007 » hecho con amor

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Taehyung despertó lentamente, impulsado por el agradable aroma del café y un suave tarareo que llenaba el aire. Reconocía la voz de Jung Hoseok al instante, lo que le recordó que Hoseok había pasado la noche en su casa y, para su sorpresa, en su cama. Esta realidad le resultaba abrumadora, y no estaba seguro de cómo proceder tras el incidente embarazoso de la noche anterior.

La idea de escabullirse y pedirle ayuda a Jimin cruzó su mente, pero sabía que no podía hacer eso. Enfrentar la situación era inevitable, aunque le producía ansiedad. Con un bostezo, se reincorporó en el sofá, abriendo los ojos con cautela y respirando de manera irregular mientras intentaba despejarse. Aunque podía sentir la mirada de Hoseok clavada en su nuca, se sentía incapaz de girar para mirarlo.

El pensamiento de cómo abordar el tema del incidente le inquietaba. ¿Cómo podía mencionar el problema de manera que no resultara incómodo o embarazoso? Se preguntaba si sería adecuado disculparse de inmediato o si debía esperar a que Hoseok sacara el tema. La perspectiva de enfrentarse a esa conversación lo ponía nervioso, y el temor a hacer el ridículo lo mantenía paralizado. La preocupación por la impresión que aquel hombre podría tener de él añadía una capa adicional de ansiedad a la situación.

Buenos días. —saludó Hoseok con una sonrisa, su tono alegre contrarrestando las expectativas de Taehyung. Mientras se acercaba, portaba dos vasos, uno en cada mano, y continuaba tarareando. —He preparado limonada alcalina. Investigando un poco esta mañana, descubrí que es beneficiosa para el estómago. Espero que no te moleste; tomé algunos ingredientes de tu cocina. —Explicó, extendiéndole uno de los vasos.

Taehyung, sorprendido, quedó momentáneamente sin palabras. Aceptó el vaso con manos temblorosas, incapaz de articular una respuesta coherente.

Internamente, se debatía entre expresar su asombro por la amabilidad de Hoseok o esconderse por la vergüenza. Sus pensamientos se agitaban en torno a cómo había ido la cita —o más bien, la no cita— de la noche anterior. La pregunta de si Hoseok estaba enojado, si este gesto era mera cortesía o una señal de genuina preocupación, y si habría una posibilidad de continuar con algo más, lo mantenía en un estado de incertidumbre.

—No hay razón para que te sientas avergonzado. —Hoseok rompió el silencio con su tono reconfortante, continuando con una sonrisa que no había abandonado desde el día anterior. —No es nada fuera de lo común. De hecho, te cuento que en tercero de secundaria, durante una obra de teatro, me desmayé del nerviosismo frente a más de cincuenta padres. Imagina la escena...

Taehyung soltó una risa, aliviado al notar la sinceridad en la expresión de Hoseok. Aunque el comentario podía parecer una mera formalidad, la genuinidad de Hoseok le hizo sentirse mucho mejor.

—A pesar de todo, siento lo ocurrido ayer. Desde el incidente en el restaurante hasta la cita en sí. Lamento no haber cumplido con lo que esperabas.

—¿En serio? —Hoseok lo miró con un gesto de sorpresa y, al percibir la desilusión y la inseguridad en los ojos de Taehyung, se acercó y se sentó a su lado, acariciando suavemente su rodilla desnuda.

La inocencia de Taehyung le resultaba entrañable, mientras que su inseguridad le molestaba. Hoseok reflexionó sobre cuánto tiempo había pasado desde que había disfrutado tanto de la compañía de alguien. No era necesario que Taehyung intentara impresionar; simplemente siendo él mismo y cometiendo errores, había capturado su atención de una manera inesperada.

—Para mí, fue la mejor cita que he tenido. —confesó—. No cambiaría nada de lo que ocurrió. Eres auténtico, dulce, y me haces reír. Me encantas. Aunque parezca irónico, ha sido una de las veladas más divertidas que recuerdo.

orgasm ☕ hopev Donde viven las historias. Descúbrelo ahora