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Connor se preguntaba indeciso sobre si realmente quería morir, cuales eran sus razones esta vez ¿Era algo que habían hecho?¿Acaso había hecho él algo lo suficientemente malo?¿Su familia lo merecía? Pero lo que posiblemente le desconcertó fue recordar la primera pregunta después de aquello..¿Realmente quería morir?

Solía pensar que era una pregunta estúpida, y porque lo haría si no lo quisiera realmente...pero, ahora no estaba seguro si lo había pensado bien o solo fue un impulso sin razones y muchas consecuencias.

Aquellas interrogantes habían aparecido cuando una enfermera de pasillo le había comunicado que tenía visitas.

El sudor de sus manos fue casi instantáneo, y el temblor incrementando en sus piernas como si estás fueran a dejar de funcionar en cualquier momento, como sí al segundo de poner un solo pie en aquel espacio fuera a caer frente a su madre revelando lo débil e inestable que era.

Trato de calmarse, aún faltaba un proceso de papeleo para que entrarán, tomo asiento en algún lugar lo suficientemente lejos de los vidrios, y miró un lugar fijo sintiendo como una oleada de presión en su pecho como si fuera un segundo corazón que palpitaba cada segundo el doble de rápido que el anterior, la sensación lo ahogaba como si la marea de un mar demasiado profundo fuera a tragarselo y no hubiera nada más que la oscuridad del océano que se aferraba incansablemente a su cordura, que poco a poco iba cediendo a la tempestad.

Debía mantener la calma, no debía llorar, no debía desesperar, tenía que disculparse con su familia. La frustración y la importancia de no poder controlar sus emociones lo tenía a borde del colapso.

Empezó a regularizar su respiración con antigüos ejercicios que solía efectuar la madre de Evan cuando tenía ataques de ansiedad.

Ahora también los tiene, adivina por qué o quién.

Empezó a golpear los lados de su cabeza frenéticamente, no era momento para que aquellos pensamientos le lavaran el cerebro, no estaba preparado.

"¿Connor Murphy..?"el médico de pasillo lo miró y en seguida comprendió la situación "iré por los doctores..."

"N-no" interrumpió pesadamente "Estoy bien, estoy perfectamente bien" le trató de hacer entender con un respiración agitada que no hacía más que hacerlo ver más decaído y desesperado.

El médico suspiró "Tus padres están allí" indicó alegando con la mano para que se moviera "Es ir o llamar a los doctores, la decisión es tuya" habló fríamente.

Él realmente no quería este trabajo ¿Verdad?

Se limitó a asentir y a tratar de ponerse de pie, y aunque pareciera que sus piernas en cualquier momento se desmoronarian, quería parecer al menos un poco decente para su familia y dar cara sobre la situación.

A la lejanía de los pasillos podía divisar la pequeña figura de Evan, estaba sonriendo junto a Eric y Michelle. La felicidad lo hacía lucir tan radiante, como si no existiera ni una mínima preocupación, como sí no estuviera realmente internado y solo fuera un "día normal en la universidad" conviviendo y descubriendo nuevos amigos y expandiendo vida social, logrando cumplir sueños propios y ajenos, siendo joven.

La ansiedad se disipó en cuestión de segundos, dejando solo una elección para él, que de todas formas había sido la única manera de no tener otra sobredosis no intencional.

Sé acercó a la puerta a paso firme, o al menos lo más firme que pudo, y trato de mostrarse mínimamente estable, aún así sus manos seguían temblando pero podía asegurar que al menos un par de frases coherentes saldrían de su boca, inhaló todo el aire que pudo y entro a la habitación de visitas.

Evan lo había visto desde la distancia, no podía hacer más que cruzar los dedos por él y que todo saliera lo mejor posible, la familia de Connor había cambiado, todo había cambiado...Ellos también ¿No?

"¿Ustedes dos, volvieron juntos?" La pregunta de Eric lo saco de cualquier ensoñación a la que podría estar pendiente.

"¿Ah? Nosotros no...no." finalizó chistando la lengua.

"Debe ser extraño "infirió Michelle dando un trago al vaso de agua que tenía entre sus manos "Estar en la misma habitación que tu ex novio, ambos con un intento de suicidio frustrado...un escritor habría utilizado este único contexto para manipularlo y decir que fue un intento de doble suicidio, y que los doctores se apenaron por ambos y decidieron ponerlos juntos" Eric y Evan se limitaron a girar su cabeza lentamente a su dirección "¿Qué? "

"No lo sé, Ana Todd tu dime" Eric terminó por robar su vaso y dar un sorbo, Michelle frunció el ceño "Aunque es una perfecta teoría, que lamentable que sea mera coincidencia ¿No?" dijo alzando ambas cejas en señal de apoyo, esta vez la chica sonrió con suficiencia.

"Están locos " señaló Evan negando con la cabeza "lamentablemente no todo puede ser como en las novelas románticas...y el suicidio es de todo, menos romántico" suspiró saliendo al parque para los pacientes.

"Lo sabemos...pero por otro lado es algo que realmente me inquieta ¿Cómo puedes estar tan bien con él tan cerca? Recuerdo que cuando tan solo lo mencionabas, soltabas a llorar" mencionó Michelle ganándose un golpe en el hombro por parte de Eric.

"Es que...yo...creo que fue p-porque simplemente estaba realmente muy acostumbrado a él, a que estuviera a mi alrededor y que se terminará me hizo entrar en algún tipo de pánico y..." Suspiró "Amaba a Connor"

"Y ya no" pronunció Eric. Aunque los tres sabían, había sonado más como una pregunta que una afirmación pero era un secreto a voces que no replantearian.

Sí ya era extraño compartir espacio con tu ex-novio, que tan incomodo podía ser compartir espacio con tu ex-novio aún sabiendo que sientes cosas por él. Aquél pensamiento resonaba en ambas mentes.

Ahora, Evan pensaba y fijaba su total atención sobre la visita con su familia.

Él había recibido solo un par de llamadas por su madre, que se encontraba fuera del estado, así que no podía comprender al cien por ciento como era estar en los zapatos de Connor.

Aceleró el paso y trato de despejarse, no importa que pasará, siempre estaría allí. Entonces se detuvo, sabía que no podía ser así para ninguno, era una ilusión, una mentira para ambos solo para sentirse queridos por alguien o algo, aferrarse a la vida através de falsas ilusiones que no harían que terminar de romper a alguno si no a ambos de los dos.

Negó con la cabeza y siguió adelante.

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