Capítulo 14

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Natalia 


¿Por qué no le propuse venir antes?

Hacía un buen rato ya que habíamos llegado al hotel. Sin que hiciera falta que me lo pidiera, le dejé ropa mía para que estuviera cómoda y ahora estábamos tumbadas en la cama viendo vídeos de nuestras actuaciones en mi móvil. Después de revivir Toxic, Somos (versión todos y versión Marta), Alma mía y Este amor ya no se toca llegaba el turno de She used to be mine, la mejor actuación de todas sin lugar a duda.

La primera vez que Alba me la enseñó se convirtió en una de las canciones que más me habían marcado en toda mi vida, la letra me llegó al alma y estaré eternamente agradecida a que la hubiera descubierto gracias a ella, pero escuchársela cantar era el mejor regalo que me podía haber hecho.

—Buah Alba... Te juro que nunca voy a superar esta canción. Es que mira —le enseñé que tenía la piel de gallina.

—Estoy muy orgullosa del resultado —sonrió tímida—. Me hubiera arrepentido si no la hubiera cantado.

—Es que te hubiera matado si no lo hubieras hecho. Que sepas que es mi actuación favorita de toda la edición.

—¿Por delante o por detrás de Una lluna a l'aigua?

—Si es mi actuación favorita obviamente quiere decir que por delante —contesté obvia—. ¿Qué clase de pregunta es esa?

—No me mires como si hubiera dicho una chorrada porque el día de la entrevista dijiste que era la mejor actuación...

—¡Me puse nerviosa! —me defendí—. Ósea, en ese momento me parecían las dos mejores actuaciones y pues dije esa porque vivirla fue increíble, pero no quiere decir que La llorona no lo fuera —aclaré— , simplemente me decanté por esa y ya está —comenzó a reírse al verme despotricar nerviosa— . ¡Alba no te rías, que es verdad!

—Natalia, es broma, a mí no me importan esas cosas. Si fuera tu favorita es totalmente respetable, no tienes porqué justificarte.

—Pero quiero que me entiendas —me giré para estar frente a ella—. Mira, de todos los que éramos, la única persona que logró llegarme al corazón con cada canción fuiste tú, daba igual lo que cantaras, de hecho, es muy difícil elegir una sola canción tuya. Eres mi debilidad, siempre lo dije.

—Bueno, puedo decir lo mismo. Además, yo aún me sigo arrepintiendo de no haber dicho The scientist como la mejor actuación porque lo que lograste tú esa noche no lo ha logrado nadie —rodé los ojos y me cogió de la cara obligándome a mirarla—. Natalia, nadie.

—¿De verdad piensas todo lo que dijiste sobre mí en la última entrevista? —quise saber.

—¿El qué? ¿Lo de que te admiraba y que eras perfecta? —asentí—. Por supuesto Natalia, ¿lo dudas? —cuestionó extrañada.

—Decir que me admiras son palabras muy fuertes, Albi.

—Fuertes, pero ciertas.

Nos miramos en silencio durante unos segundos hasta que tomé la iniciativa y me acerqué a ella, le cogí la cara con una de mis manos y la besé. No teníamos ninguna prisa, nos besábamos despacio, como habíamos hecho hasta ahora, disfrutando de la sensación de poder sentir el simple roce de nuestros labios.

Atrapó mi labio inferior entre los suyos y yo pasé mi lengua por ellos, pidiendo permiso para poder entrar, el cual me concedió y, por primera vez, nuestras lenguas se fusionaron buscando ser una. En ese preciso momento temblé, creí que me iba a desmayar.

¿Y ahora qué? || Albalia  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora