{EN EDICIÓN}❝Róbame la juventud❞ [JinSu]🠔[SuJin]ܟ

11. ❝Ardiente❞

—Kook —susurró, apartándose bruscamente de mí. Me lengüeteé, tocando mis labios por instinto y sonriendo estúpidamente a medida que me volteaba para observar al tercer visitante. Podría preocuparme de mi reputación después, ¿no? En realidad, ya me sentía lo suficiente ganador justo ahora.

—No te encontré en la cafetería y creí que estarías aquí. —Lo miré. Oh, ¿ese no era su mejor amigo de unos cuantos cursos menores? Siempre iba a la sala a buscarlo. Jeon Jung Kook, si mal no recordaba.

—D-diste justo en el clavo —se levantó nervioso, acercándose a su amigo mientras sus piernas temblaban por detrás de la tela. Sonreí. ¿Yo había sido el causante de todo ese estropajo? Me hacía sentir levemente orgulloso de mi logro, pero su pequeño dongsaeng no parecía opinar lo mismo—. ¿Vamos, ratón? —chistó, sin dignarse a mostrar una última mirada hacia quien había provocado en él un barullo de hormonas revueltas.

El dichoso me miró fríamente y asintió antes de tirar de las mechas al moreno, llevándoselo.

Reí para mis adentros y, todavía eufórico y excitado, marqué mis dedos contra mis ojos.

¿Esto era real?, ¿siquiera había sucedido?

¿Alguna vez se han sentido lo suficientemente fuera de este mundo como para perder total consciencia del mismo? Como desconectados de la realidad y nada más que la realidad. ¿Yo? Jamás. Nunca había experimentado algo así y, se me hacía, por demás ''ñoño'', hacerlo. ¿Quién se pondría tan floripondio sólo por amor o por razones externas a esa? Me juré que nunca sería mi lugar. Al parecer, algo tan sencillo como eso no podría ser concluido.

Mi corazón seguía latiendo a cada paso. Y mi estómago sentía un picor tan excitante como eufórico. Mi boca también ardía enardecedora. Quería más. Quería tener más tiempo junto a él para hacerlo sentir bien. Quería sentirle más cerca, más mío. ¿Eso era el deseo sexual? Nunca había sido conocedor de algo tan intenso, ni siquiera con Yoongi. Pero lo de ambos había sido tan..., tan inesperado, tan shockeante como el porno. Dios, que ni un puto vídeo de adultos había tenido esa reacción en mí. El miedo de ser descubiertos, lo prohibido e insólito del asunto, el indiscreto coqueteo en su mirar... Ni siquiera pareció estar bromeando, ¡ni siquiera eso!

—Dicen que el chico nuevo de pelo blanco es algo así como hijo de un mafioso —distraído, frené mi caminar para apoyarme a orillas de la puerta casi a nada de entrar a la sala.

—Yo oí que es de los que se drogan. ¡Me muero! Es exactamente mi tipo —gritó la segunda, haciéndome rodar los ojos.

Pero incluso si me parecía ridícula su emoción, lo era aún más viniendo de mí; porque yo también estaba así por Namjoon. Como un idiota colegial.