Capítulo 5: Calor.

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Calor era lo único que sentía, todo estaba oscuro, hasta que veo una puerta, camino hasta ella y cuando la abro me encuentro, un desierto, camino buscando a alguien hasta que en frente veo a una diosa, y no cualquiera, la de la muerte.

— ¿Estoy muerto?.- más que pregunta es afirmación.

— Si y no.- dice.

— ¿Como?.- pregunto.

— Renaceras más fuerte que nunca, seras un ser inmortal, tendrá el poder del fuego, reinarás las criaturas oscuras junto a tu reina, pero deberás esperar unos años antes de encontrarla, vivirás como un inmortal más, seras avisado cuando debes ir aquí.- me entrega un mapa.
— Allí empezarás de nuevo y pronto podrás vivir de nuevo.- desaparece, podre vengarme de mi hermano, me traicionó por poder, veo el mapa hay un castillo allí, el bosque desaparece y todo se pone oscuro de nuevo.

— Oye amigo ¿estas bien?.- escucho que me mueven, abro los ojos.

— ¿Donde estoy?.- volteo a mi alrededor.

— En la colmena.- ¿que?, ¿la colmena?.

— ¿Que es la colmena?.- pregunto.

— Donde vivimos los vampiros.- dijo ¿vampiro?, ser inmortal había dicho la diosa.

— Ha Ok.- me lleva a el comedor, nos sirven algo rojo en un vaso, lo pruebo y es sangre.

— Llegaste en el mejor momento, van a elegir uno de nosotros para ser el próximo rey vampiro.- ¿como?.

— ¿Y como lo harán?.- pregunto.

— Un ritual de sangre, dice que echan una gota de sangre en el fuego y debe ponerse azul la llama, ese sera el elegido.- vaya, suena una alarma.— Vamos llego el momento.- todos se forman y van pasando de uno en uno, unas horas después llega mi turno, me cortan el dedo y cae la gota de sangre, una gran llama azul se levanta.

— El elegido, el nuevo rey vampiro.- Ok esto es obra de la diosa.— ¿Tu nombre?.- me pregunta.

— Dorian.- digo.

— Nuestro rey Dorian.- todos celebran felices.
— Hemos esperado mucho por usted rey, ¿ahora diga nos a donde vamos a ir?.- a donde, el castillo, saco el mapa y se lo enseño.— ¿El castillo de piedra?.- asiento.

— Si antes era nuestro hogar ¿no?.- se algo de esto.

— Si, bueno era de su reina, ella era la que poseía ese poder de la tierra.- ¿mi reina?, ¿cuando la conoceré?.— El lugar es perfecto, para nosotros.- asiento.

— Abisales a todos que alisten sus cosas, que pronto nos iremos.- le digo.

— Se hará como usted diga alteza.- se va, pronto tendré un nuevo hogar.

Renacido TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora