El sol sigue sin aparecer, y mi preocupación por Popoca se hace cada vez más grande.
Ni siquiera me interesa dormir en estos momentos.
Mi mente no deja de mostrarme las horribles cosas que podrían ocurrirle a Popoca. Aparecen espantosas imágenes, donde Popoca está lastimado o incluso muerto.
Por más que trato de olvidar esas imágenes, estás aparecen de nueva cuenta.
Estaba sentada en el suelo. Mirando hacia las estrellas y rezando por el alma de Popoca.
Mi padre apareció y se colocó a mi lado.
-¿Que haces hija mía?
Deberías estar durmiendo.
-Perdoname papá.
-Estas preocupado por el ¿No es así?
-Si papá. Temo que le ocurra algo.
-Tranquila hija, el se encuentra bien. Ya verás regresara sano y salvo.
-¿Por qué lo pusiste en esta situación?
-¿Yo? ¿De qué hablas?
-Tu fuiste el que le dijo sobre la oportunidad que tenía para estar conmigo. Que debería mostrar lo valiente que es para ganarte su confianza.
-Hija, tampoco fue todo mi culpa. Xocoyotzin lo mando junto con los demás guerreros a luchar.
-Realmente me preocupa padre. Juro que hace unos momentos escuché gritos a lo lejos. Gritos de sufrimiento.
-Escucha hija será mejor que te vayas a dormir. Verás que mañana Tonatiuh nos bendecirá con un nuevo sol, un nuevo rayo de luz nos iluminará, y empezaremos una nueva era. Tú estarás con el hombre que amas y finalmente ambos serán uno solo.
-Gracias padre. Descansa.
Me levanto del suelo y rodeo a mi padre con mis pequeños brazos.
-Descansa Iztaccihuatl.
-Igual tu papá.Regreso hacia mi cuarto y me acuesto sobre el tapete y me coloco la piel del jaguar.
(No sé por qué, pero esta noche es mucho más fría a las otras anteriores)Papá aparece llevando un tapete entre ambas manos, la coloca un poco cerca de mí.
-Esta noche dormiré contigo. Al parecer la mujer de blanco ya ha aparecido...
Sus lamentos son mucho más altos.Papá se recuesta sobre el tapete, se coloca boca arriba y cierra los ojos.
-Descansa linda.
-Igual tu papá.Cubro mis hombros con la piel del animal y cierro mis ojos.
Tal y como dijo mi padre, la mujer de blanco está aquí.¡No, mis hijos!
¡Hay mis hijos!
¡Ahhhhh!
Cubro mis oídos con las palmas de mis manos.
Y comienzo a pensar en cosas bellas.
Mi compromiso con mi querido principe, acompañada de mi padre y la gente del pueblo.
Estaríamos rodeados de un bello al atardecer, gozando de los cantos de los pájaros y el agua que fluye por el río.Nos demostraríamos nuestro amor, bajo la luz de la luna. Entregándonos en cuerpo y alma...
Abro mis ojos, no me había dado cuenta que me había quedado dormida. Es más, no recuerdo muy bien cómo fue que papá de quedo a dormir conmigo.
El continua acostado y dandome la espalda.Se me viene a la mente un horrible sueño.
Pude ver cómo Quetzalcóatl destruía todo y se apodera de la ciudad.
Llevaba un extraño objeto, con el cual podía matar a todos, lanzando una gran chispa.La ciudad estaba en llamas y el pueblo había caído. Toda la gente se encontraba bañada en un enorme charco de sangre.
Los niños fueron esclavos, para Quetzalcóatl y sus hombres.
Y en cuanto a las mujeres fueron obligadas a ser esclavas y comprometerse a la fuerza.Y lo más horrible...
Ví a mi príncipe con los ojos blancos.
Totalmente muerto.Yo trataba de hablar o incluso gritar, pero era inútil. Ya que no tenía voz.
Ahora era muda.
Por más que deseaba gritar y expresarme o incluso gemir de dolor, no lo podía hacer.Jamás han a soñado con una cosa tan fea cómo está.
-Solo es un sueño...- me digo a mi misma.
Me levanto y camino hacia el lago.
Retiro mi ropa y mojo mi cuerpo con el agua, al mismo tiempo que aprovecho para nadar.
Cuando salgo, seco mi cuerpo con la ropa que tenía puesta.
Y una vez que estoy completamente seca, me coloco mi nuevo atuendo.Era un vestido de blanco que me llegaba al nivel de los tobillos.
Al final de este tenía unos dibujos de rosas y hojas verdes.Seque mi cabello y lo peine entrelazando mis dedos en él.
Una vez que termine de bañarme, regrese hacia donde estaba mi padre.
El ya no estaba más ahí, posiblemente se habrá ido con Xocoyotzin.En ese momento Mele aparece llevando consigo un tarro de agua y un plato de comida.
-Le traigo su comida princesa.
-Gracias Mele.
-Princesa. Debo decirle algo.Cuando Mele terminó la última frase, mi padre entro junto con Xinantecatl.
-Hija... ¿Mele que hace usted aquí?
-Disculpe señor, venía a decirle la noticia.
-¿Noticia?Mi padre se acerca hacia nosotros dejando atrás a Xinantecatl.
-Mele, debes decirle tú lo que ha ocurrido. Iztaccihuatl, acompañaré a Xinantecatl para hablar de... Asuntos privados.
-Claro.Xinantecatl y papá se retiran y desaparecen de nuestra vista.
-¿Que sucede Mele?
-Es mejor que nos sentemos princesa.Ambas salimos hacia el aire libre. Nos sentamos a la orilla del primer escalón de piedra.
-¿Que ocurre Mele?
-Iztaccihuatl, es muy difícil lo que te voy a decir.
Xinantecatl volvió de la batalla, y al parecer todos murieron. Incluyendo Popoca.-No es cierto... Mientes.
-Xinantecatl vio como dos tlaxcaltecas los arrojaron hacia un pequeño acantilado.
Y bueno el cayó al agua.
Pero antes de eso, Xinantecatl me dijo que lo habían herido.
Al parecer lo lastimaron, con sus armas.
Hirieron su hombro y su cadera.
Y bueno, al parecer no hay noticias de el.
Xinantecatl creé que está muerto.-¡No es cierto!
Me incorporo y no logro evitar que las lágrimas recorran mis mejillas.
-¡No!
Mi respiración se acelera más, siento como mi corazón se parte en pedazos.
No, mi príncipe...
No, amado mío...
-Lo lamento princesa...
Mele se va, dejándome totalmente sola.
Estoy vacía, sin el mi vida no tiene sentido alguno.
Él era la única persona que me hace muy feliz...Miró hacia el cielo por un momento; vuelvo adentro y saco un pequeño puñal de piedra.
Regreso hacia al aire libre y de nueva cuenta miró hacia el cielo.
-Les suplico a ustedes queridos dioses, que no me separen de mi amado. Y que me permitan estar con él.
Mi vista cambia hacia el puñal, que tiene un largo pico puntiagudo.
Te quiero padre...
Con un movimiento fugaz, penetró el puñal justo en mi estómago.
Siento como la punta de este se une a mi cuerpo, provocando que sienta un dolor insoportable.Caigo al suelo, y retiro el puñal de mi cuerpo.
Mis manos están cubiertas con mi sangre, al igual que mi vestido que se ha manchado.Siento como me empieza a faltar el aire y mi corazón late muy rápido.
Dejo caer el puñal, haciendo que ruede por todas las escaleras.
Ahora mi cuerpo comienza a tener mucho frío, especialmente los dedos de mis manos y los de mis pies.
Poco a poco cierro mis ojos, pero para mí sorpresa escucho a lo lejos la voz de mi amado que pronuncia mi nombre...
¡Iztaccihuatl! ¡No!
¡IZTACCIHUATL!
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EL BESO DEL VOLCÁN [COMPLETA]
Historical FictionXochitl es una chica que carece de riquezas, no será muy inteligente pero lo que si sabe es que ama a sus padres con todo el corazón. Una noche ella recibió la visita de un quetzal mágico, quién la llevo a vivir un increíble viaje en el tiempo. Al...