2

165K 8.9K 3.4K
                                    

MARIAM

Conmigo todavía en su hombro me llevó a una habitación, que al parecer era su despacho, me bajo de su hombro y una vez en tierra firme lo mire molesta.

—¡Quién te crees para cargarme y para nalguearme! ¡Cavernícola!— chille molesta, mientras que él me miraba aguantando la risa— No me causa gracia— comente seria, «infeliz».

—Soy tu mate, aparte me perteneces y tarde o temprano vamos a acostarnos así que no te mortifiques— abrí los ojos sorprendida.

—Alto ahí "Alpha"— hice comillas con mis dedos— No me voy a acostar contigo y si piensas que porque soy tu mate tienes poder sobre mí te equivocas— dije ácida, vale me estaba sacando de mis casillas.

—Eso lo discutiremos luego, ahora vamos a ir a la fiesta y no te vas a separar de mi lado— ordenó serio— ¿Entendido?— preguntó mostrando una cara de pocos amigos— Mariam te estoy hablando— dijo al ver que no respondía.

—No tengo opción— dije golpeando mi hombro con su brazo, ya que él era algo alto.

—El que tiene el control aquí soy yo— dijo alcanzándome y tomando mi mano, volvimos a la fiesta, claro que yo tenía que aguantar a la copia lobuna de Christian Grey mientras mis "acompañantes" estaban charlando a gusto y yo aquí con las personas falsas.

—Y ella, ¿quién es?— Eros me sostenía del brazo para que no huyera, estaba hablando con una rubia oxigenada.

—Ella es Mariam mi...— lo interrumpí.

—Soy su amiga, un placer— dije sonriendo de manera hipócrita.

—Yo soy Scarlett, y me encantaría que me dejaras a solas con Eros— dijo moviendo sus pestañas rápidamente.

—Pues claro, conversen, mi madre me habla— dije zafándome a duras penas del cavernícola y fui a donde Trevor, Adam y mi madre— ¡Mama!— grite no tan alto al parecer nadie sabía que yo era la mate de Eros «cosa que agradecía».

—Me tenías preocupada— dijo abrazándome, quería irme ahora mismo— ¿Y Eros?— preguntó buscándolo con la mirada.

—Con una amiga con derecho. Así que vámonos— dije pero me miró seria— ¿Que? Yo sobro aquí— dije cruzándome de brazos.

—No lo puedes dejar, son pareja— dijo Adam y lo mire como si tuviese dos cabezas.

«¡¿Se volvió loco!? ¡Primero muerta!»

—Él no me ha pedido nada, y no quiero ser su mate, me niego ante esa idea— agarre con mis manos mi cabeza, necesito tomar algo, un buen trago.

Fui a la barra sin importarme que dijeron mis tíos y mi madre, menuda mierda, pedí un trago de ron y cuando lo tuve en mis manos me lo tome. ¿Que si era pequeña para tomar?, si, pero tenía experiencia con la bebida, y un trago de ron no le hace daño a nadie.

—¿Bebes alcohol?— su voz ronca erizo mi piel— Estás consiente de que todos los malditos hombres te están viendo, ¿no?— pedí otro trago ignorándolo, lo tome sintiendo el líquido recorrer mi garganta— Basta, así no se comporta una señorita— bajo mi mano al ver mi intención, me giro quedando frente a frente, atacó mis labios dejando claro a quién le pertenecía.

—Aléjate— chille batiéndome en sus brazos.

—Cualquiera moriría ser mi Luna— dijo arrogante, lo mire con mis ojos achinados.

Me acerqué a su oreja— No soy una cualquiera, que se te grabe Eros— dije, me separé y lo mire a los ojos, azules y profundos, si que era atractivo pero tengo que darme a respetar.

—Sigue comportándote así y no me importará que estén todos aquí viéndonos, te haré mía en esta barra— dijo ahora él en mi oído, mordió mi lóbulo y jalo de mi mano.

Apreté mis piernas apaciguando el placer que me provocaron sus palabras, esto era algo nuevo para mí.

—Aquí están— mi madre se acercó a ambos— Cariño estás pálida— Eros me soltó pero seguía viéndome con una sonrisa burlona.

—Es...estoy bien— «caliente» mama.

—Presiento que no podrás esperar hasta que acabe la fiesta, Eros. Mi hija sigue siendo una niña— Abbey era algo «bueno demasiado» sobre protectora.

—Abbey no le haré nada malo— dijo rodando los ojos, «si supiera lo que dijo hace minutos...»— Aparte, es MI Luna— dijo remarcando el "mi".

«cof cof posesivo cof cof».

—No soy un objeto— me queje, aunque dudo que me escucharan ya que seguían discutiendo entre ellos.

Al final Eros accedió a que me quedara con Abbey, pero no me podía alejar de ella y no podía acercarme a Trevor, Adam, Ryan o cualquier hombre ya que se formaría un caos.

|•••|

Luego de que terminara todo y de que Eros corriera a los pocos invitados que quedaban en su mansión, me vi obligada a ver cómo los dos Alphas llegaban a un acuerdo, Leandro «Beta de Eros» estaba al lado de este mientras yo tomaba la mano de Bea, Ryan estaba algo lejos de nosotras por orden de los cavernícolas.

—Ellas se quedan aquí— dijo Eros, mi madre negó.

—Ellas tienen un cargo en la manada, y los dos lo saben— Bea apretó mi mano nerviosa.

—La busque por años Abbey, tú entiendes lo que no es tener mate, lo que menos importa ahora es si tiene o no un cargo importante en Luna Fuerte— dijo mirándola a los ojos, se veía dolido por mi cul... Esperen me está dando ¿lastima? Bien enloquecí— Se quedarán aquí, me da igual si se forma una pelea entre las manadas. Mi Luna se queda— pase saliva, esto se está tornando intenso.

—Es mi hija, y la futura Alpha no la puedo dejar aquí contigo Eros, aparte tienes una reputación...— no dijo nada más y todos en la sala entendimos, Eros era un mujeriego y Don Juan.

—Cambiare por ella, era así por que no la tenía, Abbey no me la pongas difícil, haré lo que sea por mi Luna— mi madre se colocó de pie, las manadas estaban apartadas y no se podría gobernar a ambas desde una, estaba prohibido por la manada real.

—Ella debe decidir— se metió Ryan, ya era un licántropo, algo mayor a nosotras dos.

—Eso no te incumbe— rugió Eros.

—Ryan y Eros— dijo en forma amenazante mi madre.

—Es su vida ella decide— siguió Ryan a la vez que encaraba a Eros, sus ojos estaban dorados indicando que Ted, su lobo, tenía el control. Eros se colocó de pie, mirándolo serio, esto terminaría mal.

—Aléjate por las buenas muchacho— dijo pasivo pero Ryan lo atacó lanzándolo contra la pared.

Fue hasta donde estaba y empezó una pelea de golpes, Ryan tenía mucha fuerza pero no más que Eros, aunque este último lo sabía pero no atacaba con todo. Me paré para tratar de pararlos pero mi madre y Bea me detuvieron, era en cuestión de segundos para que Leandro, Trevor o Adam empezarán otra pelea.

—¡Basta! ¡Paren!— ninguno me oyó, me solté de ambas y tal vez arrepintiéndome me acerqué a ellos— ¡Aléjense!— Eros se frenó al sentir mi tacto pero Ryan aprovechó eso para golpearlo, caí de bruces al suelo, ambos siguieron en lo suyo— Joder, paren— me levante de nuevo y me coloqué entre ambos, un puño iba hacia mi rostro, pero una mano lo paro, me quedé asombrada.

—Bubbles quítate del medio— pidió Ryan, Eros tenía los ojos rojos.

—Ryan basta— pedí al borde de las lagrimas— Paren los dos— ambos tenían heridas algo leves, pero me dolía verlos así.

Cerré los ojos, todo a mi alrededor dio vueltas, incapaz de quedarme de pie me dejé llevar por la oscuridad, sentí como unos cálidos brazos me envolvían antes de tocar contra el suelo.

ALPHA EROS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora