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...empezada a sentir la distancia que me separaba del chico rubio que conocí desde que éramos niños.

Estaba acostumbrada a pasar a cada hora con él. Era como un hermano, alguien que formaba parte de la familia que no tenía.

Hasta me odié por permitir que Amanda y él se conocieran. Pero ya era demasiado tarde. Tenían tres meses de noviazgo y yo ni a un chico conocí.

Claro que habían varios detrás de mí en la Universidad. Pero no sé si yo era muy cruel o ellos muy conformistas con el repentino NO que les lanzaba cuando querían salir conmigo.

Es que los chicos que estaban tras de mí eran tan molestos con sus aburridos "Te bajaré la luna para tí" o sus cursilerías.

Recuerdo cuando uno de ellos le pidió consejos para cortejearme a mi mejor amigo; supuse que como todo amigo, se encargaría de alejarlo de mí si no me correspondía o simplemente le ayudaría para que salga conmigo.

Pero creo que él no hizo ni lo uno ni lo otro, porque al día siguiente me hizo una pregunta que no me esperaba de su parte....

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