¡AQUÍ ESTOY! [All Might x OC] [One-shot]

Una linda excusa

N/A: Más que nada para aclarar que en este AU los personajes estan juntos como estudiantes por lo que poseen la misma edad, ya que como sabemos, canonicamente Aizawa y Yamada son más jóvenes que All Might, aunque se desconozca su edad.

Al mismo tiempo, todos los créditos dirigidos a su respectiva artista.

~O~

La estruendosa voz de Yamada, también conocido como Present Mic, se extendió por las cuatro paredes del salón mientras el resto del salón se mostraba exhausto después del pesado entrenamiento que habían tenido para mejorar su ataque. La segunda persona que parecía que ni siquiera había pasado por un entrenamiento era Hanako, alias Samurái Reg, quien con algo de esfuerzo arrastraba el cuerpo de un enorme rubio. All Might o, más bien, Yagi. Parecía fuera de sí, con la mirada perdida y un quejido escapaba de sus labios de cuando en cuando. Uno de los maestros lo había puesto en su lugar, demostrando que sus habilidades aun tenían que ser pulidas al no poseer un buen control de su quirk cuando él alardeaba de tener una gran disciplina. Lo usó como un saco de boxear al mismo tiempo que le prohibió ir con Recovery Girl para que aprendiera la lección.

Lo dejó en su escritorio con sumo cuidado y se sentó en el banco que había adelante, buscando en uno de los bolsillos de la mochila una bandita que después colocó en su mentón.

—Tierra llamando a To-Tosh —se acercó Yamada, usando su voz de presentador—; ¡tierra llamando a To-Tosh! No es hora de la siesta.

—Guarda silencio, Yamada. Necesita descansar.

—Se lo pensara dos veces antes de fanfarronear delante del maestro.

Yamada se marchó a un pequeño grupo que se había hecho en una de las esquinas del salón. Hanako, por su parte, tomó el momento para acariciar el cabello del rubio bajo un sentimiento de consolación. En un momento de consciencia, Yagi deslizó la mano por la suya en un gesto agradecido, sosteniéndose en ella. Hanako no pudo evitar sentir un golpe en el estómago del susto, pero le alivio verlo reaccionar por fin.

— ¿Cómo estás? —Le preguntó con ternura.

—Como si un toro me hubiera pisoteado todo el cuerpo —respondió, aunque solo audible para ella y alzó el pulgar con la mano libre—. Pero sigo con vida. Ya es una ganancia. Mañana estaré preparado.

Su compañera sonrió de par en par ante su respuesta y continuaron sujetados de la mano en un tranquilo silencio. Aunque después de pensarlo, le parecía graciosamente extraño. En los últimos días, Yagi buscaba cualquier razón para estar tomados de la mano; en una ocasión solamente le dijo "que bonita pulsera", tomó su mano y no la soltó el resto del día mientras sonría con una simpleza impresionante.

—Hana.

— ¿Sí, Yagi?

—Tus manos son tan suaves que cae en mi deber protegerlas —confesó, apretando los dedos contra su piel.

Aquello fue la cereza en el pastel. La joven heroína soltó una carcajada a todo pulmón por sus palabras, pero no con la idea de burlarse sobre lo que dijo; por el contrario, fueron las palabras más tiernas y bonitas que jamás le hallasen dicho al mismo tiempo fue un cumplido muy ingenioso.

—Oh, Yagi. ¿Qué voy a hacer contigo?

—Dejarme ser tu héroe protector —clamó de una manera sumamente adorable.

Fue así que de manera inesperada y como si le dijera gracias, Hanako depositó un beso en la mejilla del muchacho a la vez que en su oído recitaba Tú siempre serás mi héroe, Yagi. ¿Cuál fue su reacción? Sus cristalinos ojos se le abrieron como platos, demostrado una enorme sorpresa en sus atractivas facciones, para después caerse del escritorio.

— ¡Yagi! —Lo llamó espantada, yendo al piso para socorrerlo—. ¿Estás bien?

—Se murió —la funesta voz de Shota le hizo compañía al ver lo que había ocurrido, observando a ambos con un indiferente interés.

—No es gracioso, Shota —replicó Hanako y procedió a sacudir al rubio por los hombros—. ¡Yagi, Yagi, ¿me escuchas?! ¡YAGI!