que tenía su gigante trasero cerca de mi y créanme estoy tentada a darle una nalgada.

•••
Quiero aclarar que si no te parece llamativa o agradable la historia te pido que no comentes nada fuera de lugar, esto lo hice hace mucho y por supuesto que sé que no es la mejor historia qué hay así que lo único que pido es respeto a mi esfuerzo.

Gracias 😊

ALPHA EROS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora