Capítulo 8: ¿Diosa de la muerte?.

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Nina.

Este chupa sangré cree que voy a dejar que me humille, pues se equivoca.

"No puedes hacerle daño, recuerda que es nuestro mate".

No dije que fuera a matarlo, solo le voy a enseñar de lo que soy capas de hacer.

"Bien pero procura no dañar su cara, es muy guapo".

Dios Lina es tan, niego, mis ojos cambian de color.


— No tengo miedo, y ellos tampoco.- los ojos de los chicos están amarillo.

— No puede ser, ¿eres tu?.- frunzo el ceño, porque no se de que habla, las luces comienzan a fallar y aparece una neblina.

— Hola mis queridos.- esa mujer es.

— ¿Tu, estas con esta mujer?.- el frunce el ceño.

— Querida, calma.- ¿calma?, esta mujer esta loca.

— No tienes vergüenza, eres una maldita.- siento como Lina quiere tomar el mando y la dejo, me transformo y la atacó varias veces, esta en el suelo y nos acercamos peligrosamente a ella, levanta la mano y no podemos movernos.

— Quieren explicarme ¿que pasa?.- le gruño.

— Es mi culpa, yo la lastime mucho.- gruño.
— Demasiado.- luchamos para movernos.

— ¿Que fue lo que le hiciste?.- pregunta el vampiro.

— Hice que sus mates la lastimaran, yo deje morir a su madre y con eso la maldije a ella, además de su padre.- logramos salir del congelamiento y me transformo.

— La obligaste a matarse, cuando te suplique que no lo hicieran, solo dijiste es su hora, no era su hora, ella merecía vivir.- mis ojos están por ponerse negros lo puedo sentir.— No era tu derecho hacerle eso.- mis manos y todo mi cuerpo arden en llamas.

— Hija yo lo siento, pero era el momento.- veo como se convierte en ¿mi madre?.— Era una de las vidas en la tierra de la muerte, somos la parte humana de ella, vivimos, nos reproducimos y luego morimos, no debías ver mi muerte, pero las circunstancias no eran las mejores.- camina hasta mi.

— ¿Y la maldición que?.- pregunto.

— Es mi poder fuego y ahora que encontraste a tu verdadero mate, tu poder se controlara.- niego.

— ¿En serio un vampiro?.- ella sonríe.

— Era necesario, no es malo, solo fue traicionado por su hermano.- asiento.— Dorian.- el se acerca.— Ella sera tu reina, ¿la aceptas?.- el me mira y yo frunzo el ceño.

— Si la acepto como mi reina.- ruedo los ojos, que idiota.

— Bien, ¿Nina?.- ya que.

— Lo acepto como mi mate y mi alma gemela.- ella une nuestra manos y fuego sale de ellas.

— La unión esta completa, deberán luchar juntos en la guerra que se presentara, sera duro pero ambos podrán con esto, ya tengo que irme.- me abraza y desaparece, el vampiro me mira.

— ¿Que?.- le pregunto, esto sera un problema.

Renacido TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora