—Me esperaste.
Se levantó de la banca, nervioso.
—Todavía falta ir a un lugar. ¿No quieres hoy? —miró hacia otro lado, avergonzado. Con incredulidad, probé el rascarme los ojos para ver si no se trataba de una tonta broma suya. ¿Cómo podía volverse así de tímido después de correrse en mis narices? La lógica no era algo característico en la vida de Yoongi; aquello era un hecho irrefutable.
Sólo asentí sin decir más nada.
Fue incómodo. El camino al misterioso lugar fue jodidamente incómodo. Y aunque hubiese tenido qué decir, lo que sea, no habría podido; no cuando rondaba en mi cochina mente la forma en que sexualicé a Yoongi al punto de estallar en su nombre. Recordarlo lo hacía peor. Me sentía como el cadáver en vida. Y a cada segundo, ¡a cada maldito segundo!, evocaba en él estando totalmente desnudo en torno a mi cintura. Su piel mojada, sus tatuajes dispersos pero insignificantes ante la preciosura de su lechosa existencia, los agujeros de sus respectivos piercings; todo, todo. Me fascinaba y calentaba al pensar en ello. Sí, como un animal, ¡como un horrible animal incapaz de controlar sus deseos más primitivos!
¿¡Qué éramos?! ¡¿Bestias?! Debía dejar de sentir que se me pararía a cada maldita imagen suya.
—Oye —ambos callamos al momento de abrir la boca. Nos miramos por un segundo y medio, regresando la vista al suelo. Patético.
—No, tú..., habla tú primero —apuró, acelerado y con un tono de voz arrastrado. Asentí entre relamidas.
—Tu cuerpo... —comencé diciendo.
—¿Sí? —alargó él, repentinamente interesado y fascinado.
—Eres precioso, Yoongi —concluí—; nunca creas ni dejes que te hagan creer lo contrario —callamos, ahora más tranquilos. Oh, al parecer eso mejoraba mucho el ambiente. Al menos ya no parecía que quisiéramos desaparecer la existencia del otro en la faz de la tierra—. ¿Qué ibas a decirme? —añadí rápidamente. No quería esperar respuesta. Sólo decir y simular que nada más había pasado, sí.
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{EN EDICIÓN}❝Róbame la juventud❞ [JinSu]🠔[SuJin]ܟ
FanficHay dos cosas que Kim Seok Jin amaría tener en su valiosa vida estudiantil: popularidad y al maravilloso Kim Nam Joon durmiendo desnudo en su cama. Su mejor amigo, Min Ji Min, insiste en que sus días deberían dejar de basarse en pirateados videojue...