¡AQUÍ ESTOY! [All Might x OC] [One-shot]

Mi nuevo amigo Toshinori

Sinopsis: Después de un tiempo sin ver un enfrentamiento entre villanos y héroes,  Wakahisa Kekkyu corría con entusiasmo al escuchar uno cuando un hombre de melena enmarañada y rubia que captó su atención.

N/A: Además de ser la introducción a un nuevo OC, este One-shot solo implica amistad. No soy muy fan de emparejar gente muy mayor con escolares. Por su comprensión, gracias.

Créditos propios. Primera vez que subo un dibujo mío a una plataforma, yay~ Pd. No soy un pro dibujando, aunque me gusta hacerlo, sobre todo entre clases.

Sus pies corrían a la velocidad de la luz, sujetando la mochila y evitando que sus libros salieran volando ante la brusquedad de sus movimientos. No faltaba mucho para llegar, se dijo al escuchar una nueva explosión, sólo debía seguir su instinto auditivo y la conmoción. Había pasado tiempo desde que corría a mirar un enfrentamiento entre villanos y héroes. Su tía Ayaka se lo había prohibido de plano desde que se enteró que lo hacía, supuestamente porque se estaba exponiendo de manera innecesaria. Pero Wakahisa Kekkyu replicaba que siempre se situaba en una distancia prudente; además de que los héroes no permitirían que algún ciudadano saliera herido. Al final todo terminó en un rotundo no, el cual ignoraría por esta ocasión.

Dobló la esquina y a un par de metros pudo distinguir una pequeña multitud, así como parte del cielo era invadido por el humo del fuego.

—Bingo —silbó con una ancha sonrisa cuando alguien tomó prestada su atención al correr con cierta dificultad para después detenerse—. ¿Se encuentra bien, señor? —Preguntó a la enorme, aunque escuálida, figura que reposaba en uno de los tantos faroles que había en la vía peatonal mientras una de sus manos se aferraba a un costado de su camisa.

Se encontró con una mirada sumida en la oscuridad, aunque sus pupilas, de un color celeste brillante, hacían lo posible para no ahogarse en ella y aunque no fue su intención, dejó notar cierto asombro por su aspecto demacrado para después cambiar sus expresiones y mostrar respeto.

—Estoy bien —respondió la enorme presencia con una voz ronca cuando apretó los labios para después cubrir su boca.

Kekkyu no lo pensó dos veces y sacó una botella de agua, ofreciéndosela con una pequeña y gentil sonrisa, a lo que el rubio devolvió el gesto al tomarla.

—Gracias, eres muy amable.

— ¿Se dirigía a lo que ocurre en el callejón? —Mencionó, señalando a la multitud. El hombre de cabello desaliñado asintió y ella sonrió al momento que hacía una señal con la cabeza—. Vamos, entonces.

—No deberías decirle eso a un desconocido, jovencita.

—Bueno, a pesar de su aspecto desnutrido y de que en algún momento sacara un arma para asaltarme, no me da la sensación de ser un mal sujeto. Solo son apariencias.