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...Gracias a él pude superar la  muerte de mi madre pero jamás la olvidé, cada que podía iba al cementerio a llevarle flores amarillas como le gustaban.

Comencé a estudiar para ingresar a la universidad al siguiente semestre, me preparaba para un examen. Quería una beca para que a mi abuela no le cueste pagarme los estudios.

Trabajaba en un restaurante de mesera por las noches. Hubiera preferido cocinar pero no necesitaban cocineras. Así que tuve que adaptarme.

Mi mejor amigo me ayudó en los estudios, después de todo él ya había dado un examen para una beca, lo aprobó y estudiaba Ingeniería comercial.

Por las noches. Él me recogía de mi trabajo y me llevaba a mi casa. Cuando mi abuela nos sorprendía a los dos juntos, obligaba a mi amigo a cenar, ¿A las once? Pues sí. Siempre supe que era una de sus locuras pero así era ella y no la criticaba, después de todo, dos años más tarde mi abuela....

Nunca Estás Sola Donde viven las historias. Descúbrelo ahora